Infraestructuras y pacto social
Es necesaria menos pasi¨®n e ideolog¨ªa y m¨¢s argumetnos, estudios, proyectos s¨®lidos y comunicaci¨®n para decidir el futuro la obra p¨²blica
La implantaci¨®n de fuentes de energ¨ªa renovable, especialmente la e¨®lica, la ampliaci¨®n del aeropuerto de El Prat y el modelo aeroportuario catal¨¢n y, ahora, la gesti¨®n de las v¨ªas de alta capacidad. Los diferentes debates sobre el futuro de las infraestructuras ¨Cla financiaci¨®n, la gesti¨®n, el mantenimiento y sus impactos sociales, econ¨®micos, ambientales y territoriales¨C generan pasiones y mucho ruido en Catalu?a porque desde hace muchos a?os las administraciones han sido incapaces de tener una posici¨®n clara y compartida desde la que estructurar el debate, con el sector privado, generando el consenso ciudadano necesario. Nos hace falta menos pasi¨®n e ideolog¨ªa y m¨¢s argumentos, estudios, proyectos s¨®lidos y comunicaci¨®n.
El ¨²ltimo Pacto Nacional de Infraestructuras de Catalu?a data de noviembre de 2009, sin que haya habido ninguna actualizaci¨®n y sin que ning¨²n gobierno haya desarrollado la potencialidad de aquel acuerdo que tuvo un amplio consenso pol¨ªtico y social. Es cierto que aquel documento no ten¨ªa una soluci¨®n m¨¢gica para ninguno de los tres debates que este 2021 se nos hacen urgentes de resolver, pero s¨ª que situaba un punto de partida desde donde tomar decisiones.
Las infraestructuras son un pacto social y como tal necesitan un an¨¢lisis compartido de la realidad catalana y de los objetivos que nos proponemos como pa¨ªs. En el caso del modelo de financiaci¨®n de las autopistas tenemos que tener en cuenta que Catalu?a ha sufrido las consecuencias de un modelo extremadamente heterog¨¦neo, poco transparente y, en alg¨²n caso, abusivo territorialmente. Pero el precio para desmantelar este modelo no puede ser la ausencia de uno o uno nuevo que tenga como consecuencia el empeoramiento de la calidad de las infraestructuras y el aumento de la congesti¨®n.
Es verdad que en todo el Estado el impuesto de hidrocarburos recauda mucho m¨¢s ¡ª12.604 millones de euros en 2019¡ª que no las inversiones que se hacen en carreteras ¡ªentre 3.500 y 4.500 millones anuales¡ª pero como estos recursos se derivan a otras finalidades, hay que encontrar ingresos necesarios para tener una red de v¨ªas de altas prestaciones de primer orden. Ni la econom¨ªa ni el equilibrio territorial catal¨¢n se puede permitir prescindir de una buena AP-7 o de un buen Eix Transversal.
Hay que poner sobre la mesa tambi¨¦n todas las externalidades que generan los desplazamientos por carretera, especialmente los ligados a la sostenibilidad y a la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Lo tiene claro la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen: ¡°El transporte por carretera es el ¨²nico sector que ha aumentado las emisiones en los ¨²ltimos a?os. Hay que revertir esta tendencia¡±.
Adem¨¢s, acceder a los fondos europeos ¡ªimprescindibles para la recuperaci¨®n econ¨®mica¡ª requerir¨¢ de reformas estructurales. La de la financiaci¨®n de nuestro modelo de carreteras podr¨ªa ser la primera. La soluci¨®n no es sencilla, pero hace falta un modelo que se entienda y sea compartido, que sea un instrumento de mejora ambiental ¡ªquien m¨¢s kil¨®metros recorre m¨¢s paga¡ª, que no perjudique a aquellos quienes no tienen alternativa competitiva en transporte p¨²blico y que tenga en cuenta que Catalu?a es lugar de paso de mercanc¨ªas entre Europa y la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica. C¨®mo dice la economista Mariana Mazzucato, ¡°la econom¨ªa es una creaci¨®n conjunta¡±. Que tambi¨¦n lo sean nuestros modelos de infraestructuras viarias, aeroportuarias o energ¨¦ticas.
Oriol Altisench es decano del Colegio de Ingenier¨ªa de Caminos, Canales y Puertos de Catalu?a
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