¡°Es imposible atender, servir, desinfectar y comprobar el certificado covid¡±
La entrada en vigor del pasaporte sanitario en bares y restaurantes de Catalu?a comienza con dificultades de los restauradores para llegar a todo
El certificado covid ha entrado en vigor en Catalu?a con ciertas dificultades en la restauraci¨®n. En cuatro de los cinco bares consultados en el barrio de Gr¨¤cia, los camareros no requirieron el documento covid el primer d¨ªa de uso en la restauraci¨®n en Catalu?a. En el ¨²ltimo, s¨ª. Todos coinciden en la dificultad de controlar el acceso de los clientes y comprobar su pasaporte sanitario, especialmente en horas punta. ¡°Es muy dif¨ªcil llegar a todo¡±, admite la mayor¨ªa. Gimnasios y residencias, en cambio, tienen m¨¢s facilidades para implementar la medida por el menor volumen de actividad. Siete comunidades utilizan el pasaporte sanitario en Espa?a, pero Catalu?a es la m¨¢s exigente en su uso en bares, restaurantes, gimnasios, residencias, ocio nocturno, celebraciones con bailes en el interior y festivales musicales.
Son las 10 de la ma?ana en la calle Gran de Gr¨¤cia de Barcelona, en el segundo barrio con la mayor densidad de poblaci¨®n de la ciudad. Carla se sienta en la barra de uno de los bares de la salida del metro de Fontana. Pide un zumo de naranja y un bocadillo vegetal. A su alrededor las mesas est¨¢n llenas. Se toma su desayuno, y a la hora de pagar se dirige al camarero. ¡°?No ped¨ªs el pasaporte?¡±. El profesional duda y responde con timidez: ¡°Bueno, s¨ª, pero a veces no¡±. En el local sigue entrando gente y nadie reclama el certificado. ¡°Viene mucha gente a la vez y es muy dif¨ªcil controlarlo todo¡±, justifica el camarero. ¡°Mucha gente no sabe encontrar el pasaporte en su propio m¨®vil, y tenemos que ayudarles mientras otros clientes tienen prisa para tomar un caf¨¦ y no les atendemos¡±, insiste. ¡°Hoy estamos siendo laxos y vamos informando a los clientes de que lo necesitar¨¢n¡±, cierra. La Generalitat anunci¨® el 23 de noviembre la medida y su entrada en vigor el d¨ªa 26, aunque la suspendi¨® hasta este viernes por la saturaci¨®n de la web de descargas del documento sanitario.
¡°Muchos clientes no saben encontrar el certificado en su m¨®vil¡±, lamenta un camarero
La escena se repite en otros locales de la zona. La mayor¨ªa informan de la nueva normativa con un cartel pegado en la puerta, pero en el interior los camareros atienden a los clientes sin requerir la documentaci¨®n. ¡°Es que no llegamos¡±, explica uno de los propietarios. ¡°Hemos sufrido p¨¦rdidas estos casi dos a?os¡±, reivindica, ¡°y tenemos el personal justo¡±. Se?ala a un camarero que limpia una mesa vac¨ªa e insiste: ¡°Ya hemos incorporado la desinfecci¨®n como parte de nuestra rutina y ahora tenemos que controlar el certificado. Hacer todo esto, y poder atender y servir bien es imposible; y m¨¢s en horas puntas¡±. El bar Can Tres¨® fue el ¨²nico local visitado que reclam¨® el certificado covid antes de servir a los usuarios.
La predisposici¨®n de los clientes es diversa, explica la camarera de un tercer bar. ¡°Algunos entran directamente con el certificado y te lo ense?an, como si les hiciera ilusi¨®n; pero otros se sientan en una mesa como cada d¨ªa¡±. Laura tiene 41 a?os y toma un caf¨¦ antes de volver a trabajar. ¡°Estoy vacunada desde hace tiempo y el certificado no cambiar¨¢ muchas rutinas¡±, explica. ¡°La gente ven¨ªa a los bares antes, cuando no se ped¨ªa el documento, y seguir¨¢ viniendo ahora¡±. El Gremio de Restauradores de Barcelona rechaz¨® hacer un balance tras las primeras horas de la medida.
Gimnasios y residencias, m¨¢s tranquilos
El ritmo es m¨¢s tranquilo en los accesos de los gimnasios Dir y Eurofitness. La log¨ªstica es m¨¢s sencilla porque los usuarios tienen que ense?ar el certificado una sola vez. ¡°Introducimos en el sistema que tienen el certificado de vacunaci¨®n y pueden entrar sin problema con su tarjeta de acceso¡±, explica Anna Barrero, directora del Eurofitness. En el vest¨ªbulo del Dir, unas cinco personas hacen cola para mostrar su certificado. ¡°No hemos tenido bajas por la implantaci¨®n del pasaporte¡±, indica uno de los trabajadores que atiende.
El sector que m¨¢s celebra la entrada en vigor del pasaporte covid es el de las residencias, que tiene muy claro el procedimiento. ¡°Cuando lo traen, tenemos que verificarlo y entonces pueden pasar¡±, explica Alba Ribas, directora de Ronda de Dalt Residencial. Si alguien llega sin el certificado covid o este est¨¢ caducado, deben realizar una prueba de ant¨ªgenos. ¡°Pero no es tan segura como una PCR, y por eso vamos con un poco de miedo¡±, a?ade Ribas.
En el centro de Sanitas Mayores Sagrada Familia todav¨ªa no han recibido muchas visitas desde la imposici¨®n de esta medida. ¡°Siempre deben ense?arnos el DNI y el certificado. Aunque vengan cada d¨ªa, no podemos guardar sus datos y por eso lo deben mostrar cada vez que quieran hacer una visita¡±, afirma su personal. En la residencia de ancianos Amavir de Horta funcionan como los gimnasios. Disponen de un documento donde apuntan qu¨¦ familiares tienen un certificado covid v¨¢lido para que, si vuelven, no se aglomeren y puedan pasar directamente. La medida, sin embargo, tiene una contradicci¨®n: algunos trabajadores del sector no est¨¢n vacunados y acceden a sus puestos de trabajo sin una garant¨ªa sanitaria. Los profesionales sin vacunar deben realizarse una PCR cada semana, y los que s¨ª lo est¨¢n, cada 15 d¨ªas.
En todo caso, la nueva medida es sin¨®nimo de tranquilidad para las familias. Laura Rodr¨ªguez ha visitado a un familiar en una residencia de Sant Cugat este viernes presentando su certificado covid. ¡°Mi abuelo cogi¨® el virus en esta misma residencia hace un a?o, y creo que pedir este documento a las familias puede proteger a nuestros mayores y tambi¨¦n al personal¡±. Abril Ballesteros es familiar de una usuaria de un centro de Terrassa. ¡°Teniendo en cuenta los precedentes y la r¨¢pida propagaci¨®n que tuvo el virus en las residencias, esta es una decisi¨®n acertada y l¨®gica¡±, destaca.
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