Un marco mental

Uno de los debates m¨¢s encendidos que estamos viviendo ¨²ltimamente en Catalu?a es el generado en torno a la ampliaci¨®n del aeropuerto de El Prat. A mi modo de ver, una buena noticia, pues por fin centramos la discusi¨®n en una infraestructura clave para nuestra econom¨ªa. Todas las cuestiones complejas ¡ªcomo tambi¨¦n lo son solventar el acceso a la vivienda o convertirnos en una ciudad atractiva para talento¡ª merecer¨ªan que traslad¨¢ramos el debate a un plano t¨¦cnico, para que los expertos nos ayudaran a objetivar nuestras posiciones.

Sobre lo escuchado estos d¨ªas en relaci¨®n con la propuesta de Aena, me preocupa especialmente el modo en el que se ha hecho referencia a los ¡°intereses¡± del mundo empresarial; un colectivo, que, a pesar de su diversidad, se ha mostrado a favor de la ampliaci¨®n del aeropuerto en su pr¨¢ctica totalidad.

Me pregunto por qu¨¦ motivo una medida defendida por las entidades y los agentes socioecon¨®micos m¨¢s representativos de nuestro territorio es sospechosa, justamente, por contar con esos apoyos. Parece que en los ¨²ltimos a?os se ha instalado en Catalu?a un marco mental que no reconoce que el mundo empresarial y econ¨®mico genera oportunidades para la sociedad, del mismo modo que olvida que el dinero p¨²blico proviene de lo generado por las personas y las empresas del ¨¢mbito privado. Quiz¨¢ s¨®lo por ello valdr¨ªa la pena no referirse a ¡°los intereses del tejido empresarial¡± como algo ajeno al conjunto de nuestra sociedad.

Hace falta tener voluntad de liderazgo tomar decisiones econ¨®micas buenas y apoyar a los sectores que crean riqueza

No es casualidad que las posiciones m¨¢s beligerantes contra la ampliaci¨®n del aeropuerto ¡ªTwitter va sembrado¡ª provengan de profesionales del sector p¨²blico, de perfiles ajenos al mundo empresarial o de trabajadores de empresas que reciben subvenciones. Quiz¨¢ porque crean, err¨®neamente, que no les afecta lo m¨¢s m¨ªnimo c¨®mo le vaya a nuestro tejido productivo.

Respecto a los argumentos en contra de la ampliaci¨®n, comparto la preocupaci¨®n por el medioambiente, pero difiero de los que opinan que conllevar¨¢, per se, un incremento del turismo. En este sentido, convendr¨ªa recordar que la ampliaci¨®n de El Prat potenciar¨¢ las rutas de larga distancia, que son las que menos correlacionan con el turismo. Y en cualquier caso, mientras otros aeropuertos cercanos ampl¨ªen su capacidad para captar esos vuelos, los turistas intercontinentales llegar¨¢n de todos modos a Barcelona. O tomamos medidas coordinadas con el resto de la Uni¨®n Europea, o sin la ampliaci¨®n, simplemente perderemos oportunidades.

En Barcelona, la utilizaci¨®n abusiva de la expresi¨®n ¡°monocultivo turismo¡± no ha favorecido un debate sosegado sobre la conveniencia de ampliar el aeropuerto. A pesar de que se trata de una idea que se desmonta con s¨®lo observar el desglose del PIB de Barcelona entre los diferentes sectores econ¨®micos, la expresi¨®n ha calado de tal manera que nos ha llevado a hablar del turismo como si fuera una plaga, en lugar de haber centrado nuestra energ¨ªa en gestionarlo de manera sofisticada y profesional.

En Barcelona la utilizaci¨®n abusiva de la expresi¨®n ¡°monocultivo turismo¡± no ha favorecido un debate sosegado

Como si hubiera algo turbio en ello, tambi¨¦n se ha criticado la ¡°operaci¨®n inmobiliaria¡± que har¨¢ Aena con un suelo de uso comercial y log¨ªstico colindante al aeropuerto. Actualmente, en la primera corona de Barcelona existe una tasa de disponibilidad de naves log¨ªsticas inferior al 2%, lo que indica que necesitamos con urgencia suelo y producto log¨ªstico. Nos guste o no, el incremento de las compras por internet, acelerado durante la pandemia, exige ampliar nuestra capacidad de almacenaje cerca de los n¨²cleos urbanos. La pieza de Aena ayudar¨¢ a mitigar este d¨¦ficit.

Con todo, el argumento en contra que me ha causado m¨¢s asombro es el que sostiene que tener un hub intercontinental no incidir¨¢ en la atracci¨®n de empresas, alegando que aquello verdaderamente importante es el ecosistema econ¨®mico que las acoge. Los que nos dedicamos a implantar empresas en Catalu?a sabemos que cu¨¢ntos m¨¢s vuelos internacionales ofrece una ciudad, m¨¢s talento y m¨¢s empresas es capaz de atraer.

Seguramente Aena deber¨ªa proporcionar m¨¢s informaci¨®n sobre las diferentes opciones que existen para ampliar nuestro aeropuerto y c¨®mo piensa compensar el impacto medioambiental, ¡ªafortunadamente, la Comisi¨®n Europea estar¨¢ vigilante al respecto¡ª, pero deber¨ªamos aceptar, sin rasgarnos las vestiduras, que mantener nuestro aeropuerto infradimensionado, mientras las ciudades m¨¢s ambiciosas de Europa siguen ampliando los suyos, nos resta competitividad.

Todos queremos una Catalu?a rica y plena, pero eso no es algo que vaya a suceder con s¨®lo desearlo; hace falta tener voluntad de liderazgo en un entorno global, tomar buenas decisiones econ¨®micas y apoyar a los sectores que crean riqueza. S¨®lo as¨ª seremos capaces de generar oportunidades para todos.