La Generalitat podr¨¢ cerrar un comedor escolar si no es viable econ¨®micamente
La nueva versi¨®n del decreto que regula el espacio del mediod¨ªa permite que las familias gestionen y fiscalicen el servicio, y participen en las licitaciones
La Generalitat podr¨¢ optar por cerrar un comedor escolar si resulta inviable por falta de alumnos. As¨ª lo recoge la nueva versi¨®n del decreto que regular¨¢ los comedores escolares, que actualmente se encuentra en una fase participativa, recibiendo las aportaciones del sector y que, si el proceso sigue su ritmo previsto, se podr¨ªa aplicar en el curso 2023-24. Concretamente, aparte de la clausura de un centro, el texto al que ha tenido acceso EL PA?S, establece otro motivo para cerrar el comedor: un ¡°n¨²mero insuficiente de alumnado que no permita la viabilidad del servicio comedor¡±. El Departamento de Educaci¨®n justifica que el borrador ¡°no est¨¢ cerrado¡± y que este punto ¡°puede cambiar totalmente¡±.
Hace ya unos a?os que Educaci¨®n trabaja en la actualizaci¨®n de la normativa que regula los comedores escolares y que sustituya a la vigente, del a?o 1996. Pero a finales de 2018, el entonces consejero del ramo, Josep Bargall¨®, se vio obligado a guardar en un caj¨®n una anterior versi¨®n del proyecto de decreto por la gran pol¨¦mica, y rechazo, que despert¨®; el motivo: preve¨ªa que el servicio de comedor se hiciera a trav¨¦s de un concurso p¨²blico, impidiendo a las asociaciones de familias (AFA) gestionar los comedores, tal y como hacen actualmente en un tercio de los casos de un total de casi 2.000 comedores (el resto est¨¢ en manos de alguna administraci¨®n). Ahora, el punto sobre la posibilidad de cerrar un comedor si es inviable amaga con ser foco de nueva pol¨¦mica, ya que, para algunas voces del sector, esto supone ¡°una gran l¨ªnea roja¡± a la hora de negociar la nueva normativa.
Educaci¨®n no da por definitiva la redacci¨®n del texto. De momento, ya ha reescrito el borrador para corregir el punto que protagoniz¨® el bloqueo la primera vez: quitar a las AFA el poder de gesti¨®n del servicio. En la nueva versi¨®n, las familias ganan cierta importancia, manteniendo la posibilidad de ejercer de gestoras de los comedores, ya sea de forma directa o contratando a una empresa. Adem¨¢s, tendr¨¢n un papel activo en el control del comedor y podr¨¢n opinar en los procesos de contrataci¨®n y adjudicaci¨®n del servicio.
Otra de las novedades, y una de las peticiones de la comunidad educativa, es que el comedor no se conciba como un ente separado, sino que sea visto tambi¨¦n como un espacio educativo, de manera que su concepci¨®n y las actividades que se programen ¡°deben ser coherentes¡± con el proyecto educativo del centro.
Adem¨¢s de las AFA, el servicio de comedor puede ser gestionado por las diferentes administraciones (ayuntamientos, consejos comarcales o Generalitat), que lo pueden sacar a concurso p¨²blico. En este caso, y para evitar ofertas temerarias y mantener un nivel de calidad, el nuevo decreto fija que el criterio del precio ¡°no puede superar el 40% del total¡± de la valoraci¨®n.
El texto se?ala tambi¨¦n que el personal debe disponer del t¨ªtulo de monitor o equivalente, ¡°complementada con una formaci¨®n espec¨ªfica que fijar¨¢ el Departamento¡±. Adem¨¢s, los trabajadores deber¨¢n acreditar el nivel C1 de catal¨¢n (que actualmente se logra con la ESO), as¨ª como una ¡°competencia comunicativa suficiente¡± en castellano o en una tercera lengua si as¨ª lo requiere el centro. En cuanto a la ratio, v¨¢lida para la escuela p¨²blica y la concertada, se establece un m¨¢ximo de 15 alumnos por monitor en segundo ciclo de infantil, 25 en primaria y 30 en secundaria (actualmente es de 18 en infantil y 30 en primaria).
Apoyo educativo
El borrador tambi¨¦n recoge una de las demandas m¨¢s reiteradas por la comunidad educativa: la atenci¨®n a los alumnos con necesidades especiales, es decir, con alguna discapacidad o alteraci¨®n conductual. Concretamente, se especifica que la Administraci¨®n debe encargarse de dar apoyo a este alumnado mediante vetlladors, es decir, personal de soporte educativo.
Desde el sector valoran de forma muy diferente la nueva versi¨®n del decreto. Algunas voces destacan, adem¨¢s del peso de las familias, que finalmente se clarifica el concepto y qu¨¦ incluye el servicio. ¡°M¨¢s que servicio comedor, hay que hablar de espacio de mediod¨ªa, porque no solo se da de comer a los alumnos, sino que se presta un servicio educativo¡±, defienden fuentes del sector.
No obstante, otras fuentes son m¨¢s cr¨ªticas y consideran que el comedor deber¨ªa ser ¡°un servicio totalmente integrado en el centro¡± y habr¨ªa que tender hacia la internalizaci¨®n ¡°para dejar de depender de las grandes empresas del sector¡±. Adem¨¢s, apuestan por reducir el coste recortando la duraci¨®n del espacio del mediod¨ªa y que se apueste por, mientras no se logre la gratuidad, un sistema de tarificaci¨®n social que sustituya al modelo de becas comedor. Asimismo, consideran que el nuevo texto es ¡°demasiado general¡± y deja muchos aspectos sin determinar, como la atenci¨®n a los alumnos con necesidades especiales.
Desde el Departamento inciden en que el texto ha recogido las aportaciones de las m¨¢s de 300 personas que participaron en el proceso participativo que se abri¨® en su momento, y que es necesario actualizar ¡°urgentemente¡± la normativa, con tres principios b¨¢sicos: que el comedor se reconozca como espacio educativo, incorporado en el proyecto educativo del centro, que fomente una alimentaci¨®n saludable y que sea un espacio inclusivo. ¡°Ahora se inicia el recorrido de la normativa, que ser¨¢ modificada y adaptada a lo largo de los pr¨®ximos meses con las aportaciones que se hagan desde los diferentes ¨¢mbitos¡±, zanja un portavoz de Educaci¨®n.
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