Pugna por la lengua entre la pol¨ªtica y los tribunales

La manifestaci¨®n que este domingo recorrer¨¢ las calles de Barcelona en defensa del uso del castellano como lengua vehicular en el sistema educativo catal¨¢n es el ¨²ltimo episodio de un conflicto ling¨¹¨ªstico que parece no tener fin. Las entidades que defienden el biling¨¹ismo llevan d¨¦cadas luchando, sobre todo a trav¨¦s de los tribunales, para lograr que ambas lenguas tengan una consideraci¨®n similar en las aulas de una comunidad aut¨®noma donde, sin embargo, ha prevalecido el sistema de inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica. La pugna sigue viva, a la espera de saber si se ejecuta o no la sentencia sobre el 25% de castellano, puesto que las nuevas leyes aprobadas por el Gobierno catal¨¢n impiden fijar porcentajes.

En noviembre se cumplir¨¢ un a?o desde que el Tribunal Supremo decret¨® la firmeza de la sentencia, dictada en 2020, que obliga a impartir un m¨ªnimo de un 25% de castellano en las aulas. La decisi¨®n desat¨® una tormenta pol¨ªtica, sobre todo por su car¨¢cter aparentemente definitivo. Los tribunales llevaban a?os dictando resoluciones, en Catalu?a, que obligaban a tal o cual colegio a impartir m¨¢s contenidos en castellano. Pero esta decisi¨®n afectaba al conjunto del sistema educativo p¨²blico y, por tanto, a uno de los pilares de la acci¨®n de gobierno de la Generalitat.

Una de esas sentencias a partir de demandas particulares lleg¨® en mitad de esa convulsi¨®n y por eso gener¨® un inusual revuelo: la de la escuela Tur¨® del Drac de Canet de Mar (Barcelona). Los padres que solicitaron m¨¢s castellano para su hijo fueron objeto de acoso en redes sociales en un episodio que provoc¨® manifestaciones a favor de la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica, pero tambi¨¦n una mayor beligerancia de las entidades y plataformas que promueven el biling¨¹ismo.

Que la sentencia del 25% iba en serio lo dej¨® claro el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a cuando en mayo ¡ªa pocas semanas de acabar el curso escolar¡ª dio un m¨¢ximo de dos semanas al Govern para ejecutar la resoluci¨®n e instruir a los directores para lograr ese porcentaje, incluyendo al menos una asignatura troncal en castellano. El Ejecutivo de Pere Aragon¨¨s, integrado por ERC y Junts, protest¨®, gesticul¨® ¡ªel consejero de Educaci¨®n, Josep Gonz¨¤lez-Cambray, habl¨® de ¡°aberraci¨®n¡±¡ª e hizo amagos de desobediencia. Hall¨®, finalmente, una v¨ªa para sortear la imposici¨®n de porcentajes a las escuelas e institutos: cambiar la ley.

En junio, el Parlament aprob¨® ¡ªcon un amplio consenso, pues cont¨® con los votos de ERC, Junts, PSC y En Com¨² Podem¡ª la nueva ley de uso de lenguas oficiales en la escuela. Seg¨²n esa norma, el catal¨¢n sigue siendo la ¨²nica lengua vehicular, aunque el castellano adquiere por primera vez el rango de lengua ¡°curricular¡±; en la pr¨¢ctica, eso significa que puede emplearse m¨¢s all¨¢ de la asignatura de Lengua Castellana, si as¨ª lo considera el centro educativo. Pero la decisi¨®n volvi¨® a topar con los tribunales. El TSJC constat¨® que, con la nueva ley en vigor, que fija la ¡°inaplicaci¨®n¡± de porcentajes en los proyectos ling¨¹¨ªsticos de los centros, resultaba imposible ejecutar la sentencia sobre el 25%. Y llev¨® la ley al Tribunal Constitucional al considerar que puede ser inconstitucional y que su ¨²nico objetivo es ¡°bloquear¡± la ejecuci¨®n de la sentencia del 25%.

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