¡°Lo peor no fue que me gritaran ¡®marica y sudaca¡¯, sino que el gimnasio lo quiso ocultar¡±
Suben los casos de discriminaci¨®n por LGTBIfobia y bajan los de racismo y xenofobia en Barcelona
¡°Lo peor no fue que me gritaran ¡®marica y sudaca¡¯; lo peor fue que el gimnasio lo quisiera ocultar¡±. Ocho meses despu¨¦s de ser insultado en las instalaciones de un gimnasio privado que tiene varios centros en Barcelona, Diego Falconi tiene una sensaci¨®n agridulce. Por un lado, ha conseguido, a trav¨¦s de la Oficina por la no discriminaci¨®n (OND), que el establecimiento tenga un protocolo para actuar en estos casos. Pero, por otro lado, no ha logrado identificar a la persona que le grit¨® de mala manera en marzo de 2021 cuando, en plena subida de una de las oleadas de covid, le pidi¨® que se pusiera la mascarilla, tal y como contemplaba el protocolo en aquel momento. Adem¨¢s, le preocupa ¡°el repunte de actitudes hom¨®fobas¡± que detecta en Barcelona de unos a?os. Falconi, abogado y profesor universitario, tiene 41 a?os y es ecuatoriano. Cuenta que sufri¨® racismo y homofobia cuando lleg¨® a la ciudad hace 16 a?os. ¡°Luego baj¨® y ahora regresan¡±, alerta.
Su caso refleja varias de las cuestiones que destac¨® ayer la OND del Ayuntamiento de Barcelona en su balance anual. Que bajan los casos de racismo, y suben los de LGTBIfobia. Y que aumentan los procesos de mediaci¨®n como herramienta de resoluci¨®n (o gesti¨®n) entre las partes de un conflicto.
Se dobla la LGTBIfobia
En cifras, han bajado significativamente los casos de racismo y xenofobia (son el 34% de casos atendidos, cuando hab¨ªan alcanzado el 40%). Pero en cambio los casos de LGTBIfobia se han doblado en cuatro a?os, saltando del 16% al 32%. En 2021 la oficina atendi¨® 244 expedientes, un 11% respecto a 2020, el a?o m¨¢s cr¨ªtico de la pandemia.
La oficina tambi¨¦n ha constatado como han ca¨ªdo ligeramente las agresiones f¨ªsicas (del 15% al 13%). En cambio, la ¡°vulneraci¨®n de la integridad moral¡± sigue siendo el principal derecho vulnerado (37% de los casos), junto a la discriminaci¨®n en la prestaci¨®n de servicios (13%). Respecto a la mediaci¨®n, en 2021 la OND dobl¨® los procesos de mediaci¨®n para reparar los da?os causados y la asunci¨®n de responsabilidades por parte del agente discriminador.
El concejal de Derechos de Ciudadan¨ªa, Marc Serra, lament¨® durante la presentaci¨®n: ¡°Cuando el discurso contra personas migrantes o LGTBI ya no es solo motivo de conversaci¨®n de bar, sino de debate en espacios como los Parlamentos o tertulias, hay cierta normalizaci¨®n que acaba legitim¨¢ndolos¡±.
La alerta de Serra va en la l¨ªnea de Falconi tras la agresi¨®n vivida en el gimnasio. Explica que, hasta llegar a la OND, tuvo que explicar cinco veces su caso a los responsables de centro deportivo (que nunca accedieron a identificar al agresor, pese a las c¨¢maras de las instalaciones, aludiendo a la protecci¨®n de datos), recurri¨® al Centro LGTBI, a SOS Racismo. E incluso denunci¨® la agresi¨®n verbal a los Mossos d¡¯Esquadra, que archivaron la denuncia al no conocerse el agresor.
Falconi es profesor de literatura pero tambi¨¦n imparte una asignatura sobre g¨¦nero y destaca como un momento clave en su experiencia cuando habl¨® con una abogada experta en delitos de odio y entendi¨® ¡°lo complejo que ser¨ªa el caso, porque no se da importancia a la agresi¨®n verbal y la pr¨¢ctica judicial no entiende que el insulto busca da?ar¡±.
¡°Deber¨ªa haber una legislaci¨®n para perseguir delitos de odio y que se sancionen, si no, las empresas se lavan las manos¡±, lamenta y reconoce que los insultos que otro abonado del gimnasio le lanz¨® en las instalaciones, ¡°supusieron reabrir heridas de insultos recibidos a?os atr¨¢s¡±. Esto y ¡°constatar que una empresa que aboga por el bienestar no reaccione ante un caso as¨ª. Ha querido tapar sus negligencias. Es inaudito¡±, manifiesta.
¡±Un acuerdo m¨ªnimo¡±
Tras cinco reuniones con el director del gimnasio y un mediador de la OND, acordaron la redacci¨®n de un protocolo en casos como el que sufri¨® y que la empresa pague formaci¨®n a sus empleados. ¡°Es el acuerdo m¨ªnimo al que pod¨ªamos llegar; no me interesaba el castigo punitivo, sino sentar las bases para que no volviera a ocurrir, y que si ocurre los empleados sepan como reaccionar¡±.
La empresa, eso s¨ª, firm¨® el acuerdo a cambio de que su nombre no apareciera. Falconi cree que poder identificar a los agresores ¡°es muy importante, porque es un momento de gran confusi¨®n¡±. ?l lo pidi¨®, sin ¨¦xito, desde el momento de la agresi¨®n en la recepci¨®n, tapado solo con una toalla: ¡°Fue muy humillante¡±.
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