C¨®mo ser ucraniano

Que la literatura puede anticiparse y ser visionaria es tan cierto como esta guerra, pienso mientras acudo una vez m¨¢s al primer libro que le¨ª de Yuri Andrujovich, uno de los grandes escritores ucranianos, poeta, activista y periodista y, hoy, resistente en su ciudad, en Ucrania oriental, Ivano-Frankivsk, Galitzia, donde naci¨® en 1960. Ser escritor en lengua ucraniana ya es de por s¨ª cosa de valientes, pues incluso desde que tiene Estado el idioma no hace m¨¢s que retroceder entre hablantes y lectores. A no ser que lo reanime esta guerra, que est¨¢ uniendo como nunca las dos enormes partes de Ucrania, la oriental y la occidental, hasta ahora de espaldas (excepto si se trata del Dinamo futbolero). A¨²n as¨ª, Andrujovich es un escritor le¨ªdo y traducido, como lo fue en su d¨ªa Joseph Roth, galitziano como ¨¦l. Recuerdo c¨®mo lo contaba su editor, Jaume Vallcorba, que al ver la escena lo public¨® de inmediato en Acantilado. En la feria del libro de Frankfurt avist¨® una larga cola de lectores esperando la firma de un escritor, pregunt¨® y no lo dud¨®, por m¨¢s que este libro, de escritos muy variados, unidos por la iron¨ªa y un profundo amor, desafiara entonces los estrechos l¨ªmites de los g¨¦neros literarios y de la misma escritura. Del autor admiro su concepto y pr¨¢ctica de lo que llama geopo¨¦tica. Pero a lo que iba: El ¨²ltimo territorio (2006, traducci¨®n de Iury Lech), publicado en 1999, dice cosas que son de ahora mismo, de esta guerra.

La cita es del escrito Tentativa de desinformaci¨®n y, aunque es larga, no la corto: ¡°A decir verdad, no s¨¦ qu¨¦ votar¨ªa en caso de celebrarse un hipot¨¦tico refer¨¦ndum sobre ¡®la segregaci¨®n¡¯. Quiz¨¢s los ucranianos occidentales afines al ¡®separatismo naranja¡¯ [nada que ver con la revoluci¨®n del mismo color de 2004, es una alusi¨®n ir¨®nica a un episodio polaco contra el r¨¦gimen comunista] deber¨ªan no pensar tanto en c¨®mo huir del resto de Ucrania, sino en c¨®mo deshacerse, por ejemplo, de Donb¨¢s. ?Cu¨¢ntos problemas se solucionar¨ªan de golpe! El electorado comunista se reducir¨ªa en millones, la deficitaria industria del carb¨®n dejar¨ªa de sangrar a la maltrecha econom¨ªa nacional, con lo que bajar¨ªa el ¨ªndice de parados y de delincuentes, habr¨ªa menos accidentes en las minas, la lengua rusa reducir¨ªa su influencia, disminuir¨ªa la poblaci¨®n. El ¨²nico problema es encontrar el modo de convencerlos a ellos para que se separen¡±. ¡°Los pr¨®ximos a?os¡±, prosigue, ¡°puede que meses, me dar¨¢n una pista sobre qu¨¦ votar en este, al menos hipot¨¦tico, refer¨¦ndum¡±.

As¨ª es. Un refer¨¦ndum temible, un urbicidio (destrucci¨®n de ciudades). En una entrevista reciente por correo electr¨®nico con Justo Barranco, el escritor no oculta su cansancio ante los Putinversteher (neologismo alem¨¢n que significa ¡°los que comprenden a Putin¡±), los intelectuales occidentales que callan ahora, de quienes espera que superen la miop¨ªa y recuperen la vista. No duda: ¡°Ganaremos¡±. Les ayuda, dice, el ¡°humor adecuado¡±. Lean a Yuri Andrujovich. Cuando dice que lo suyo es la desinformaci¨®n quiere decir que no escribe propaganda de ning¨²n tipo.