Socorristas argentinos, al rescate del verano en Espa?a

Bandera amarilla en la playa de la Nova Ic¨¤ria de Barcelona. Buen tiempo para deportes de vela, inc¨®modo para nadar. Pocos minutos antes, el primer rescate del d¨ªa. Luis Rosarno asegura que habr¨¢ m¨¢s. Escruta la orilla en busca de posibles situaciones de riesgo: all¨ª hay un hombre mayor remoj¨¢ndose donde rompen las olas; un poco m¨¢s all¨¢, un ni?o solo. La temporada de ba?o en la capital catalana dura seis meses, m¨¢s que en otros enclaves del levante espa?ol, con una afluencia que en un d¨ªa normal, en la Nova Ic¨¤ria alcanzan las 10.000 personas. Rosarno es argentino, como la mitad de los socorristas de las playas de Barcelona. Sin ellos, el ocio veraniego en la costa no ser¨ªa posible.

Rosarno tiene 47 a?os y es uno de los socorristas m¨¢s veteranos de Barcelona. Empez¨® en 2003 y cada verano ha ocupado una plaza de salvamento. ¡°Ha habido tres olas de profesionales argentinos en Espa?a¡±, resume con una sonrisa y con su bronceado de anuncio: ¡°En los setenta llegaron los psicoanalistas, en los ochenta, los odont¨®logos y, a partir, de los dosmil, los socorristas¡±. A los socorristas en Argentina se les llama guardavidas, una profesi¨®n en la que la Cruz Roja local ya daba cursos reglados en 1932. Es sobre todo una vocaci¨®n, a diferencia de Espa?a, donde hasta hace pocos a?os todav¨ªa era algo m¨¢s para voluntarios de la Cruz Roja o para j¨®venes que se quer¨ªan ganar unas perras en verano.

¡°El socorrista en Argentina est¨¢ mitificado, incluso les aplauden cuando act¨²an, es un poco teatral¡±, afirma Albert Calabuig, hasta el pasado mayo presidente de la Asociaci¨®n de Empresas Catalanas de Salvamento Acu¨¢tico (AECSA). ¡°Luego, cuando vienen a Espa?a y ven que es un trabajo como cualquier otro, no lo entienden¡±, afirma este empresario con 40 a?os de experiencia en el sector. Los argentinos preguntados por EL PA?S coinciden en el reconocimiento social del oficio en su pa¨ªs. ¡°Es una autoridad civil en la playa, all¨ª no hay polic¨ªa ni otra intervenci¨®n m¨¢s que la suya¡±, afirma Rosarno. Con orgullo a?aden otras fuentes consultadas para este art¨ªculo que incluso un guardavidas lleg¨® a la presidencia de Argentina, Eduardo Duhalde ¡ªjefe de Estado entre 2002 y 2003¡ª.

Calabuig cuantifica en cerca de 10.000 los socorristas que hay activos en verano en Catalu?a; de estos, un millar ejercen en la playa. Socorristas argentinos hay unos 700, dice, y la gran mayor¨ªa trabajan en el mar. Lo que permite calcular que la mitad de los socorristas de playa en Catalu?a son argentinos, apunta Calabuig, y aventura que en el conjunto de Espa?a, el promedio puede ser similar. Salvador Perell¨®, portavoz de la Federaci¨®n de Salvamento y Socorrismo de la Comunidad Valenciana, confirma que tienen a muchos argentinos en tareas de salvamento, pero no cree que lleguen a ser la mitad. El argentino Christian Melogno, secretario general del sindicato Uni¨®n de Socorristas de Mallorca, s¨ª estima que en las Baleares, la mitad de estos profesionales son compatriotas suyos. En las playas de Palma, donde Melogno trabaja, el 70% son argentinos.

Melogno tiene 31 a?os y lleva 10 en el oficio. Compagina las temporadas de verano en Espa?a con las de Brasil. La mayor¨ªa de los argentinos, pero tambi¨¦n socorristas uruguayos o peruanos, viven en una temporada estival constante, desempe?ando su trabajo en el verano de Europa y luego, en el de Sudam¨¦rica. La ventaja burocr¨¢tica de los argentinos respecto a otras nacionalidades latinoamericanas es que muchos pueden obtener la doble nacionalidad espa?ola o italiana gracias a sus antepasados europeos.

Las comunidades aut¨®nomas empezaron a principios del presente siglo a introducir diferentes niveles de obligatoriedad para contratar a socorristas en piscinas p¨²blicas o comunitarias. La demanda de t¨¦cnicos de salvamento se dispar¨® y las empresas buscaron donde hab¨ªa m¨¢s opciones de encontrar personal cualificado y con conocimiento del idioma: Argentina.

El t¨ªtulo de socorrismo en Argentina requiere un a?o de preparaci¨®n y es f¨ªsicamente muy exigente, coinciden en valorar Perell¨® y Carlos de Espa?a, presidente de la federaci¨®n hom¨®loga de Baleares. En Espa?a, la preparaci¨®n requerida depende de cada comunidad aut¨®noma, pero los cursos m¨¢s largos para obtener el certificado de profesionalidad duran cuatro meses. Perell¨® y De Espa?a tambi¨¦n est¨¢n de acuerdo en que a los argentinos les falta preparaci¨®n t¨¦cnica, como la de primeros auxilios.

Para ejercer en Espa?a, la homologaci¨®n del t¨ªtulo argentino va acompa?ada en la mayor¨ªa de los casos de breves cursos de reciclaje, sobre todo te¨®ricos. Lo cuenta Inti Mart¨ªnez en su canal de Youtube, en un v¨ªdeo especial destinado a sus compatriotas que quieren trabajar de socorristas en Espa?a. Mart¨ªnez, de 28 a?os, reside en M¨¢laga. Est¨¢ titulada como guardavidas por la escuela de mayor prestigio de Argentina, la de la Cruz Roja. ¡°Yo all¨ª ten¨ªa que nadar cada d¨ªa, de lunes a s¨¢bado, durante un a?o. Mi marido se sac¨® en Espa?a un t¨ªtulo de socorrista, lo consigui¨® en dos semanas¡±.

Alberto Garc¨ªa, director de la escuela de la Real Federaci¨®n Espa?ola de Salvamento y Socorrismo, critica la disparidad de normativas auton¨®micas que obligan en Canarias, por ejemplo, a tener un certificado profesional con m¨¢s de 400 horas de formaci¨®n, o a tan solo realizar un curso online en Castilla y Le¨®n. Garc¨ªa subraya que cuantas m¨¢s horas y exigencias se necesiten para obtener los t¨ªtulos de socorrismo, menos ciudadanos espa?oles los querr¨¢n hacer porque no compensa para un empleo de tres meses.

Exigencia extrema

La dureza de la formaci¨®n argentina en salvamento est¨¢ personificada en Melogno y Rosarno: en el caso del primero, de 50 alumnos que empezaron la formaci¨®n, solo se licenciaron 15; en el caso de Rosarno, de 120 que hicieron el examen de ingreso, terminaron 40. ¡°Durante un a?o te matan a palos, 10 horas a la semana nadando. Y lo haces porque all¨ª, trabajar en la playa es un privilegio, no como aqu¨ª¡±, dice Melogno. Los socorristas tienen en Palma un salario mensual de 1.000 euros, ¡°menos que un camarero¡±, lamenta este sindicalista. ¡°Dicen que faltan socorristas, pero socorristas hay, lo que falta son sueldos dignos¡± a?ade Rosarno.

El v¨ªdeo tutorial de Mart¨ªnez es un aviso de las horas extra no remuneradas que hay que trabajar, seg¨²n su experiencia en Andaluc¨ªa. Es un grito de advertencia a los que quieren cruzar el Atl¨¢ntico pensando que las condiciones en Espa?a son una bicoca. ¡°El problema de los argentinos es que nuestra econom¨ªa es muy fluctuante. Ha habido ¨¦pocas en las que como socorrista pod¨ªas ganar 1.500 euros en Argentina, y ahora lo normal son 350¡å, explica Rosarno.

La f¨®rmula m¨¢s buscada es concentrarse en municipios donde pueden compartir vivienda con otros argentinos y en regiones donde los contratos duran m¨¢s. Catalu?a es el destino favorito: tiene un convenio colectivo con un salario m¨ªnimo de 1.300 euros, seg¨²n informa la CGT, y temporadas de ba?o que en lugares como Barcelona, Castelldefels o Tossa empiezan en Semana Santa. Los representantes del sector de salvamento acu¨¢tico de Catalu?a, Baleares, Valencia y Andaluc¨ªa entrevistados coinciden en que en Espa?a continuar¨¢n faltando profesionales y que la hegemon¨ªa argentina ir¨¢ a m¨¢s.

Con 20 a?os salvando vidas en Barcelona, Rosarno asegura que la profesionalizaci¨®n arranc¨® tarde en Espa?a, hace menos de una d¨¦cada. Queda mucho para que los espa?oles presuman de haber tenido un presidente del Gobierno socorrista, pero Rosarno reitera que est¨¢ viendo un cambio: ¡°En Barcelona nos sentaban antes en una silla y bajo una sombrilla, expuestos al fr¨ªo, al calor o incluso a la gente que nos tiraba cosas. Ahora tenemos unas torres con cabina y mirador. Los j¨®venes, cuando lo ven, entienden que es algo serio¡±.

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