Las fotos desconocidas de Antoni Miralda
El artista recupera 7.500 negativos in¨¦ditos con los que prepara un libro y una exposici¨®n que podr¨¢ verse en La Virreina Centre de la Imatge de Barcelona
Un asombroso primer plano de Twiggy, la modelo que revolucion¨® los c¨¢nones est¨¦ticos femeninos, junto a unas ancianas de Berga y un grupo de majorettes de Coney Island. Un ritual en la India, junto a una romer¨ªa en Oviedo, una misa en Lourdes y una procesi¨®n en el Bronx. Y as¨ª hasta 7.500 fotograf¨ªas, que Antoni Miralda (Barcelona, 1942) capt¨® en los primeros a?os de su carrera, durante sus viajes, cuando realizaba fotos de moda para vivir, mientras buscaba el camino que le llevar¨ªa a convertirse en uno de los artistas de referencia de su generaci¨®n. Encerradas en una caja en formato negativo, como se usaba cuando la tecnolog¨ªa digital no exist¨ªa, estas im¨¢genes estuvieron guardadas durante d¨¦cadas, hasta que el propio Miralda se olvid¨® de ellas. Aparecieron hace unos meses cuando recogi¨® su archivo, depositado en el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona, para buscar material para el libro de Honeymoon, el proyecto en el cual casa la conquista (el Monumento a Col¨®n de Barcelona) con la liberaci¨®n (la Estatua de la Libertad de Nueva York), especialmente pertinente en un momento de debate sobre los monumentos a personajes hist¨®ricos, culpables de violencias y abusos.
¡°Me acordaba de las fotos de moda que hac¨ªa para sobrevivir en Par¨ªs y Londres entre 1962 y 1971, pero en la caja encontramos muchos negativos que nunca fueron revelados y de los que no ten¨ªa ning¨²n recuerdo. Se que son m¨ªos porque est¨¢n entre mis fotos y me acuerdo haber estado en aquellos lugares en aquel momento, pero algunas im¨¢genes me resultan completamente nuevas¡±, explica Miralda, que est¨¢ trabajando en obras realizadas entre 1959 y 1995. Ser¨¢ este periodo el protagonista de un libro, que reunir¨¢ unas 300 im¨¢genes y de una exposici¨®n en La Virreina Centre de la Imatge de Barcelona, que est¨¢ preparando junto a Ignasi Duarte, artista, realizador, comisario y colaborador de Miralda desde hace a?os. ¡°Miralda tiene una trayectoria art¨ªstica multidisciplinar muy extensa y reconocida internacionalmente, pero primero fue fot¨®grafo. Lo descubrimos sesenta a?os despu¨¦s cuando, entre los cientos de miles de documentos de su archivo, encontramos la caja con los cerca de 7.500 negativos in¨¦ditos que lo certifican. Un hallazgo hist¨®rico que reescribe su carrera, a?adiendo otra capa m¨¢s de complejidad a su obra¡±, asegura Duarte, afincado en Par¨ªs desde 2014 que ha vuelto a Barcelona para este proyecto.
Se trata de una colecci¨®n extraordinaria de rostros impactantes, situaciones imprevistas y contextos lejanos, que Miralda aborda con sinceridad, miente abierta y una suerte de curiosidad emp¨¢tica, ajena a cualquier inter¨¦s por lo ex¨®tico. En su mirada original, que aprovecha los matices y contrastes del blanco y negro de una forma cautivadora, ya aparecen los temas que centrar¨¢n su obra en las d¨¦cadas siguientes: el inter¨¦s por los rituales, la espiritualidad y lo esot¨¦rico, la fascinaci¨®n por los alimentos y la comida y sus implicaciones sociales y pol¨ªticas. ¡°Lo m¨¢s curioso es que encontr¨¦ mi camino gracias a la fotograf¨ªa. Era 1962 y la Diputaci¨®n de Barcelona me concedi¨® una beca por un collage fotogr¨¢fico con la que pude proseguir los estudios en Par¨ªs¡±, recuerda Miralda.
El artista se llev¨® una c¨¢mara de su padre, que por aquel entonces ten¨ªa un peque?o laboratorio en su casa de Tarrasa, donde hab¨ªa revelado sus primeras capturas: las sardanas bailadas en las plazas catalanas y las fotos de la ¡°mili¡± en Castillejos. Son aquellas primeras experiencias que desembocar¨¢n en las c¨¦lebres obras (escultura e instalaciones, pero tambi¨¦n fotograf¨ªas) de ej¨¦rcitos de soldaditos a la conquista de cuerpos desnudos. ¡°Las im¨¢genes in¨¦ditas que hemos encontrado revelan la formaci¨®n del ojo del artista. En las fotograf¨ªas que van de 1959 a 1965 vemos c¨®mo se construye su punto de vista y a partir de 1965 en paralelo a su obra pl¨¢stica, constatamos c¨®mo a trav¨¦s de la c¨¢mara profundiza en campos que abordara? en su obra posterior¡±, indica Duarte. ¡°Nunca dej¨¦ de hacer fotos, pero hacia finales de los 80 dej¨¦ la aproximaci¨®n etnogr¨¢fica y documental, para documentar mi experiencia y mi trabajo¡±, contin¨²a el artista.
Rodeado de im¨¢genes que van del glamur de las modelos de Elle, (fue el primero y probablemente el ¨²nico que sac¨® Twiggy del estudio a la calle), a los conflictos raciales de Nueva York, Miralda recuerda an¨¦cdotas como aquella foto en la que aparece el cr¨ªtico Pierre Restany con los artistas catalanes en Par¨ªs, solo falta Miralda, el fot¨®grafo. En cambio, est¨¢ Joan Rabascall, que sigue viviendo en la capital francesa y ahora le est¨¢ ayudando a fechar las im¨¢genes encontradas. Por su parte Duarte no podr¨ªa estar m¨¢s satisfecho por poder trabajar con un material in¨¦dito tan valioso. ¡°La aproximaci¨®n que hace desde la fotograf¨ªa a los rituales sacros o paganos, al espacio p¨²blico y a diferentes comunidades culturales, no s¨®lo prefigura los trabajos venideros, sino que configura un legado fotogr¨¢fico ¨²nico, que trasciende Espa?a y le coloca a la altura de los grandes fot¨®grafos internacionales de la segunda mitad del siglo XX¡±, concluye.
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