Frialdad del independentismo ante el entusiasmo de S¨¢nchez por la reforma penal
En las filas de ERC se limitan a confirmar que el acuerdo responde a un pacto con el Gobierno, mientras Junts, la CUP y las entidades secesionistas lo desde?an
Cuando, en junio de 2021, el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, anunci¨® que conceder¨ªa los indultos a los l¨ªderes del proc¨¦s condenados a prisi¨®n, el independentismo desde?¨® la medida, neg¨¢ndole cualquier viso de coraje pol¨ªtico a pesar de que S¨¢nchez la present¨® como una forma de desinflamar la situaci¨®n en Catalu?a. Incluso ERC la atribuy¨® simplemente a una hipot¨¦tica presi¨®n de organismos europeos. Ahora, con la reforma del C¨®digo Penal ¡ªfruto de una negociaci¨®n entre el PSOE y ERC¡ª pr¨¢cticamente lista, y promovida con igual o incluso m¨¢s entusiasmo por parte del presidente del Gobierno, el secesionismo no se mueve un ¨¢pice de ese planteamiento y vive el anuncio con frialdad. Hasta que no est¨¦ todo consumado, insisten distintas voces de partidos y entidades independentistas, no se podr¨¢ realmente evaluar el impacto. Y eso a pesar de que los inmediatos beneficiarios de la reforma son los condenados del proc¨¦s y quienes est¨¢n pendientes de juicio por esa causa.
En la c¨²pula de ERC se limitan a repetir el mantra acu?ado en el pasado por el diputado Gabriel Rufi¨¢n: ¡°El PSOE no hace, al PSOE se le obliga a hacer¡±. Para ellos, la reforma que deroga el delito de sedici¨®n y rebaja las penas por malversaci¨®n (que beneficia al menos a 37 excargos independentistas ya juzgados o encausados) es otro ejemplo de esa m¨¢xima, el mero fruto de un compromiso m¨¢s adquirido en la v¨ªa negociada. Todo estaba agendado para efectuarse antes de que terminara este a?o en la mesa de di¨¢logo, insisten esas voces, y a ello se llegaba despu¨¦s de una crisis de confianza inmensa derivada del caso Pegasus de espionaje. El president Pere Aragon¨¨s fue uno de los monitoreados, aunque con autorizaci¨®n judicial, y para los republicanos eso era incompatible con la voluntad de di¨¢logo en la que insist¨ªa el Gobierno.
Cuando en agosto se recompusieron las confianzas, en ERC quisieron aprovechar para acelerar las negociaciones y que la mesa pudiera cerrar el a?o con frutos tangibles. A¨²n no estaba claro que la coalici¨®n de Gobierno con Junts fuera a caer, pero ya exist¨ªa la idea de que ten¨ªa que haber un anuncio que sirviera para mostrar que la apuesta por el di¨¢logo era ¨²til. Nadie previ¨®, sin embargo, que Pedro S¨¢nchez fuera a prodigarse en la defensa de las reformas legislativas de la manera en la que lo est¨¢ haciendo. ¡°Estamos defendiendo lo que vale la pena, la concordia, la convivencia y la uni¨®n entre espa?oles. No quiero que volv¨¢is a vivir los d¨ªas tan aciagos y tan tristes de 2017¡å, dijo el presidente del Gobierno con una exaltaci¨®n inusual el pasado fin de semana en Barcelona. De hecho, mientras que el anuncio de la derogaci¨®n del delito de sedici¨®n si estuvo pautado entre ambas partes, la rebaja de la malversaci¨®n, que S¨¢nchez confirm¨® en el corrilllo con periodistas tras los fastos del D¨ªa de la Constituci¨®n, cogi¨® a los republicanos por sorpresa.
Hay quien dentro del Govern sostiene que S¨¢nchez simplemente ¡°hace de S¨¢nchez¡±: ¡°Dice las cosas a medias, despu¨¦s las matiza. Siempre mareando la perdiz¡±. Pero el caso es que el compromiso se ha cumplido (tambi¨¦n por parte de ERC en la votaci¨®n de los Presupuestos Generales), y sin embargo el discurso no es de plena satisfacci¨®n. ¡°El Govern considera que se ha hecho un avance con el C¨®digo Penal. Por tanto, est¨¢ satisfecho. Pero no es la reforma que har¨ªa al 100%¡±, ha dicho este martes la portavoz del Ejecutivo catal¨¢n, Patr¨ªcia Plaja. ERC tambi¨¦n se ha envuelto en el relato ¡ªcompartido por el Gobierno central¡ª de que la reforma de la malversaci¨®n en 2015 fue un traje a medida del PP contra el independentismo, a pesar de que aquella reforma lleg¨® al Congreso a principios de 2013, casi dos a?os antes de esa votaci¨®n.
Si en las filas republicanas se limitan a considerar las medidas del Gobierno como un mero fruto de la negociaci¨®n en la mesa de di¨¢logo, en el resto de fuerzas independentistas la situaci¨®n se vive a¨²n con m¨¢s frialdad. ¡°Se ha hecho un autogol¡±, opina una de las primeras espadas de Junts. La tesis oficial de esa formaci¨®n es casi id¨¦ntica a la que plantean el PP, Vox o Ciudadanos, esto es, que S¨¢nchez s¨®lo pretende mantenerse en el Ejecutivo y para lograrlo da a los republicanos prebendas como los cambios legales. Lo mismo le da a Junts que los encausados o condenados de sus propias filas, comenzando por Carles Puigdemont, puedan terminar benefici¨¢ndose de la reforma del C¨®digo Penal. Para el portavoz de Junts, Josep Rius, ¡°el Gobierno espa?ol quiere dejar las cosas donde estaban¡±.
El PDeCAT, que de momento se muestra favorable a la reforma penal, es el ¨²nico que abiertamente apoya el cambio como herramienta para consolidar el nuevo panorama pol¨ªtico alejado de las aventuras unilaterales. La CUP, por su parte, cree que el nuevo supuesto de des¨®rdenes p¨²blicos agravados deja a los pies de los caballos a las decenas de ciudadanos an¨®nimos que est¨¢n encausados tras protestas de cariz independentista. La Assemblea Nacional Catalana (ANC) y ?mnium Cultural tambi¨¦n miran con reojo los cambios por ese mismo motivo. El compromiso de Pedro S¨¢nchez, sostienen, solo se podr¨¢ medir si se abre a negociar un refer¨¦ndum de independencia. Una posibilidad que el Gobierno ha vuelto a rechazar este mismo martes.
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