Agua y aire acondicionado gratis: as¨ª se autogestionan los refugios clim¨¢ticos en Madrid
Mercados y asociaciones ofrecen sus instalaciones para que las personas m¨¢s vulnerables se resguarden del calor ante la inexistencia de una red p¨²blica
Ataviado con un casco de bicicleta en la cabeza, V¨ªctor Coq, de 33 a?os, espera, paciente, en una silla de pl¨¢stico en el refugio clim¨¢tico del mercado municipal de Pac¨ªfico, en el distrito madrile?o de Retiro. El franc¨¦s, afincado en la capital desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, chequea su m¨®vil mientras el comerciante de una panader¨ªa con productos sin gluten le prepara dos grandes bolsas con la mercanc¨ªa. Huele a pan reci¨¦n horneado. Y a¨²n le quedan horas de trabajo. ¡°Me parece muy bien para frenar los golpes de calor y tambi¨¦n para la gente mayor¡±, dice sonriente el repartidor, acomodado bajo el aire acondicionado. Hace un mes que entre los estantes de frutas y verduras de este mercado, se han colocado siete mesas con cuatro sillas cada una. Una jarra de agua con hielo y una pila de vasos de pl¨¢stico conforman este nuevo refugio, por el que ya han pasado unas 40 personas, seg¨²n la asociaci¨®n de comerciantes del mercado. As¨ª se gestionan los refugios clim¨¢ticos en Madrid, para que las personas, especialmente las m¨¢s vulnerables, se resguarden del calor ante la inexistencia de una red p¨²blica.
Los refugios clim¨¢ticos son oasis con agua y una temperatura m¨¢xima de 26¡ã habilitadas para que cualquiera pueda huir de las horas m¨¢s calurosas del d¨ªa. Desde edificios, colegios o bibliotecas hasta lugares al aire libre como parques con fuentes y ¨¢rboles. Pero, en la Comunidad de Madrid, la Asamblea rechaz¨® en junio, con los votos de PP y Vox, la propuesta de M¨¢s Madrid de crear una red en equipamientos p¨²blicos. El Ayuntamiento de la capital tampoco tiene previsto crear una red se?alizada aunque se acord¨® en el pleno del 28 de junio.
Aun as¨ª, han surgido iniciativas aisladas. La muerte del barrendero Jos¨¦ Antonio Gonz¨¢lez, de 60 a?os, que muri¨® en una calle de Vallecas a las cinco de la tarde mientras trabajaba. Y las 1.055 personas fallecidas por el calor en Espa?a durante el pasado mes de julio, que fue el m¨¢s caluroso de la historia en el pa¨ªs desde que hay registros, hicieron sonar las alarmas de los comerciantes del mercado. Por voluntad propia, decidieron montar la instalaci¨®n, despu¨¦s de pedir permiso a la gerencia del mercado y al Ayuntamiento de Madrid.
Unos llevaron manteles. Otros sillas, jarras, hielos, mesas... De la noche a la ma?ana ya lo ten¨ªan todo organizado. ¡°Nunca nos hab¨ªamos puesto de acuerdo tan r¨¢pido. La idea tuvo bastante buena acogida¡±, cuenta risue?a Gema Albo, que regenta una tienda de ultramarinos de productos gallegos. Como ella, los encargados de los puestos aleda?os a las mesas se encargan de reponer el agua en las jarras de cristal. Y los fruteros aportan limones para el refresco. ¡°Ojal¨¢ se replique en el resto de los mercados. En invierno tambi¨¦n tiene sentido porque tambi¨¦n hay temperaturas extremas¡±, opina Albo.
La afluencia de clientes disminuye en agosto. Y de los 35 puestos que hay, una veintena permanecen cerrados por vacaciones. ¡°Es un sitio tranquilo donde no tienes que gastarte 10 euros para poder sentarte. Puedes beber un vaso de agua o ir al ba?o sin que te digan que es para clientes¡±, defiende Mar¨ªa Jes¨²s Luna, de 46 a?os, presidenta de la asociaci¨®n de comerciantes del mercado y propietaria de una peque?a tienda de jabones naturales. Adem¨¢s, explica que la iniciativa tambi¨¦n impulsa el sentimiento de barrio y la colaboraci¨®n entre los vecinos.
Personas mayores con sus bastones, trabajadores de la zona SER (Servicio de Estacionamiento Regulado) o madres con ni?os se paran para tomar un vaso de agua en la zona de descanso. ¡°???ltimo?!¡±, vocifera una vecina que llega a la cola de la carnicer¨ªa. ¡°Soy yo, se?ora¡±, contesta F¨¦lix Rubio, de 65 a?os, que con su mano se frota la frente para retirarse las gotas de sudor. Rubio es fiel comprador del mercado y cuenta que lo visita a diario desde que ten¨ªa cuatro a?os cuando ven¨ªa con su abuela: ¡°Esto es muy buena idea. Aqu¨ª se est¨¢ m¨¢s fresco. A m¨ª lo que pase de 15 grados ya me fastidia¡±. Fuera del recinto, en el abrasador asfalto, el term¨®metro marca 35 grados. Dentro, la temperatura baja a 24 grados.
¡°Se trata de que la gente no se muera en la calle. Aqu¨ª puede venir cualquiera. Est¨¢ pensado tambi¨¦n para personas que no tienen aire acondicionado en casa y que viven solas¡±, explica Luna. Los repartidores que vienen a entregar paquetes o a cobrar una factura pueden echarse un vaso de agua fresca durante su larga jornada. Tambi¨¦n los que hacen la compra y quieren descansar unos minutos o aquellos que quieran trabajar con el ordenador.
En agosto seguimos con nuestros horarios habituales. ??
— Fundaci¨®n 26 de Diciembre (@fundacion26D) July 30, 2022
? De lunes a viernes de 9 a 18h.
?Estamos en la calle Fray Ceferino Gonz¨¢lez, 4
??Acu¨¦rdate! Si necesitas un lugar para refrescarte, descansar, beber agua, comer a resguardo¡ vente a la Fundaci¨®n. pic.twitter.com/X9Gy9wZNOc
El ejemplo se replica en otros barrios madrile?os, como en la sede de la Fundaci¨®n 26 de diciembre, que atiende cada a?o a 800 personas mayores LGTBI. En su local tienen una sala con butacas y sillas, abierta para cualquiera que intente huir de las altas temperaturas. ¡°Nosotros trabajamos con personas mayores, que son personas vulnerables, y ya cuando vimos que el calor era persistente decidimos poner en marcha el refugio clim¨¢tico¡±, explica V¨ªctor Ramos, portavoz de la asociaci¨®n. Dentro del establecimiento, que permanece abierto de nueve de la ma?ana a seis de la tarde, la temperatura es de 27 grados: ¡°Hace m¨¢s fresquito, pero no te tienes que abrigar¡±. Su puesta en marcha fue sencilla. ¡°Pusimos jarras de agua para quien quiera venir a descansar, a leer un rato o a conectarse a Internet, y estar en un sitio m¨¢s amigable en cuanto a temperatura¡±, concluye Ramos.
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