La Biblioteca de Catalunya adquiere el archivo personal de Paco Candel por 131.250 euros
El fondo contiene 220 carpetas de originales de sus libros y ensayos, los 30 cuadernos manuscritos con sus dietarios y casi 6.000 cartas. La instituci¨®n justifica la notable suma por el car¨¢cter in¨¦dito de la mayor¨ªa de documentos y por compartir sus derechos de explotaci¨®n
La historia contempor¨¢nea de Catalu?a no se entiende sin el imponente movimiento migratorio de los a?os 50 y 60 que conform¨®, literalmente, una nueva realidad humana y social y hasta pol¨ªtica. El gran cronista de esos cruciales cambios fue Paco Candel, con Els altres catalans (1965) como reconocido faro de una extens¨ªsima producci¨®n de medio centenar de libros y una mir¨ªada de art¨ªculos. El trabajo y la documentaci¨®n ingente para elaborarlos, as¨ª como la calidez y generosidad del personaj...
La historia contempor¨¢nea de Catalu?a no se entiende sin el imponente movimiento migratorio de los a?os 50 y 60 que conform¨®, literalmente, una nueva realidad humana y social y hasta pol¨ªtica. El gran cronista de esos cruciales cambios fue Paco Candel, con Els altres catalans (1965) como reconocido faro de una extens¨ªsima producci¨®n de medio centenar de libros y una mir¨ªada de art¨ªculos. El trabajo y la documentaci¨®n ingente para elaborarlos, as¨ª como la calidez y generosidad del personaje, que no dejaba carta por contestar ni gesti¨®n o favor que hacer que estuviera a su alcance, se traduce en un archivo personal de 220 carpetas de originales, 30 cuadernos manuscritos con sus dietarios y casi 6.000 cartas: seis metros lineales de documentaci¨®n desde ahora en manos de la Biblioteca de Catalunya, que los ha adquirido a los herederos del escritor por 131.250 euros.
El fondo --que hasta ahora conservaban los hijos del autor, Francisco Candel Mart¨ªnez y su hermana Mar¨ªa en su domicilio y en el cercano y casi intacto piso-estudio del autor, que querr¨ªan que las instituciones adquirieran como casa-museo-- contiene la pr¨¢ctica totalidad de los originales de sus obras, am¨¦n de un centenar de fotograf¨ªas. As¨ª, son 118 las carpetas que conservan los manuscritos y mecanuscritos de sus novelas y relatos, con t¨ªtulos se?eros como su debut Hay una juventud que aguarda (1956), Donde la ciudad cambia su nombre (1957) y Han matado a un hombre, han roto un paisaje (1959). Y 61 las que conservan los art¨ªculos de un aut¨¦ntico proletario de las letras, con colaboraciones en cabeceras que van desde Pueblo (1959) a Treball, pasando por Diari de Barcelona, El Peri¨®dico o La Vanguardia, am¨¦n de un sinf¨ªn de publicaciones m¨¢s modestas y vecinales, incapaz de negarse a ayudarlas con su firma.
Tem¨¢tica y personalidad explican tambi¨¦n que sean 14 los cartapacios que recogen las cr¨ªticas de sus libros y las entrevistas que concedi¨®, as¨ª como 26 las que concentran recortes de prensa, algunos de los a?os 30, sobre los temas que conformaron su marco vital y profesional: desde aspectos demogr¨¢ficos y urban¨ªsticos de Barcelona a cuestiones econ¨®micas y de nivel de vida, sin olvidar un buen pellizco de los relacionados con el clero y el Vaticano, en el marco de su sentimiento de trasunto cristiano.
Cuant¨ªa ¡°elevada¡± y derechos de explotaci¨®n
Los responsables de la Biblioteca de Catalunya admiten que la cuant¨ªa abonada ¡°puede parecer elevada¡±, pero se escudan en la inflaci¨®n que en la compra de estos materiales se est¨¢ dando en los ¨²ltimos a?os. Y citan los 300.000 euros que la Biblioteca Nacional de Espa?a pag¨® por dos cuentos aut¨®grafos de Borges en 2018, los 48.000 euros que el pasado junio alcanz¨® en una subasta un poema de Federico Garc¨ªa Lorca o, en otra dimensi¨®n, los 4,5 millones, ¡°m¨¢s 700.000 euros en excepci¨®n de impuestos de sucesi¨®n¡±, que en total abon¨® el Estado por el archivo de la agente literaria Carmen Balcells.
A ese argumentario a?aden tambi¨¦n que la Biblioteca de Catalu?a tendr¨¢ ¡°derechos de explotaci¨®n con car¨¢cter no exclusivo¡± de la obra del escritor y su fondo, una parte del cual a¨²n resta in¨¦dito. Es el caso de la mitad de los 32 cuadernos del exhaustivo dietario personal que llev¨® Candel, los comprendidos entre 1975 y 2004, que completar¨ªan la selecci¨®n de los que abarcan de 1944 a 1975, aparecidos ya en El gran dolor del mundo (2019). O una serie de conferencias que no acab¨® pronunciando; y hasta el proyecto de una novela, Piquete de ejecuci¨®n.
En ese bloque de papeles que no han visto la luz est¨¢ la impresionante correspondencia de Candel, 38 carpetas con casi 6.000 cartas (mayormente, las recibidas) que abarcan 65 a?os de intercambios epistolares (de 1939 a 2004). Clasificados hasta ahora de manera cronol¨®gica gracias a la labor de Mar¨ªa Candel, que orden¨® el archivo personal de su padre tras su muerte (2007), los interlocutores del escritor se acercan casi al millar. Su heterogeneidad es tambi¨¦n apabullante, si bien los colegas de oficio son mayor¨ªa y de un buen arco ideol¨®gico: desde Avel¡¤l¨ª Art¨ªs Gener, T¨ªsner, a Miguel Delibes, pasando por Sebasti¨¤ Juan Arb¨®, V¨ªctor Alba, Joan Brossa, Camilo Jos¨¦ Cela, Carmen Laforet, Ana Mar¨ªa Matute, Teresa P¨¤mies y Baltasar Porcel, entre otros.
El arquitecto Oriol Bohigas y el pintor Juan Genov¨¦s Candel (primo hermano suyo) figuran tambi¨¦n en una correspondencia donde abunda el contenido sociopol¨ªtico. As¨ª, el famoso periodista Joaqu¨ªn Soler Serrano, desde Radio Espa?a de Barcelona, le pide disculpas en agosto de 1953 porque no pudo emitirse un programa en el que particip¨® por la censura, algo habitual en la vida profesional del escritor, que fue de los m¨¢s castigados por ella. Y eso a pesar de que, en 1958, el falangista Luys Santa Marina, director del rotativo Solidaridad Nacional, le escribiera para elogiar Donde la ciudad cambia su nombre. El que despu¨¦s ser¨ªa pol¨ªtico socialista, Joan Revent¨®s, entonces en la editorial Ariel (1965), le pasa un informe sobre huelgas de estudiantes para un libro que est¨¢ escribiendo, mientras dos a?os despu¨¦s el prestigio psiquiatra Ramon Sarr¨® le convoca para una comisi¨®n sobre ¡°problemas de integraci¨®n de los inmigrantes de la comunidad¡±. Su libro Ser obrero no es ninguna ganga le abrir¨¢ las puertas de la Universidad de Rennes para una conferencia (1969).
Afiliado al PSUC, su elecci¨®n como senador por Barcelona por la Entesa dels Catalans en 1977 explica una buena parte del contenido de los textos, como el telegrama de Josep Tarradellas (¡°Enhorabona vostra elecci¨® confio ser¨¤ positiva. R¨¤pid restabliment Generalitat¡±, le avanza tres meses antes de su retorno), mientras en otra carta acuden a su predisposici¨®n a mediar para que le concedan un pasaporte al militar republicano comunista Enrique L¨ªster y pueda as¨ª regresar del exilio (septiembre 1977). La misiva de Jordi Pujol es fruto de otra intermediaci¨®n: el que ser¨ªa futuro presidente de la Generalitat le asegura, en julio de 1967, que no puede apoyar econ¨®micamente a la revista Pres¨¨ncia, como al parecer ¨¦l le ha pedido.
Entre la correspondencia asoma una carta de septiembre de 1975 en defensa de la buena conducta del periodista Josep Maria Huertas Claver¨ªa, dos meses antes condenado a prisi¨®n en juicio sumar¨ªsimo por un art¨ªculo en que aseguraba que muchos meubl¨¦s barceloneses estaban regentados por viudas de militares. El propio Huertas, cuyo archivo personal est¨¢ tambi¨¦n en la Biblioteca de Catalunya, le hab¨ªa escrito un mes antes, desde la c¨¢rcel Modelo, agradeci¨¦ndole la amistad ¡°en favor de los que nunca opinan, de los que no son ninguna ganga, de los que viven y mueren all¨ª donde la ciudad cambia su nombre¡±. Como demuestra el archivo personal del escritor, un fiel retrato de Candel.
Papeles de Verdaguer, por 170.000 euros
Junto al archivo personal de Paco Candel, la Biblioteca de Catalunya se ha hecho tambi¨¦n con un notable fondo de documentaci¨®n de y sobre otro escritor catal¨¢n carism¨¢tico, Jacint Verdaguer, compuesto por unos 160 documentos y por el que ha desembolsado 170.000 euros. Provenientes en su mayor parte del propio despacho personal del autor de L¡¯Atl¨¤ntida que estaban en manos de la familia Fondevila-Guinart, entre los papeles hay manuscritos aut¨®grafos del poeta y sacerdote (56 documentos), una decena de libros e impresos con anotaciones aut¨®grafas, un par de fotograf¨ªas y objetos diversos, como medallas conmemorativas, dos bulas de 1901 firmadas por Verdaguer y un salvoconducto de 1874, de cuando se embarc¨® como capell¨¢n de barco en la Compa?¨ªa Trasatl¨¢ntica de Antonio L¨®pez.