Muere Oriol Bohigas, el arquitecto de Barcelona
Urbanista, pensador, intelectual y agitador, llev¨® unos est¨¢ndares de dignidad a los barrios
Arquitecto, urbanista, pensador, intelectual, agitador¡ Es imposible dar con una definici¨®n somera y corta de Oriol Bohigas (Barcelona, 1925), fallecido este martes a los 95 a?os. Fue todo eso, y probablemente mucho m¨¢s, sobre todo para la capital catalana porque Bohigas fue uno de los padres del conocido Modelo Barcelona, aquel que en los primeros a?os de la democracia llev¨® unos est¨¢ndares de dignidad a los barrios, desde Ciutat Vella hasta Nou Barris. Una transformaci¨®n urbana que abri¨® la ciudad al mar, al que hist¨®ricamente le daba la espalda. A Bohigas, que defin¨ªa la arquitectura como un ¡°artefacto¡± social, se le ha considerado una de las principales figuras de la arquitectura espa?ola contempor¨¢nea.
Mi ¨²ltima conversaci¨®n larga con ¨¦l fue en su casa/estudio, en junio de 2014 para una entrevista por su libro Refer la Mem¨°ria (RBA), en el que hac¨ªa un ampl¨ªsimo recorrido de su vida, de la evoluci¨®n de la ciudad, de la arquitectura, de la pol¨ªtica y los pol¨ªticos¡ Coqueto, genio y figura, Bohigas se present¨® impecable al encuentro -con sus calcetines de colores- con ese tono ir¨®nico con el que defend¨ªa sus convicciones desde lo pol¨ªtico ¨Cdec¨ªa que no hab¨ªa ning¨²n pol¨ªtico capaz de crear la gran Barcelona que hac¨ªa falta - a lo arquitect¨®nico con una carga de profundidad sobre la Sagrada Familia: ¡°Un asesinato de Gaud¨ª¡±.
Bohigas se encamin¨® hacia la arquitectura un poco por casualidad, por un comentario que hizo Josep Martorell, amigo de bachillerato y con el que fund¨® a?os despu¨¦s el estudio MBM (Martorell, Bohigas y David Mackay). Se gradu¨® en la Escola T¨¨cnica Superior d¡¯Arquitectura de Barcelona (Etsab) en 1951 e inmediatamente se integr¨® en el Grup R que en pleno franquismo impuls¨® la arquitectura racionalista. Un momento en el que la arquitectura se mezclaba con la pol¨ªtica y con el activismo cultural. Fue uno de los nombres propios de la gauche divine que aglutin¨® a la burgues¨ªa progresista, intelectual y antifranquista. Aquella movida barcelonesa que tuvo como sede de reuni¨®n ¨Cy de diversi¨®n- la hist¨®rica sala Bocaccio. De aquella ¨¦poca, el arquitecto, abiertamente amigo de la juerga, recordaba que al d¨ªa siguiente ¨¦l iba a trabajar.
Fue uno de los nombres propios de la llamada Escuela de Barcelona, con sus socios de despacho y otros del ramillete arquitect¨®nico del momento como Correa, Mil¨¤, Clotet-Tusquets-Cirici-Bonet y Mora-Pi?¨®n-Viaplana, entre otros. Dirigi¨® la Etsab entre 1977 y 1980, hasta que se integr¨® en la incipiente ¨¢rea de urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona, entonces dirigido por el socialista Narc¨ªs Serra. Bohigas fue delegado de Urbanismo desde 1980 a 1984 en una ciudad gris, de barrios abandonados. Se pens¨® bastante la propuesta de Serra y el s¨ª final lo determin¨® la idea de la candidatura ol¨ªmpica de Barcelona, en aquel momento casi una quimera, pero ya en el horizonte.
Primero con Serra y despu¨¦s con Pasqual Maragall, Bohigas fue un impulsor de la transformaci¨®n urban¨ªstica que defini¨® con un concepto: ¡°Monumentalizar la periferia y funcionalizar el centro¡±. El prop¨®sito era dar calidad al espacio p¨²blico de los barrios, dotarlos de equipamientos y de infraestructuras; y en el centro, abocado a los servicios y comercios, que hubiera escuelas p¨²blicas. Continu¨® con ese objetivo desde su despacho profesional cuando dej¨® el Ayuntamiento al que regres¨® siete a?os despu¨¦s (1991) para ocupar la cartera de Cultura. Una etapa en la que impuls¨® el plan de bibliotecas y que acab¨® en 1994 con cierto regusto de amargura por no ver respaldado con inversiones un ambicioso plan cultural. ¡°M¨¢tame, pero no a pellizcos¡±, fue una famosa frase que le dirigi¨® a Maragall por la falta de medios.
No milit¨® en el PSC, pero estuvo situado en su ¨®rbita, especialmente en los a?os de Maragall. De la pol¨ªtica se fue distanciando progresivamente por la desconexi¨®n de sus actores con la sociedad. Se declar¨® abiertamente independentista en los primeros compases del proc¨¦s y firm¨® un manifiesto a favor de la consulta sobre la autodeterminaci¨®n. Catalanista de izquierdas, hijo de Pere Bohigas i Tarrag¨® (periodista), siempre cont¨® con un ampl¨ªsimo c¨ªrculo de amistades y conocidos con los que le encantaba debatir de todo, con una copa en la mano en no pocas ocasiones. Tertulias o encuentros en su cuartel general; su casa estudio en la Plaza Reial, en el coraz¨®n de Ciutat Vella. Se traslad¨® all¨ª a principios de los a?os setenta con su compa?era desde hace m¨¢s de 40 a?os y tambi¨¦n arquitecta, Beth Gal¨ª. Tuvo cinco hijos, uno de ellos tambi¨¦n arquitecto, Josep Bohigas.
Bohigas era un agente cultural en su sentido m¨¢s amplio. Entre 1975 y 1999 estuvo al frente de Ediciones 62, promovi¨® tambi¨¦n la Fundaci¨® Joan Mir¨® ¨Cque dirigi¨® entre 1981 y 1988- ¨¦poca en la que afront¨® la ampliaci¨®n del edificio. Desde 2003 hasta 2011 asumi¨® la presidencia del Ateneu Barcelon¨¨s en el que tambi¨¦n impuls¨® la importante transformaci¨®n del edificio para que pudiera tener m¨¢s actividad. Su idea de dirigir o estar al frente de cosas supon¨ªa intervenir, acci¨®n. No era solo cuesti¨®n de figurar.
Como urbanista, a Bohigas se le ha vinculado tambi¨¦n con las plazas duras de Barcelona ¨C la dels Pa?sos Catalans, la de Sants, o el parque del Escorxador- en una etapa que comparti¨® codo con codo con el que fue arquitecto jefe del Consistorio, Josep Anton Acebillo. Dos nombres clave en la transformaci¨®n de la ciudad de los ochenta y los noventa ligada a los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992. El estudio y las reflexiones sobre el urbanismo y la arquitectura fueron objeto de una quincena de publicaciones en las que Bohigas daba rienda suelta a sus ideas y conocimientos. Algunos de los m¨¢s destacados, entre otros, son Barcelona entre el Pla Cerd¨¤ i el Barraquisme y Arquitectura modernista.
El arquitecto firm¨® proyectos de bastantes promociones de viviendas sociales en los a?os sesenta, muchas de ellas de aire racionalista y realistas con las necesidades de los trabajadores. Otra ¨¦poca, bien distinta, fue la de las edificaciones de la Vila Ol¨ªmpica o la de edificios singulares como el DHUB de la plaza de las Gl¨°ries y en el que Bohigas dej¨® claro aquello de genio y figura: dise?ado inicialmente para que se elevara sobre el anillo viario de la plaza -tuvo el sobrenombre de la grapadora-, no quiso cambiar el planteamiento ni la idea cuando el Ayuntamiento decidi¨® derribar el anillo. Ahora, las cristaleras de la ¨²ltima planta del DHUB son un mirador sobre la plaza. Bohigas critic¨® el resultado de la ¨¦poca de la arquitectura iconogr¨¢fica de Barcelona, ciudad de la que recibi¨® la medalla en 2018.
El arquitecto confi¨® la ingente documentaci¨®n atesorada durante m¨¢s de 60 a?os de vida profesional en dos fondos. El m¨¢s voluminoso fue cedido el pasado mes de septiembre al Archivo Nacional de Catalu?a y el fondo de documentos del que fue su despacho MBM a la Escuela de Arquitectura de Barcelona en la que la biblioteca lleva su nombre.
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