Un brindis por la birra artesana en Vilanova
El Singlot naci¨® hace 10 a?os como asociaci¨®n y desde entonces se ha erigido en referencia de la nueva cultura cervecera en el Garraf
El pomo est¨¢ algo suelto y la puerta de cristal de la entrada se atranca con el suelo. Pero los asiduos no parecen ver problema alguno para adentrarse en El Singlot, peque?o establecimiento con unos diez a?os de historia que huye de las zonas m¨¢s concurridas de Vilanova i la Geltr¨². Ni extiende mesas y sillas en las familiares plazas de la Vila o del Foment ni se plantea competir con las terrazas y el ajetreo veraniego del paseo mar¨ªtimo. Apenas junto a su entrada cuenta con una mesa alta y dos sillas, que son casi m¨¢s una salida para ganar espacio que para hacer caja.
Sede de una asociaci¨®n creada para velar por la cultura cervecera, no cuenta como bar para la administraci¨®n, pero seg¨²n la RAE cumple a rajatabla: ¡°Local en el que se despachan bebidas que suelen tomarse de pie, ante el mostrador¡±. Y es all¨ª donde se arremolinan los parroquianos, alrededor de la figura de Pepe, encargado de casi todo.
El lunes, sobre la peque?a barra sudaba un queso que invitaba al para¨ªso y, separado solo por un cuenco de tostadas, unas salsas de intenso rojo que, dice la experiencia, mostraban el camino del infierno. Un poco m¨¢s escondidos est¨¢n los tiradores. Su cerveza podr¨ªa ayudar a escoger entre cielo y averno. O ambos.
Se desentender¨¢ de esa elecci¨®n Pepe: cada intento de arrancarle un consejo sobre la consumici¨®n acaba con un discreto gesto que podr¨ªa interpretarse como un ¡°otra vez¡±, el giro de la cabeza y, acompa?ando con el dedo, lectura acotada de los cuatro tipos de cervezas apuntadas en unas pizarras, el men¨² del d¨ªa. Y el silencio. Quiz¨¢s es consciente de que una explicaci¨®n m¨¢s profunda no mejorar¨ªa mucho para alguien capaz de confundir una lager con una stout. Pero tras la elecci¨®n y una peque?a espera, llega la cerveza, acompa?ada de un c¨®mplice ¡°salut!¡±.
Pepe L¨®pez es el director del peque?o establecimiento y a quien responden los grifos que aguardan tras la barra. Con Uruguay como cuna y origen asimismo de su cultura cervecera, recal¨® en 2003 en Catalu?a, donde empez¨® a ofrecer catas y cursos a peque?os grupos de gente interesada en algo que por aquel entonces era aqu¨ª un agujero negro: la cerveza artesana. Tras una serie de catas que hizo en Vilanova uno de los asistentes le traslad¨® la idea de abrir un local para ponerle direcci¨®n a ese inter¨¦s divulgador. Corr¨ªa el a?o 2010 y se pusieron en marcha con El Singlot. Hoy el establecimiento no solo alberga a parroquianos y a almas perdidas, sino que se ha convertido en el cuartel general desde el que, entre otras actividades, se organizan dos veces al a?o festivales (Fes-t¡¯hiu en verano y Fes-t¡¯hi en invierno) en los que se invita a cerveceros artesanos de todas partes a mostrar sus producciones para que quien quiera se las beba.
Para evitar las confusiones
Para evitar confusiones y viajes en vano: El Singlot no es lugar para tomar un caf¨¦. Tampoco para comer un croissant de chocolate. Y por descontado, refrescarse all¨ª con una cerveza industrial tendr¨ªa pinta de desfachatez. No hay nada de eso. Solo cerveza artesana y, desde no hace mucho tiempo, algo de vino natural, ¡°zumos de un colega de la Val d¡¯Aran¡± y kombucha, nuevas referencias que han ampliado la oferta del local con el tiempo. Y para no caer en posibles estereotipos: no se trata de ning¨²n local snob repleto de modernitos ni birras a precio de oro, ah¨ª dentro lo de salirse del carril en temas de birra ¡ªsi es que a¨²n es as¨ª¡ª parecen llevarlo con mucha naturalidad.
El encargado de este establecimiento comparte la elaboraci¨®n de cerveza con las algo m¨¢s de cuatro horas diarias de voluntariado ¡ªsin cobrar¡ª, que pasa en El Singlot. Lo que s¨ª hace la entidad es comprarle parte de la cerveza que produce su marca, La Font del Diable. ¡°Me parece que con eso ya hay m¨¢s que suficiente; yo aqu¨ª detr¨¢s ya me estoy formando cada d¨ªa¡±, dice, modesto, pese a que el lunes en el men¨² del d¨ªa no constaba ninguna de sus elaboraciones.
Todo lo que recauda El Singlot se invierte ¡°en m¨¢s cerveza y en la cultura de la birra¡±. Y en los quesos que van desapareciendo de la barra ¡ªlas salsas y otras cuestiones como pepinillos gigantes en vinagre acostumbran a ser generosas aportaciones de los socios¡ª. Hace un tiempo en El Singlot se pod¨ªa pedir una tabla de quesos, e incluso otras delicadezas para picar por las que hab¨ªa que pasar por caja. Pepe, cansado de vigilar que el material no se echara a perder por la falta de capricho de los clientes, decidi¨® cambiar de m¨¦todo. Comprarlo y dejarlo en el mostrador. ¡°Ya que regalamos el queso, mejor que sea bueno y que se lo compremos a quien lo trabaja con cari?o y honestidad¡±, dice sobre las piezas que maneja, muchas veces en colaboraci¨®n con una tienda de quesos de la ciudad.
Y lo mismo que hace con la comida repite con la cerveza. ¡°Intentamos tener cerveza de la gente que conocemos. Aqu¨ª no dejo entrar a un comercial, que lo ¨²nico que quieren ver es a cu¨¢nto vendemos la cerveza¡±, explica. Su cultura debe ser vasta, porque adem¨¢s de las cervezas del men¨² diario, la carta la forman decenas de cervezas, de tipos, formas, tama?os y procedencias variadas, alineadas sobre las estanter¨ªas que visten las paredes del local.
En el local o en casa
A?o de fundaci¨®n: 2010
Propietario: El Singlot, una de las primeras asociaciones para dar a conocer la cultura en torno a la cerveza artesana en Catalu?a
Plato recomendado: Como en casa, se come lo que hay. Para beber se puede pedir consejo entre las cervezas del men¨² y las de las carta (que son m¨¢s para llevar; no todas caben en la nevera).
La mejor hora: Son cuatro, entre las 18.00 y las 22.00, las de apertura.
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