El sue?o roto de una opositora: de fiscal a acusada

El sue?o de Raquel Badia de convertirse en fiscal empez¨® a quebrarse hace 10 a?os con el env¨ªo de un fax a los responsables de las pruebas de selecci¨®n. Un informe m¨¦dico firmado por una presunta psiquiatra del Hospital Vall d¡¯Hebron relataba que Badia sufr¨ªa un ¡°grave estr¨¦s¡± y ped¨ªa posponer la fecha del tercer examen para poder hacer ¡°reposo¡± y estudiar ¡°con tranquilidad¡±. Todo era un invento, incluso el nombre de la doctora: el informe fue confeccionado, seg¨²n la Fiscal¨ªa, por Badia. La mujer acab¨® perdiendo la plaza y los papeles. Acus¨® a jueces y fiscales y se present¨® como v¨ªctima de una suplantaci¨®n de identidad que nunca fue tal, seg¨²n la tesis de la Fiscal¨ªa, la instituci¨®n a la que ha estado a punto de pertenecer y que ahora la sienta en el banquillo de los acusados.

Badia no lleg¨® a ser nombrada fiscal porque, tras el incidente del fax y el env¨ªo de correos electr¨®nicos amenazantes -de los que niega ser autora- fue considerada no apta. ¡°Padece alteraciones psicopatol¨®gicas que la incapacitan para desarrollar las tareas de fiscal¡±, seg¨²n el informe pericial que justific¨® su exclusi¨®n de la lista de nombramientos en mayo de 2012. Para entonces, Badia ya hab¨ªa superado la oposici¨®n e incluso hab¨ªa completado su paso por la escuela de fiscales, ubicada en Madrid. Ha intentado combatir, sin ¨¦xito, una decisi¨®n que considera ¡°injusta¡± ante la administraci¨®n y en los tribunales. En la v¨ªa penal, por ahora, no le ha ido mucho mejor.

La mujer, que tiene 47 a?os y ahora ejerce como abogada -aunque est¨¢ volcada, sobre todo, en defender su inocencia y reivindicar su plaza de fiscal- ser¨¢ juzgada el pr¨®ximo febrero por falsedad documental, simulaci¨®n de delito y calumnias contra seis autoridades. La Fiscal¨ªa pide una pena de casi tres a?os de c¨¢rcel. En su escrito, al que ha accedido EL PA?S, el fiscal Roberto Valverde explica que, cuando fue citada por los m¨¦dicos a petici¨®n del tribunal de selecci¨®n por el informe m¨¦dico falso, Badia fabul¨® una historia para ¡°eludir su responsabilidad¡±. Denunci¨® ante los Mossos d¡¯Esquadra que alguien hab¨ªa suplantado su identidad y no solo hab¨ªa enviado el fax de la psiquiatra, sino que hab¨ªa creado cuentas de Yahoo a su nombre desde la que enviaba correos para perjudicarla. Esos mensajes conten¨ªan ataques gratuitos a sus compa?eros de oposici¨®n y denuncias igualmente graves a jueces y fiscales.

Para la Fiscal¨ªa, no existe duda alguna de que Badia, en un juego de autosuplantaci¨®n con el que pretend¨ªa cubrirse las espaldas, fue la autora de todos esos mensajes. La denuncia de Badia ante los Mossos dio lugar a una investigaci¨®n dirigida por el titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Barcelona, Joaqu¨ªn Aguirre, que acab¨® volvi¨¦ndose contra ella. El fax y los correos hab¨ªan sido enviados desde un locutorio de la Gran V¨ªa de Barcelona. Su due?o, un ciudadano paquistan¨ª, dijo que el documento le fue entregado por una mujer ¡°espa?ola, de unos 40 a?os, 1.60 metros, pelo negro y tez blanca¡±, lo que, constata la Fiscal¨ªa, ¡°coincide¡± con el perfil de Badia. Es cierto que m¨¢s tarde, cuando se le mostr¨® una fotograf¨ªa, no supo reconocerla, pero la Fiscal¨ªa lo considera irrelevante. El juez acab¨® abriendo diligencias contra ella en mayo de 2012, que son las que ahora le llevan al banquillo.

En la historia de Badia, que lleg¨® a ejercer como jueza sustituta, subyace la dureza extrema de las oposiciones a juez y fiscal. El informe m¨¦dico que condujo a su exclusi¨®n explica que estuvo siete a?os preparando la oposici¨®n ¡°con una dedicaci¨®n casi absoluta¡± y sin apenas vida social. El ¡°largo y duro proceso selectivo¡± le provoc¨® un ¡°trastorno adaptativo¡±. Badia, como se?ala el informe, piensa que es ¡°v¨ªctima de una conspiraci¨®n para hacerle da?o¡±. Como en una profec¨ªa autocumplida, sus sospechas de que est¨¢n contra ella se hacen realidad, subraya el informe. Ante los problemas que estaba generando, hubo una ¡°negativa masiva de fiscales a asumir su tutor¨ªa¡±. Ella sigue insistiendo, incluso hoy: alguien la quiere perjudicar y no va a dejar de luchar para demostrarlo.

Durante tres a?os, en distintas oleadas, Badia -o el suplantador, seg¨²n la tesis de la defensa- envi¨® correos electr¨®nicos delirantes. En el oto?o de 2011, tras aterrizar en Madrid, arremeti¨® contra sus compa?eras, a las que llama ¡°ni?atas¡±: ¡°Todas lo necesit¨¢is, especialmente las que os cre¨¦is inmejorables y no me lleg¨¢is a la altura de la suela¡±. En la primavera de 2012, antes de su exclusi¨®n y tambi¨¦n desde el locutorio de Gran V¨ªa, acus¨® a su fiscal preparador de abusos sexuales y al juez Aguirre de prevaricar por una investigaci¨®n ¡°obscenamente pasiva¡± que no hab¨ªa logrado dar con el responsable de la supuesta usurpaci¨®n de identidad. En el invierno de 2013, se vanaglori¨® de que regresaba a la carrera fiscal: ¡°Aprended de c¨®mo destruyo a quien se me enfrenta¡±, y acusaba a la entonces fiscal superior de Catalu?a, Teresa Compte, de encubrir el denunciado acoso sexual. Ese ¨²ltimo correo le vali¨® una querella de la fiscal Ana Magaldi.

El fiscal de delitos inform¨¢ticos que lleva el caso insiste en que fue Badia quien envi¨® los correos. La mujer no ha aportado ¡°ning¨²n dato de qui¨¦n puede ser el suplantador¡±. Adem¨¢s, el contenido de los correos (algunos de varios folios) indica que el autor tuvo que ser ¡°alguien cercano¡± a ella porque conoce ¡°aspectos de la vida privada de los opositores¡±, ¡°vivencias¡± de la propia Badia y de su preparador. Una de las alegaciones que hace la mujer en su defensa es que algunos correos se enviaron desde Barcelona cuando ella estaba en Madrid. Un obst¨¢culo salvable, insiste el fiscal: es perfectamente posible hacerlo con programas o aplicaciones de acceso remoto. La tesis de Badia es que fue v¨ªctima de un delito inform¨¢tico.