El PP, entre Romanones y Eur¨ªpides
Los populares catalanes rechazan el di¨¢logo con el soberanismo, en contra de la pr¨¢ctica de la derecha cuando ha llevado las riendas del Gobierno central
Alcalde de Madrid y tres veces presidente del Gobierno, al conde de Romanones se le atribuye la expresi¨®n: ¡°Cuando digo jam¨¢s es hasta esta tarde¡± y, claro est¨¢, ¡°nunca jam¨¢s es hasta ma?ana¡±. En esa estela podr¨ªa inscribirse Alejandro Fern¨¢ndez, buen orador, hombre razonable y l¨ªder del Partido Popular catal¨¢n. Un pol¨ªtico con discurso e ideas propias. Sin embargo, como en las excusas nacional-cat¨®licas esgrimidas por las actrices pioneras del destape espa?ol¨C¡±solo me desnudo si el guion lo exige¡±¨C, Fern¨¢ndez sigue el libreto general del PP.
En ese sentido deben entenderse sus afirmaciones recientes que vaticinan que si Alberto N¨²?ez Feij¨®o, presidente del PP, llega a la Moncloa no habr¨¢ continuidad de la mesa para di¨¢logo con el independentismo catal¨¢n, ni reforma de delito de sedici¨®n. Una somera visita a la hemeroteca muestra, sin embargo, que siempre que ha gobernado la derecha, el PP ha empleado a su antojo pol¨ªtico ¨Ccon la aquiescencia de la izquierda¨C los pactos con los nacionalismos catal¨¢n y vasco, incluso con ETA en plena actividad. Entre 1998 y 1999, el Congreso aprob¨® por unanimidad dos mociones instando a desarrollar una ¡°flexible pol¨ªtica penitenciaria¡± para acercar presos de la organizaci¨®n terrorista al Pa¨ªs Vasco. En ese periodo, 120 etarras fueron aproximados a Euskadi mientras se facilitaba el regreso a 300 exiliados pr¨®ximos a la organizaci¨®n.
¡°Si los terroristas deciden dejar las armas sabr¨¦ ser generoso¡±, afirmaba el expresidente del Gobierno Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en marzo de 1998. En noviembre de ese mismo a?o, el entonces presidente a?ad¨ªa ¡°por la paz y por sus derechos no nos cerraremos, sino que, por el contrario, nos abrimos a la esperanza, al perd¨®n y a la generosidad, y por la paz pondremos lo mejor de nuestra parte para hacerla definitiva con la ayuda y la esperanza de todos¡±. Aquel mismo mes a?ad¨ªa: ¡°El Gobierno y yo personalmente he autorizado contactos con el entorno del Movimiento Vasco de Liberaci¨®n¡±, que era como Aznar denominaba en aquellos a?os a ETA y a su entorno. En el Parlamento vasco, los populares alcanzaron m¨¢s de un centenar de acuerdos con los predecesores de la actual Bildu.
La inteligencia pol¨ªtica de Alejandro Fern¨¢ndez a buen seguro que pone prevenciones al di¨¢logo con los independentistas catalanes por imperativos del guion. Si hubo contactos entre PP y Herri Batasuna en 1993 ¨Ccuando ETA asesin¨® a 14 personas¨C no tiene sentido dinamitar preventivamente la mesa negociadora con el soberanismo catal¨¢n ¨Cque no ha matado a nadie¨C . Otra cosa son los peajes a Vox y, sobre todo, a ese electorado fronterizo entre ambas formaciones crecido a la sombra del proc¨¦s.
La sensatez pol¨ªtica recomienda volver a ese PP que por boca del actual senador cunero Javier Maroto (PP) justific¨® los pactos con Bildu: ¡°No me tiemblan las piernas por llegar a acuerdos con nadie¡±, sostuvo en 2013 el entonces alcalde de Vitoria. No hay duda de que el PP volver¨¢ al principio de realidad forjado entre la necesidad de mayor¨ªas y la virtud de la sensatez.
Cuentan que tras la batalla de Siracusa entre espartanos y atenienses, los sicilianos socorr¨ªan a los marineros enemigos que fueran capaces de recitar de memoria los coros de obras de Eur¨ªpides de gran ¨¦xito en la isla. A buen seguro que el PP har¨ªa bien en escuchar las recomendaciones de Romanones e ir recuperando viejos libretos para su pura supervivencia pol¨ªtica.
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