La multa de 5.500 euros a un ganadero por electrocutar a 25 sapos enciende a los campesinos del Pirineo
Payeses de la comarca del Ripoll¨¨s protagonizan una protesta con tractores porque se sienten incomprendidos por las administraciones
Los ganaderos de la comarca del Ripoll¨¨s, en el Pirineo de Girona, han protagonizado este jueves una tractorada ante la Agencia de Desarrollo local de Ripoll. La gota que ha colmado el vaso de su malestar ha sido la multa de 5.500 euros impuesta a un ganadero de Sant Joan de les Abadesses por electrocutar accidentalmente, con un sistema de hilado el¨¦ctrico para las vacas, a 25 sapos de una especie protegida. El colectivo se siente menospreciado, exige respeto, reivindica su papel de cuidado del territorio y pide ¡°normativas que se adapten al medio rural y se apliquen con sentido com¨²n¡±.
La sanci¨®n, impuesta por el Departamento de Acci¨®n Clim¨¢tica, Alimentaci¨®n y Agenda Rural de la Generalitat a ra¨ªz de un atestado de los Agentes Rurales, es la suma de 3.000 euros por vulnerar la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, y 100 euros por sapo fallecido. Se puede recurrir.
De ¡°desproporcionada¡± y ¡°arbitraria¡± ha tachado el sindicato Uni¨® de Pagesos la multa, cuestionando al departamento por ¡°decidir c¨®mo y cu¨¢ndo¡± deben trabajar los campesinos ¡°desde despachos¡± lejos de la realidad del campo. En el malestar est¨¢ tambi¨¦n muy presente la compleja convivencia entre los campesinos y los visitantes que en verano invaden la comarca. ¡°El incivismo es cada vez mayor, el desconocimiento de la sociedad respeto a los campesinos es abismal, as¨ª como la falta de respeto a la propiedad privada o pensar que la monta?a es de todos¡±, han clamado en el manifiesto le¨ªdo durante la protesta.
Los ganaderos est¨¢n hartos de visitantes que aparcan en sus campos, ciclistas que cruzan sus propiedades (pese a se?alizar caminos alternativos); de perros que se acercan tanto al ganado en fincas privadas y valladas como a caballos en alta monta?a dentro del parque natural de les Cap?aleres del Ter i del Freser, donde es obligatorio llevar a los canes atados. Ha habido denuncias contra propietarios porque un animal ha abollado la chapa de un coche aparcado por turistas en un campo; o por ralladuras en la carrocer¨ªa hechas por las vallas de retorno en caminos forestales. Ante cualquier accidente, quien debe responder es el ganadero, recuerdan. Y como ejemplo citan un ciclista que se rompi¨® un hombro al chocar contra una valla u otro que al caer se parti¨® un diente. En ambos casos los propietarios tuvieron que pagar.
Albert Vilalta es el ganadero multado. ¡°?Alguien piensa que puse las cintas el¨¦ctricas para matar sapos? Las puse [en un camino de acceso] para evitar que las vacas entren a la carretera general¡±, defiende indignado. ¡°Parece que molestemos y as¨ª no podemos aguantar, el sector de la leche, las ovejas y la carne se hunde. A partir del jueves no podemos tirar purines porque vienen los turistas y huele mal; el ruido de los cencerros molesta. Pero en Barcelona frenan los coches ante los sem¨¢foros cada dos minutos y no pasa nada¡±.
Si Vilalta puso las cintas el¨¦ctricas a ras de suelo fue porque el vecino del cerco olvidaba cerrar la manita del vallado, cuenta. Y si las puso a ras de suelo, fue para evitar que alg¨²n ciclista se accidentara, relata. Los pasos canadienses cuestan no menos de 5.000 euros (entre el modelo homologado y el trabajo de hormigonado para enterrarlo) ¡°y hay pocas ayudas¡±. Las vallas de retorno provocan quejas de los coches.
Todo empez¨® cuando en abril pasado el Centro de Educaci¨®n Ambiental del Alt Ter descubri¨® la existencia de sapos muertos y avis¨® a los agentes rurales. El cuerpo avis¨® a Vilalta, que opt¨® por pedir al vecino que desconectara la electricidad de noche (cuando los sapos se mueven m¨¢s), pero es muy mayor y se olvid¨®, explica. El ganadero, que tiene 100 vacas, cuenta adem¨¢s que solo utiliza el campo durante dos meses, en primavera, antes de que los animales suban a los pastos de alta monta?a. Un mes m¨¢s tarde la entidad local pas¨® por el mismo lugar y volvi¨® a avisar a los forestales, adem¨¢s de subir a Instagram una imagen de los sapos enganchados y muertos, lo que caus¨® un gran revuelo y debate en la misma red. ¡°Pintan bastos, los payeses tambi¨¦n estamos en peligro de extinci¨®n, como las especies protegidas¡±, lamenta el ganadero Vilalta.
Desde Uni¨® de Pagesos, la responsable de Medio Natural, Raquel Serrat, tacha de ¡°excesiva¡± la multa. ¡°No cuestionamos si jur¨ªdicamente es correcta, pero es desproporcionada y se ha hecho un abuso de poder¡±. ¡°Estamos cansados de que se nos acuse de todo, estamos perseguidos, juzgados y criminalizados¡±, suspira y advierte de que el Ripoll¨¨s ¡°es una comarca tur¨ªstica, una fuente de ingresos temporal y basada en el ocio, pero quienes vivimos aqu¨ª todo el a?o, producimos alimentos y gestionamos el territorio somos nosotros¡±.
¡°No hacemos las cosas mal, si se vall¨® el campo es porque a 150 metros est¨¢ la carretera general, imag¨ªnate que una vaca provoca un accidente¡±, apunta. Y lamenta la ¡°desconexi¨®n enorme de la ciudad con el campo¡±. ¡°Igual tambi¨¦n tenemos responsabilidad, pero la monta?a no es un parque tem¨¢tico, no se respeta la propiedad privada y los visitantes entran a cualquier lado¡±.
Serrat tambi¨¦n destaca el impacto de la organizaci¨®n de departamentos del nuevo Govern: antes hab¨ªa Agricultura por un lado y Medio Ambiente por el otro. Y ahora el departamento de Acci¨®n Clim¨¢tica, Alimentaci¨®n y Agenda Rural engloba las dos carteras: ¡°La consejer¨ªa afronta ahora la contradicci¨®n de defender a los campesinos y los ambientalistas¡±, dice, y pide ¡°que se coordinen mejor, que decidan si est¨¢n para defender a los ganaderos o a los sapos¡±.
Fuentes del cuerpo de agentes rurales (que depende de Interior) indican que el 15 de abril recibieron un aviso ciudadano e inspeccionaron la instalaci¨®n del hilado el¨¦ctrico a ras de suelo en un camino de acceso. Que advirtieron al responsable de la instalaci¨®n que deb¨ªa modificarla y que sugirieron levantarla o poner un cierre abatible. En una segunda inspecci¨®n el 31 de mayo se comprob¨® que no se hab¨ªa modificado y se denunci¨® la muerte de los 25 sapos ¡°de la especie bufo-bufo, protegida¡±. La denuncia se remiti¨® a Acci¨®n Clim¨¢tica, que fue quien abri¨® el expediente.
Xavi Bachero, de la entidad de educaci¨®n ambiental Alt Ter, explica que comunicaron el caso a las autoridades competentes ¡°como ocurre en cualquier agresi¨®n al medio¡±. ¡°El problema fue que un mes despu¨¦s pasamos por el mismo lugar y volv¨ªa a haber sapos muertos, muchos m¨¢s que 25¡±, explica. ¡°Es un tema de fauna, la mayor¨ªa de ganaderos act¨²an correctamente. La clave es c¨®mo convive la actividad agraria y ganadera con el disfrute del medio natural, que todo el mundo tome conciencia¡±, resume sobre el conflicto.
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