El retroceso es un avance
La ruptura de la unidad independentista con la salida del gobierno de los consejeros de Junts es un punto final. La Generalitat incorpora de nuevo a pol¨ªticos motivados por el autogobierno y no por las prisas y fantas¨ªas independentistas
Hay un balance negativo independentista indiscutible, pero hay otro todav¨ªa m¨¢s sombr¨ªo, el de los sucesivos fracasos presidenciales del nacionalismo pospujolista, cada uno peor que el anterior y una abultada cuenta pendiente que todav¨ªa no ha pagado del todo en las urnas. Confiar en el voto como una funci¨®n inmutable, fijada por los sentimientos, la identidad e incluso la sociolog¨ªa es un insulto al futuro. Por fortuna, las personas cambian, como las sociedades, y as¨ª terminar¨¢ sucediendo sin duda entre nosotros.
Al final de la calle, quien impuls¨® el proceso disruptivo que deb¨ªa transformarlo todo, el marco constitucional, el sistema de partidos y las relaciones entre Catalu?a y Espa?a, ha entrado en un declive que lleva directamente a la irrelevancia, sin contar los desperfectos sufridos por el autogobierno catal¨¢n a su cargo durante esta d¨¦cada desgraciada, ni haberse siquiera acercado al objetivo que se hab¨ªa propuesto.
La ruptura de la unidad independentista con la salida del gobierno de los consejeros de Junts es un punto final. La Generalitat incorpora de nuevo a pol¨ªticos motivados por el autogobierno y no por las prisas y fantas¨ªas independentistas. El secretario general de Junts, Jordi Turull, lo ha denunciado como un retroceso en el camino hacia la independencia. Le da la raz¨®n Raimon Obiols, en una entrevista a la revista Pol¨ªtica&Prosa, pero d¨¢ndole la vuelta, puesto que ¡°el retroceso siempre debe significar un paso hacia adelante¡±. No hay mayor p¨¦rdida de energ¨ªas y de tiempo que la persistencia en un camino equivocado.
Esquerra ha empezado a darse cuenta, pero Junts sigue empecinada en la expedici¨®n a ninguna parte y en se?alar como traidores autonomistas a quienes no la sigan. Su primer avatar tuvo una traves¨ªa del desierto que termin¨® triunfalmente en un oasis desaprovechado, pero es dif¨ªcil imaginar que haya oasis salvadores en el desierto que les aguarda de nuevo.
Mientras la caravana del radicalismo enfila las arenas desnudas, acaba de entrar en el oasis la caravana socialista, dispuesta a regresar a los alc¨¢zares del poder tras salvar 10 a?os de deserciones y emboscadas. Obiols tambi¨¦n habla sobre el duro y largo viaje de sus compa?eros del PSC, ¡°el ¨²nico partido que queda en pie de la transici¨®n (en Catalu?a)¡±, descontando a Esquerra, que ¡°cada equis a?os cambia de piel¡±.
Nada esencial se ha perdido en este tiempo, seg¨²n quien fue su primer secretario y uno de sus fundadores, puesto que se ha conseguido superar un ¡°momento peligros¨ªsimo, nefasto para los socialistas y la izquierda en general, de confrontaci¨®n entre dos fuerzas de izquierdas por motivos de identidades ling¨¹¨ªsticas y nacionales¡±.
Seg¨²n deduce el veterano dirigente socialista, las dos viejas almas o sensibilidades que hab¨ªan habitado el socialismo catal¨¢n desde su fundaci¨®n en 1978, han conseguido sobrevivir a todas las adversidades. Y ahora habr¨¢ que contar con ellas.
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