La farsa del im¨¢n de Ripoll: ¡°Temo por mi vida¡±
Abdelbaki Es Satty, el ¡®cerebro¡¯ de los atentados del 17-A, denunci¨® por carta una conjura cuando estuvo preso por tr¨¢fico de hach¨ªs
Abdelbaki Es Satty est¨¢ a punto de embarcar su vieja furgoneta en el puerto de Ceuta rumbo a Algeciras. Es el 1 de enero de 2010. En el doble techo del veh¨ªculo lleva 121 kilos de hach¨ªs. El olor llama la atenci¨®n de un perro de la Guardia Civil. Los agentes registran el veh¨ªculo y detienen a Es Satty, im¨¢n y hombre de frontera que, en el pasado, se hab¨ªa librado por los pelos de una operaci¨®n antiyihadista en Catalu?a y que se convertir¨¢, siete a?os despu¨¦s, en el cerebro del 17-A, el ataque terrorista m¨¢s grave sufrido por Espa?a tras el 11-M.
Desde la c¨¢rcel de Castell¨®n, donde lleva a?o y medio en prisi¨®n preventiva a la espera de juicio, Es Satty escribe al juez que investiga el caso. Dice que ha sido v¨ªctima de una conjura. Que tres hermanos, marroqu¨ªes como ¨¦l y vecinos de Cambrils, le tendieron una trampa. Le suplica que le deje en libertad. Asegura que tiene miedo de lo que los hermanos puedan hacerle. ¡°Temo por mi vida y por la de mi familia¡±, escribe en una carta manuscrita que es una farsa, una estrategia para evitar la c¨¢rcel (y su expulsi¨®n de Espa?a) que revela una personalidad manipuladora.
La petici¨®n de libertad de Es Satty no es atendida y sus explicaciones no merecer¨¢n ninguna credibilidad en el juicio. Aunque logra llevar a los hermanos al banquillo, ¨¦l ser¨¢ el ¨²nico condenado por tr¨¢fico de drogas. Cuatro a?os de c¨¢rcel que cumple pr¨¢cticamente a pulso hasta 2014. Cuando sale, ejerce como im¨¢n en la mezquita de la Caridad de Castell¨®n, donde trata de radicalizar a dos j¨®venes espa?oles conversos al islam. Despu¨¦s har¨¢ lo mismo, con ¨¦xito, con un grupo de hermanos y amigos de Ripoll que acabaron perpetrando la matanza de Barcelona y Cambrils.
Casado y con nueve hijos en Marruecos, el Es Satty traficante tiene una especie de relaci¨®n sentimental en Espa?a. La mujer, Hasna T., le visita en Castell¨®n. El ¨²ltimo vis a vis es el 23 de julio de 2011. La fiscal¨ªa ha decidido entonces que llevar¨¢ a juicio tambi¨¦n a los tres hermanos de Cambrils, que est¨¢n furiosos. Seg¨²n relata Es Satty en la carta al juez, Hasna le ha ido a ver esa ¨²ltima vez para trasladarle que deb¨ªa retirar la denuncia. ¡°Si no me matar¨ªan aqu¨ª o en Marruecos¡±, escribe el im¨¢n, que pide ¡°protecci¨®n judicial¡± y traza la misma narraci¨®n ¡ªplagada de giros de guion sorprendentes¡ª que ya hab¨ªa trasladado, en otras dos cartas, a la Fiscal¨ªa General del Estado y al Defensor del Pueblo.
La supuesta conspiraci¨®n comenz¨®, seg¨²n relata en las misivas a las instituciones, a finales de 2008, cuando el l¨ªder de los tres hermanos le pide descargar una lancha de droga. Es Satty, que ya hab¨ªa sido condenado antes por traficar con inmigrantes, le dice que no. ¡°Soy un hombre de familia numerosa y no quiero trabajar de ninguna manera¡±. Recibi¨® amenazas y sufri¨® una paliza al salir de un restaurante en Cambrils en junio de 2009. Le golpearon, dice, durante media hora en una furgoneta. Despu¨¦s lo dejaron abandonado en la autov¨ªa. ¡°Cre¨ªan que hab¨ªa muerto¡±, escribe el im¨¢n.
¡°Era un buscavidas¡±
El relato de Es Satty tiene muchas lagunas. En su primera declaraci¨®n ante el juez dijo que se dedicaba a traer chatarra y que no sab¨ªa nada de la droga, aunque s¨ª cit¨® a los hermanos. M¨¢s tarde, ya en la c¨¢rcel, aleg¨® que lo hizo siguiendo ¨®rdenes y por miedo. Fernando M¨¢rquez es el abogado de Ceuta que le atendi¨® de oficio. ¡°Dijo que no sab¨ªa nada de la droga, que ven¨ªa a coger chatarra por un encargo y que se sent¨ªa enga?ado. En el juicio, los hermanos l¨®gicamente dijeron que no ten¨ªan nada que ver y fueron absueltos¡±, cuenta. M¨¢rquez recuerda vagamente a Es Satty como un ¡°buscavidas¡±, que no le llam¨® especialmente la atenci¨®n, menos a¨²n por ning¨²n tipo de rigorismo religioso.
La investigaci¨®n sobre los atentados del 17-A y la posterior sentencia de la Audiencia Nacional contra los tres procesados no ha aclarado qu¨¦ papel jug¨® el paso por prisi¨®n de Es Satty en su proceso de radicalizaci¨®n y, sobre todo, en su idea de cometer un atentado en suelo espa?ol. Lo cierto es que su vinculaci¨®n con entornos yihadistas viene de lejos. En Ja¨¦n, hab¨ªa coincidido con el argelino Belgacem Bellil, que se inmol¨® en la base militar de los Carabinieri en Nasiriya (Irak) en 2003. Tambi¨¦n pas¨®, como im¨¢n a ratos, por la mezquita Al Furkan de Vilanova i la Geltr¨² (Barcelona). Fue uno de los investigados en la Operaci¨®n Chacal, que la Guardia Civil y la Polic¨ªa lanzaron en 2006, dos a?os despu¨¦s del 11-M. Su tel¨¦fono lleg¨® a ser intervenido unas semanas. Pero no fue detenido ni juzgado.
Hasta que fue arrestado en Ceuta, Es Satty se dedic¨® a traer y llevar cosas entre Marruecos y Espa?a. Ya en la c¨¢rcel de Castell¨®n, dirig¨ªa el rezo de otros musulmanes y organizaba la limpieza del m¨®dulo. Seg¨²n los funcionarios, no dio signos de radicalizaci¨®n. Fue durante su condena cuando recibi¨® las visitas de las autoridades que, despu¨¦s del 17-A, ayudaron a levantar las teor¨ªas de la conspiraci¨®n. En 2012, agentes de la Guardia Civil le visitaron en tres ocasiones. En marzo de 2014, antes de su salida, lo hicieron investigadores del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), seg¨²n consta en el informe de Instituciones Penitenciarias aportado a la causa del 17-A. Si las cartas enviadas a las instituciones del Estado llegaron a o¨ªdos de las fuerzas de seguridad y pudieron servir de acicate para tratar de captarle como informador es algo que se ignora, aunque la presencia de los agentes es habitual en la captaci¨®n de fuentes.
Al salir de la c¨¢rcel, Es Satty iba a ser expulsado de Espa?a. Pero un contrato de trabajo falso en una poblaci¨®n cercana a Ripoll permiti¨® que el juez anulase la orden de expulsi¨®n al ver acreditado el arraigo. En 2015, lleg¨® a Ripoll como im¨¢n y contact¨® con los chicos que cometer¨ªan los atentados: un ataque con bombas contra la Sagrada Familia y el Camp Nou. El plan no sali¨® bien. El 16 de agosto de 2017, una explosi¨®n accidental hizo volar la casa que la c¨¦lula hab¨ªa ocupado en Alcanar (Tarragona). Es Satty muri¨®. Sus disc¨ªpulos improvisaron y ejecutaron el atropello masivo en La Rambla de Barcelona y el ataque de Cambrils, que dejaron 16 fallecidos.
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