La red de refugios clim¨¢ticos en Barcelona, cogida con pinzas
La capital catalana ofrece 200 centros para combatir el calor y muchos est¨¢n cerrados o solo abren unas horas o apenas son utilizados por los ciudadanos
Ascensi¨®n Novas, de 26 a?os, est¨¢ solo en el patio del colegio Cervantes a punto de cerrar la verja de la calle de Sant Pere Mitj¨¤, en Ciutat Vella, en Barcelona. La escuela abre en verano unas horas al d¨ªa al reunir la doble condici¨®n de ser miembro del programa Patis escolars y uno de los 200 centros de la red de Refugis Clim¨¤tics activada por el Ayuntamiento de Barcelona para combatir la ola de calor. Solo abrir¨¢ este agosto tres horas al d¨ªa (de 11.00 a 14.00). El lunes fueron dos ni?os, el martes ninguno y ayer, 14, que disfrutaron jugando con la ducha para refrescar plantada en el patio.
¡±No todo el mundo lo sabe. Los pocos que conocen el servicio son padres de P-3. Como monitor, me aburro¡±, dice sonriendo resignado este joven de origen dominicano y antiguo alumno, que subraya: ¡°Esto no estaba cuando era peque?o. Nos mor¨ªamos de calor¡±. Por la tarde, al contrario de lo que suced¨ªa en julio, la escuela estar¨¢ cerrada. Jacob Mar¨ªn, de 32 a?os, vendedor de la ONCE, que trabaja justo delante del Cervantes, apunta: ¡°No veo que mucha gente vaya al colegio a aclimatarse¡±. No es ese caso una excepci¨®n. La red de refugios, creada en 2019,, est¨¢ formada por 202 centros pero muchos est¨¢n cerrados o con horario reducido en pleno agosto. O, sencillamente, los vecinos no saben que existe porque no les ha llegado la informaci¨®n.
El grupo municipal de Esquerra ha hecho inventario y considera el plan una ¡°tomadura de pelo¡±. Los republicanos aseguran que de los 202 centros, entre bibliotecas, casals o parques al aire libre, solo 67 est¨¢n abiertos totalmente; 61 parcialmente y 74, cerrados. ¡°Muchos de esos refugios no funcionan en las horas con m¨¢s sol¡±, lament¨® Marx Za?artu, edil de ERC, en un comunicado.
¡°?No est¨¢ abierta la biblioteca? ?Ah! Ven¨ªamos a hacernos el carn¨¦ de socios¡±, explica un joven paquistan¨ª, con un sobre bajo el brazo, acompa?ado de su mujer, ante la biblioteca de Sant Pau y Santa Creu, en la calle del Carme. Un gran cartel anuncia que estar¨¢ cerrada del 1 al 15 de agosto. Tras la reja, se ve el logo de Refugi clim¨¤tic. De las 29 bibliotecas de Barcelona, solo hay abierta uno por cada uno de los 10 distritos y a partir del d¨ªa 15 lo har¨¢n cuatro m¨¢s. En Ciutat Vella, solo est¨¢ disponible la Bonnemaison y desde primera hora ya hay cola de usuarios. No hay rastro de los distintivos del Refugi Clim¨¤tic. ¡°Pero si viene gente a descansar y beber agua¡±, dice una empleada.
El grupo municipal de ERC ha denunciado que del total de 202 centros 67 est¨¢n abiertos totalmente; 61 parcialmente y 74, cerrados
El Ayuntamiento ha promovido la idea de que todos los barceloneses disponen de un centro, con confort clim¨¢tico, accesible, recomendado para las personas m¨¢s sensibles al calor como abuelos, beb¨¦s o personas con enfermedades respiratorias, a 10 minutos de casa. Pero muchos pasan desapercibidos: no dejan de ser locales p¨²blicos con aire acondicionado o parques. ¡°Se ha hecho publicidad pero ha venido muy poca gente. Solo dos se?oras que ten¨ªan a un familiar en el hospital del Mar y un chico por el wifi¡±, dice Rosa Jordar, de 57 a?os, trabajadora del equipamiento de educaci¨®n ambiental La f¨¢brica del Sol, en La Barceloneta, dirigiendo su mirada a un joven enfrascado con su m¨®vil. Cierran a las 15.00 y las dos semanas de mitad de mes tendr¨¢n la persiana bajada pero atender¨¢n si alguien llama. No pasar¨¢ en el centro c¨ªvico La Sedeta, en Gr¨¤cia: un cartel con la foto de unos pies en una piscina avisa de que est¨¢ cerrado todo agosto.
Decidido, un empleado de un bar de un centro para la Gent Gran, que solo puede servir sus asequibles consumiciones a gente mayor, abre un armario y muestra un vaso de pl¨¢stico recio. Lleva escritas estas frases: ¡°Bebe agua, refr¨¦scate, prot¨¦gete del sol o ponte la gorra. ¡°Si alguien entra solo podemos darles agua del grifo y en estos vasos¡±, lamenta. Y a?ade: ¡°No tiene sentido. Nadie sabe que esto existe. Viene m¨¢s o menos los mismos abuelos de siempre¡±. Cristina Sierra, de 60 a?os, y Yosra Daqui, de 20, van a abrir a las 16.00 el Casal de Barri Congr¨¦s-Indians, en Sant Andreu y su visi¨®n es m¨¢s optimista. Hoy est¨¢ previsto una actividad de manualidades con material de reciclaje para la veintena de abuelos que van a leer o jugar a cartas a buena temperatura, muchas veces acompa?ados de sus nietos. Eso s¨ª: solo por la tarde. ¡°Hace a?os se abr¨ªa por la ma?ana y no ven¨ªa casi nadie¡±, admite Sierra.
Se ha hecho publicidad pero ha venido muy poca gente¡±, afirma una trabajadora municipal
Donde no hace falta que coloquen carteles es en el Parc de la Espanya Industrial en cuyo estanque se ba?aban ayer por igual adultos, ni?os y perros. ¡°Vivo cerca y se est¨¢ muy bien. Es mucho mejor que la Ciutadella¡±, afirma Luc¨ªa Dom¨ªnguez, de 30 a?os, acompa?ada de su perrita More. Tras jugar al baloncesto, Mat¨ªas Vierna, de 26 a?os, y Arand¨² Bazam, de 22, se ba?aron por primera vez para soportar los 35 grados. ¡°El agua huele a cloro¡±, aseguraban mientras se secaban. No faltaba mucho para que Ascensi¨®n Novas, el monitor del Cervantes, siguiera su jornada en el Institut Vives, en Sants. No es un centro clim¨¢tico. All¨ª se re¨²nen decenas de chicos a jugar a f¨²tbol.
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