¡®Barcelona 2059¡¯: dejar el apocalipsis a cambio de la intimidad
Nueve relatos de otros tantos escritores catalanes construyen una realidad conjunta dist¨®pica con una capital catalana de posthumanos
Llueve barro durante semanas. Las gaviotas atacan a los escasos transe¨²ntes, los 50 grados cent¨ªgrados es una temperatura habitual en las calles dominadas por narcotraficantes¡ Es f¨¢cil abandonar esta Barcelona de aire irrespirable y explosiones continuas (tipo Los ¨²ltimos d¨ªas, filme de los hermanos Pastor), cuya menguante poblaci¨®n ha pasado ya por su tercer confinamiento por pandemia v¨ªrica: se trata de ir a Neo Ic¨¤ria, la plataforma-ciudad frente a la costa, con viviendas high-tech y alimentaci¨®n gratis, retraso del envejecimiento garantizado e inclusi¨®n en sociedad igualitaria. Todo eso a cambio de estar dispuesto a someterse a peri¨®dicos implantes en el cuerpo a conveniencia de las autoridades y de que la vida le sea p¨²blicamente monitorizada. ?Compra?
Ese planteamiento moral es el cord¨®n umbilical t¨¢cito de los nueve relatos que conforman Barcelona 2059. Ciutat de posthumans, la propuesta dist¨®pica de otros tantos autores de ciencia-ficci¨®n catalanes que ha reunido la editorial Mai M¨¦s. La proposici¨®n, sugerente contenido aparte, va m¨¢s all¨¢ de una antolog¨ªa de relatos ya que se trata, en el fondo, de una novela escrita a 18 manos a partir de ¡°una realidad interrelacionada¡±, apunta Ricard Ruiz Garz¨®n, uno de los autores, ide¨®logo del proyecto y comisario del flamante 42, Festival de G¨¦neros Fant¨¢sticos de Barcelona, que este domingo ha concluido en la capital catalana.
¡°Se trataba de que todos los relatos compartieran un universo com¨²n, con unas reglas escogidas entre todos, algo poco usual en la literatura catalana¡±, fija Ruiz Garz¨®n, que cita como precedente el caso del cuarteto que formaron bajo esa premisa Elia Barcel¨®, C¨¦sar Mallorqu¨ª, Juli¨¢n D¨ªez y Armando Boix, padres corales de la provincia imaginaria de Umbr¨ªa. La ciudad de Barcelona y el posthumanismo como eje acabaron dibujando el tri¨¢ngulo sobre el que trabajaron Roser Cabr¨¦-Verdiell, Ivan Ledesma, Salvador Macip, Jordi Nopca, Bel Olid, Laura Tom¨¤s Mora, Carme Torras y Susana Vallejo, am¨¦n de Ruiz Garz¨®n.
Desde una primera cita por Zoom el 16 de junio de 2020 de m¨¢s de dos horas, dos encuentros virtuales m¨¢s, tres formularios con propuestas y docenas de correos electr¨®nicos durante nueve meses permitieron llegar a un worldbuilding, cuya piedra de toque est¨¢ en el tan sugerente como inquietante contrato de ciudadan¨ªa de Neo Ic¨¤ria que abre el libro, con los cinco compromisos por parte de la plataforma-ciudad y otros cinco de los futuros ciudadanos. A partir de ese hilo conductor (una ciudad flotante posthumana fundada por una empresaria visionaria y en donde los ciudadanos son sometidos peri¨®dicamente a modificaciones corporales y a una vida monitorizada) hubo, conocidas las historias de cada autor por el resto, ¡°intercambios de materiales, situaciones y personajes o la idea de elaborar un mismo tema desde perspectivas distintas¡±, resume Ruiz Garz¨®n.
Sobre ese mar te¨®rico se lanzaron anclas comunes en buena parte de los nueve relatos, como la presencia de la ingeniera-empresaria y fundadora de la plataforma-ciudad Simeona Stumph, la existencia del Torraway Center (por donde deben pasar todos los nuevos ciudadanos de Neo Ic¨¤ria), la aparici¨®n de un aparato de realidad virtual que permite al usuario interactuar con su pasado y, por supuesto, que todos los ciudadanos est¨¢n obligados a dejarse hacer implantes y a ser espiados por c¨¢maras las 24 horas del d¨ªa. Esto ¨²ltimo, en una de las narraciones, permite que esa intimidad compartida convierta a un ciudadano en una aut¨¦ntica celebrity de Neo Ic¨¤ria.
Y as¨ª, en Barcelona 2059 (gui?o al 1859 del nacimiento del Eixample de Ildefons Cerd¨¤), una supuesta plaga de medusas robot amenaza el futuro de Neo Ic¨¤ria; un dispositivo permite a su usuario cambiar de genitales en cualquier momento, una mujer espera recuperar el v¨ªnculo con su pareja ya muerta a partir de los implantes que le hab¨ªa dejado¡ ¡°Pero la gran pregunta del libro es: ?por vivir de manera hedonista, sin preocupaciones de ning¨²n tipo, sin trabajar, incluso, est¨¢s dispuesto a ceder tu cuerpo y tu intimidad?¡±, formula Ruiz Garz¨®n.
El relato de Cabr¨¦-Verdiell fue fragmentado en dos y es el que, merced a su atractivo arranque (en su Barcelona, tras d¨¦cadas de exilio, ¡°s¨®lo quedan los miserables y los idealistas¡±) y su polis¨¦mico final, abre y cierra un libro que, seg¨²n los editores de Mai M¨¦s, Judit Terradellas y Sergio P¨¦rez, quiz¨¢ sea, como toda obra de ciencia-ficci¨®n, ¡°una herramienta de construcci¨®n de futuros¡±, pero sin duda habla tambi¨¦n de los tiempos en que ha sido escrita.
6.000 asistentes y nueve premios en el Festival 42
¡±Se ha roto un prejuicio y ha nacido una oportunidad; se est¨¢ produciendo un cambio cultural y generacional con los g¨¦neros fant¨¢sticos en el que Barcelona puede jugar un papel dinamizador y prescriptor creciente¡±. As¨ª se manifestaba ayer el escritor y periodista Ricard Ruiz Garz¨®n, al cierre de 42, primer Festival de G¨¦neros Fant¨¢sticos de Barcelona, que ha dirigido desde el mi¨¦rcoles en la f¨¢brica de creaci¨®n de Fabra y Coats de Barcelona.. Los primeros n¨²meros parecen darle la raz¨®n: unas 6.000 personas (dos mil bajo un formato virtual) han seguido las 74 actividades, que han reunido a dos centenares de autores, entre ellos nombres tan rutilantes como Susanna Clarke, F¨¦lix J. Palma y Anna Starobinets.
El 42 tambi¨¦n ha querido construir su constelaci¨®n otorgando una generosa lista de nueve galardonados. As¨ª, La Companyia N¨®rdica, de Albert Villar¨® (Columna), y Basilisco, de Jon Bilbao (Impedimenta), han obtenido los premios a la mejor obra en catal¨¢n y castellano. In¨¦s Macpherson (El secreto de Luc¨ªa Morke y participante en la antolog¨ªa Extraordin¨¤ries) y Desir¨¦e de Fez (Reina del grito) han sido las autoras revelaci¨®n, mientras las mejores traducciones han reca¨ªdo en la labor de Ferran R¨¤fols para Exhalaci¨®, de Ted Chiang; la de Mart¨ª Sales para L¡¯home il¡¤lustrat, de Ray Bradbury, y la de ?scar Palmer en Matadero 5, o la cruzada de los ni?os, de Albert Monteys y Ryan North. Los premios honor¨ªficos se lo han llevado dos instituciones: Antoni Munn¨¦-Jord¨¤, incansable divulgador y decisivo en la creaci¨®n de la Societat Catalana de Ci¨¨ncia-Ficci¨® i Fantasia, y Cristina Mac¨ªa, alma mater del Festival Celsius 232 de Avil¨¦s. Buen despegue.
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