Los tres agujeros de la demograf¨ªa catalana
El envejecimiento de la poblaci¨®n, la ca¨ªda de la natalidad y el desequilibrio territorial exigen nuevos planteamientos radicales
En plena pol¨¦mica sobre el impacto que los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno de 2030 podr¨ªan tener sobre el desarrollo de las comarcas del Pirineo, el Instituto Catal¨¢n de Estad¨ªstica (Idescat) actualiz¨® el pasado 7 de abril sus proyecciones de poblaci¨®n para los pr¨®ximos 50 a?os, y los datos muestran que har¨¢ falta mucho m¨¢s que unos juegos ol¨ªmpicos para revertir los actuales desequilibrios territoriales. La previsi¨®n sobre la evoluci¨®n demogr¨¢fica se actualiza cada cinco a?os en funci¨®n de factores como la natalidad, la esperanza de vida o los flujos migratorios, todos ellos muy relacionados con las perspectivas socioecon¨®micas.
En el escenario medio, Catalu?a gana un mill¨®n de habitantes, hasta 8,7 millones en 2071, pero el crecimiento sigue lastrado por tres grandes agujeros: el desequilibrio territorial, el aumento del ¨ªndice de dependencia y la ca¨ªda de la natalidad. En los pr¨®ximos 25 a?os, cuatro comarcas perder¨¢n habitantes (Terra Alta, Garrigues, Ribera d¡¯Ebre y Alt Urgell) y el aumento de poblaci¨®n se concentrar¨¢ preferentemente en las comarcas centrales del litoral, que ya son ahora las m¨¢s pobladas, aunque los mayores aumentos relativos se dar¨¢n en el territorio adyacente: Moian¨¨s (21%), Garrotxa y Pla d¡¯Estany (19%), Baix Pened¨¨s y Giron¨¨s (18%). El mapa resultante muestra una Catalu?a partida en dos, con las comarcas del sur, poniente y norte pirenaico claramente atrapadas, con excepci¨®n de la Vall d¡¯Aran, en el c¨ªrculo del vaciamiento: menos poblaci¨®n significa menos servicios y menos oportunidades, lo que a su vez es un factor de p¨¦rdida de poblaci¨®n. El monocultivo del turismo no parece que pueda revertir esta din¨¢mica.
Si los saldos migratorios no lo remedian, el ¨ªndice de dependencia evolucionar¨¢ tambi¨¦n de forma muy negativa. Este ¨ªndice mide la cantidad de personas de m¨¢s de 65 a?os por cada 100 personas de entre 15 y 64 a?os, es decir, poblaci¨®n en edad productiva. En 2021 este ¨ªndice era del 28,4. Pues bien, en 2040 ser¨¢ del 42,6 y en 2050 del 49,6. El envejecimiento de la poblaci¨®n exige un replanteamiento radical y urgente de las pol¨ªticas de cuidados y atenci¨®n a la dependencia, que son claramente insuficientes para el tsunami que se avecina.
Aunque las proyecciones prev¨¦n que los nacimientos aumenten desde los actuales 57.000 anuales a unos 70.000 en 2040, la natalidad se estancar¨¢ y en todo caso no ser¨¢ suficiente para compensar la mortalidad. La proyecci¨®n del Idescat prev¨¦ compensar el crecimiento vegetativo negativo con la llegada de m¨¢s de 100.000 inmigrantes extranjeros cada a?o, pero eso depender¨¢ de la evoluci¨®n econ¨®mica. En la base de estas proyecciones est¨¢ una ca¨ªda de la natalidad que se convertir¨¢ en estructural. El factor determinante es el retraso de la maternidad por factores socioecon¨®micos. En 1975, la edad media en que las mujeres ten¨ªan su primer hijo era a los 25 a?os, ahora es a los 31. Y la tasa de fecundidad era de 2,77 hijos por mujer y ahora es de 1,2. El acortamiento de la edad de reproducci¨®n se traduce en un menor n¨²mero de hijos. Espa?a, y dentro de ella Catalu?a, es la parte de Europa donde hay mayor brecha entre los hijos que desean tener las mujeres y los que realmente tienen. Estas son las cuestiones estructurales a las que deber¨ªa hacer frente un gobierno preocupado por asegurar el progreso social.
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