El Liceu abre la temporada de ¨®pera con Don Pasquale, el drama bufo de Donizetti

El Gran Teatre del Liceu brinda esta tarde el esperado concierto de la Novena Sinfon¨ªa de Mahler, interpretada por la Orquesta Nacional de Par¨ªs y dirigida por Gustavo Dudamel y, ma?ana, inaugura oficialmente su temporada con Don Pasquale. La obra es uno de los ¨²ltimos t¨ªtulos de Gaetano Donizetti, que lo defini¨® como ¡°drama bufo¡±, como record¨® ayer durante la presentaci¨®n el tenor Carlos Chausson. Don Pasquale, una de las ¨®peras postreras de Donizetti, retrata con sorna el intento de un anciano de frustrar los planes de boda de su sobrino para acabar atrapado en una cruel trampa de Norina, la joven novia. El elenco est¨¢ formado por el propio Bausson, Carles Pach¨®n y las dos j¨®venes sopranos Sara Blanch y Serena S¨¢enz, que se turnan en el papel de la despiadada Norina.

V¨ªctor Garc¨ªa de Gomar, director art¨ªstico del Liceo, explic¨® en el acto de presentaci¨®n que es obvia la apuesta de la instituci¨®n por el talento local al tiempo que defini¨® Don Pasquale como una obra ¡°melanc¨®lica¡± que contiene una ¡°burla feroz¡± sobre la imperfecci¨®n humana. Bajo la batuta de Josep Pons, director musical, la obra estar¨¢ en cartel desde ma?ana hasta el 9 de octubre. ¡°Estamos en la culminaci¨®n del bel canto¡±, corrobor¨® Pons, que apunt¨® que la partitura contiene detalles cl¨¢sicos que le evocan a Mozart y aspectos bufos y l¨ªricos que ya apuntan a Verdi.

El Liceo quiso incluir entre sus t¨ªtulos de la ¨²ltima temporada a Wozzeck, un antih¨¦roe por excelencia y torturado por las secuelas de la Gran Guerra. Y Damiano Michieletto, director de escena, se?al¨® que en Don Pasquale no hay ¡°tragedias, h¨¦roes ni apocalipsis. Es un regalo¡±, explic¨® al describir una historia en la que no todo es blanco ni negro y en la que el protagonista que intenta destruir la relaci¨®n de unos j¨®venes acaba ¡°arrinconado y abandonado¡±. ¡°No es una obra plana y no siempre tiene que hacer re¨ªr. Es como la vida misma. Los personajes son humanos¡±, describe Michieletto, que recuerda que en infinidad de ¨®peras las mujeres son maltratadas y en esta Norina le da una sonora bofetada a Don Pasquale.

Michieletto ha concebido la escenograf¨ªa, con el soporte del v¨ªdeo, como un espacio abierto. No hay paredes en la casa de Don Pasquale, en la que se pasa de la cocina, al ba?o, al sal¨®n o al garaje en un juego esc¨¦nico en el que la irrupci¨®n de Norina ¡ª ¡°es como un tsunami¡±, describe el director de escena¡ª lo cambia todo.

La joven soprano Sara Blanch debut¨® la temporada pasada en el Liceo con Zerbonetta (Ariadne and Naxos) y la culmin¨® haciendo una soberbia Reina de la noche (La Flauta M¨¢gica). ¡°Volver siempre es motivo de ilusi¨®n. Es estar en casa. Estoy ahora mucho m¨¢s relajada con este papel. El a?o pasado fue como empezar la casa por el tejado¡±, afirm¨® Blanch. Feliz vocal y musicalmente con el anguloso personaje de Norina ¡ª¡±yo no me comportar¨ªa as¨ª en la vida¡±, admiti¨®¡ª, Serena S¨¢enz remach¨®: ¡°Volver al Liceo con Don Pasquale es el top del top¡±.

La presentaci¨®n de la obra revel¨® la complicidad de los cantantes, que en su mayor¨ªa ya hab¨ªan coincidido en otras producciones. La publicidad de la ¨®pera, que muestra a un anciano en pijama junto a un vaso con una dentadura, la dibuja como una comedia divertida pero a la vez ¡°emotiva, perturbadora y burlesca¡±. ¡°Es que Donizetti lo llama un drama buffo y con eso est¨¢ dicho todo. Es una producci¨®n inteligente que hace re¨ªr y pensar¡±, sintetiza Chausson. ¡°Es la primera ¨®pera que podr¨ªa ver tu hijo o tu nieta y que podr¨ªa servir como introducci¨®n a un mundo maravilloso¡±, sentencia.

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