Huelga de m¨¦dicos en Catalu?a: Por el futuro de la sanidad p¨²blica, el momento es ahora

Estamos a las puertas de una movilizaci¨®n que tiene pocos precedentes. Todo el personal facultativo del sistema sanitario p¨²blico y concertado catal¨¢n est¨¢ llamado a secundar la huelga convocada por Metges de Catalunya los pr¨®ximos d¨ªas 25 y 26 de enero. La ¨²ltima vez que pas¨® algo parecido fue en noviembre de 2011, con motivo de los salvajes recortes sanitarios de los cuales a¨²n pagamos sus consecuencias.

La sanidad p¨²blica sufre una profunda degradaci¨®n y la ciudadan¨ªa es plenamente consciente de ello. Pero la crisis que atraviesa la profesi¨®n m¨¦dica en particular merece un an¨¢lisis singular, porque un futuro cercano con muy pocos m¨¦dicos trabajando en el sistema es un escenario m¨¢s que plausible si no se produce un cambio radical en las condiciones asistenciales y laborales de dichos profesionales.

Recientemente se ha firmado un preacuerdo de convenio colectivo de los trabajadores del sector sanitario concertado que incluye algunas mejoras retributivas, bastante menores en el caso de los m¨¦dicos. Seg¨²n el consejero Manel Balcells, el Departamento de Salud sumar¨¢ 460 millones de euros a su presupuesto para hacer frente a las mejoras acordadas. Si se ha pactado un nuevo convenio que incluye incrementos salariales, ?por qu¨¦ los m¨¦dicos siguen yendo a la huelga?, se preguntar¨¢n algunos ciudadanos.

La explicaci¨®n es tan sencilla como que con ese nuevo convenio los pacientes no apreciar¨¢n mejora alguna en la atenci¨®n que reciben. Es decir, no se reducir¨¢n las listas de espera, no mejorar¨¢ la accesibilidad de la atenci¨®n primaria y las Urgencias no dejar¨¢n de estar colapsadas.

Entre otros motivos, es por ello por lo que la huelga se mantiene, porque no podemos seguir prestando la asistencia en las condiciones actuales. El modelo sanitario basado en obtener el m¨¢ximo rendimiento con el m¨ªnimo coste no tiene continuidad. La sanidad p¨²blica no se puede seguir sustentando en la precariedad de sus profesionales, confi¨¢ndolo todo a su buena voluntad y vocaci¨®n de servicio.

Mientras tanto, el sector sanitario sigue siendo un reducto de puertas giratorias, cargos hipertrofiados y asociaciones patronales que act¨²an como agentes extractivos de los recursos p¨²blicos. Y en ese contexto, las mesas de negociaci¨®n se acaban convirtiendo en espacios cuyo objetivo es reducir el di¨¢logo a acordar nimios porcentajes de mejora salarial, sin modificar un ¨¢pice el modelo de gesti¨®n.

Tras a?os de recortes y una pandemia devastadora, los m¨¦dicos hemos dicho basta. Nunca como hasta ahora hab¨ªamos sufrido tantas bajas laborales, jubilaciones anticipadas y fuga de profesionales. El hast¨ªo es generalizado y la desmotivaci¨®n tambi¨¦n. No es exagerado afirmar que la crisis de facultativos es una amenaza para la sostenibilidad de la sanidad p¨²blica. ¡°No hay m¨¦dicos¡±, aseguran sin ruborizarse los responsables pol¨ªticos. La pregunta es: si no se mejoran sustancialmente las condiciones de trabajo (asistenciales, laborales y retributivas), ?los habr¨¢ en un futuro? Si no somos capaces de retener a la nuevas generaciones de galenos, cuya cultura laboral es totalmente diferente a la de los ¨²ltimos 50 a?os, ?con qui¨¦n contaremos para sustituir las jubilaciones masivas de la pr¨®xima d¨¦cada? ?Qui¨¦n atender¨¢ las demandas asistenciales de una poblaci¨®n cada vez m¨¢s envejecida?

De todo ello trata la huelga de los d¨ªas 25 y 26 de enero. De mejorar el trabajo asistencial de los facultativos para mejorar la sanidad p¨²blica. Por eso decimos que tambi¨¦n lo hacemos por nuestros pacientes y por eso pedimos que nos acompa?en en este momento crucial en el que est¨¢ en juego la salud de todos.

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