Swing balear para la postpendemia

La edici¨®n 53 del Festival de Jazz de Barcelona iz¨® velas este mi¨¦rcoles en el Palau de la M¨²sica y comenz¨® su nueva traves¨ªa que le llevar¨¢ hasta bien entrado 2022. La inauguraci¨®n rehuy¨® los fastos de anta?o con alg¨²n nombre de campanillas del g¨¦nero para centrarse en algo m¨¢s cercano: una figura no habitual en el certamen como Maria del Mar Bonet. En 53 a?os sus caminos no se hab¨ªan cruzado nunca aunque realmente la mallorquina pod¨ªa haber estado mucho antes en la programaci¨®n del festival ya que no se trataba de su primera incursi¨®n en el mundo jazz¨ªstico.

Bonet se present¨® al frente de la Big Band Begues que dirige Toni Cuenca, un espect¨¢culo que hab¨ªa estrenado hace un par de a?os pero que vio truncado su recorrido por la irrupci¨®n de la pandemia y que ahora ha podido recuperar. Los acercamientos previos de Bonet al jazz siempre hab¨ªan sido algo t¨ªmidos, en peque?o formato. Esta vez, arropada por la potencia instrumental de 19 m¨²sicos, la cosa tom¨® una dimensi¨®n mucho mayor. Y, alej¨¢ndose un poco de su estilo habitual, mucho m¨¢s festivo gracias a la incorporaci¨®n de algunas canciones de Bonet de San Pedro. Recuperando el l¨¦xico de la ¨¦poca deber¨ªamos hablar de algunos bailables ya que, adem¨¢s de presentarlos as¨ª, la Bonet mostr¨® sus habilidades danzantes (muy discretamente, eso s¨ª) sobre los ritmos contagiosos de la orquesta, puro swing balear, y consigui¨® algo inaudito en sus conciertos: que el p¨²blico acabara en movimiento y picando palmas.

Bonet de San Pedro fue la novedad en una propuesta que se pase¨® entre algunos cl¨¢sicos del repertorio de la cantautora y est¨¢ndares jazz¨ªsticos traducidos al catal¨¢n como Lover Man, Embrazable You o su ya cl¨¢sica versi¨®n de Jim adaptada en el lejano 1979 por Quico Pi de la Serra. Los arreglos de Toni Cuenca buscaron la parte m¨¢s festiva de una Bonet que parec¨ªa encontrarse a sus anchas en aquel ambiente musical un tanto exuberante.

A pesar de la riqueza sonora, uno de los momentos m¨¢s entra?ables de la noche se produjo cuando Bonet se qued¨® a solas con el contrabajo de Toni Cuenca. En cambio, en otro tema la presencia de la magn¨ªfica saxofonista chilena Melissa Aldana no pas¨® de lo anecd¨®tico.

Una velada alegre y festiva en un ambiente en el que solo las mascarillas nos recordaban que la covid-19 todav¨ªa acecha. El swing balear de la Bonet abri¨® las puertas tal vez no de la normalidad pero s¨ª de una alegr¨ªa post pand¨¦mica que nos hac¨ªa mucha falta.