La sequ¨ªa da alas a la turismofobia en Catalu?a
El elevado consumo de agua de los visitantes, junto con el incivismo que ya se registra en algunos barrios de Barcelona, augura dificultades en la convivencia este verano
Turistas y vecinos, aunque estos luego sean turistas cuando viajan, est¨¢n pr¨¢cticamente condenados a no llevarse bien. Lo escribi¨® David Foster Wallace ¡ª¡±Ser turista es imponer tu presencia en lugares que, en todos los sentidos no econ¨®micos, ser¨ªan mejores, m¨¢s reales, sin ti¡±¡ª y se ha visto estos d¨ªas en las fiestas ilegales en los b¨²nquers del barrio del Carmel de Barcelona. En las poblaciones m¨¢s tur¨ªsticas de Catalu?a este estr¨¦s se vive desde hace muchos a?os: el turismo es uno de los principales motores econ¨®micos y genera alrededor del 12% del PIB de la regi¨®n y el 14% del empleo, pero a la vez es uno de los factores que est¨¢ detr¨¢s de las aglomeraciones, el incivismo o la gentrificaci¨®n. La tensi¨®n, que sobre todo antes de la pandemia dio lugar al fen¨®meno de la turismofobia, amenaza con aumentar a¨²n m¨¢s a causa de un bien preciado que ahora escasea: el agua.
La sequ¨ªa est¨¢ asediando a Catalu?a desde hace meses: sin lluvias que llenen los pantanos, las reservas de agua est¨¢n al 27%, y las malas previsiones han hecho que la Agencia Catalana del Agua (ACA) haya aprobado las limitaciones en el consumo de este recurso que se prev¨¦n en el plan antisequ¨ªa, en los municipios declarados en estado de excepcionalidad (224 poblaciones con casi seis millones de habitantes). A la decisi¨®n no le falt¨® pol¨¦mica: tras incluir la prohibici¨®n de llenar las piscinas, la Generalitat rectific¨® y permitir¨¢ que se llenen las municipales y las de ¡°uso compartido¡±, y pese a que faltan los detalles, el Govern aclar¨® que tambi¨¦n las de los hoteles se podr¨¢n llenar. En poblaciones costeras ya han preparado medidas para limitar el consumo de agua ante la llegada inminente de los turistas.
Con estos mimbres, ya han aparecido voces cr¨ªticas al modelo tur¨ªstico por el impacto que este tiene sobre el consumo del agua. ?C¨®mo repartir un consumo que escasea? ?Qu¨¦ sector lo necesita m¨¢s, la agricultura, el turismo, la industria? El debate del estr¨¦s h¨ªdrico del turismo no es nuevo, hasta ahora ten¨ªa m¨¢s incidencia en las islas ¡ªun estudio lo se?al¨® el a?o pasado en Baleares, por ejemplo¡ª y en Catalu?a no hab¨ªa sido a¨²n la primera preocupaci¨®n. La semana pasada, un estudio de Barcelona Regional pon¨ªa cifras a esta problem¨¢tica: el consumo de agua en hoteles representa el 12% del total, y cada turista en hoteles de lujo consume de media cinco veces m¨¢s que un vecino de la ciudad. Plataformas como la Federaci¨® d¡¯Associacions de Ve?ns de Barcelona, la Assemblea de Barris pel Decreixement Tur¨ªstic o Aigua ¨¦s vida se hicieron eco del estudio, as¨ª como representantes de partidos pol¨ªticos como Barcelona en Com¨² o la CUP.
?La situaci¨®n de sequ¨ªa puede empeorar a¨²n m¨¢s la percepci¨®n que tienen los vecinos del turismo? ¡°Seguramente ser¨¢ un debate cada vez m¨¢s intenso. Los problemas con los recursos h¨ªdricos han tenido lugar en las islas y en los destinos costeros, en Benidorm por ejemplo hubo muchas investigaciones en los noventa. Ahora que el turismo va m¨¢s all¨¢, con residentes temporales y n¨®madas digitales, esta ser¨¢ una problem¨¢tica en m¨¢s sitios¡±, se?ala Milano, profesor de antropolog¨ªa social de la UB, que apunta como referente acad¨¦mico al investigador sueco Stefan G?ssling, con el que en 2018 redact¨® un informe sobre el tema para el parlamento europeo. En su opini¨®n, el estudio de Barcelona Regional tiene otra derivada: ¡°Es interesante porque hace a?os que se dice que lo que necesita Barcelona es un turismo de calidad, de m¨¢s capacidad econ¨®mica, un discurso vacuo, porque este tipo de turismo sigue generando un impacto importante, por ejemplo con el agua, pero tambi¨¦n con los servicios que usan, que probablemente tienen un impacto redistributivo menor¡±, abunda: ¡°En lugar de apostar por la desestacionalizaci¨®n, la diversificaci¨®n de producto o el turismo de calidad, lo que tendr¨ªamos que lograr es depender menos del turismo. Sin estigmatizar a los turistas, pero sin mitificar este modelo. Y sin hacer responsables del consumo a las personas concretas, sino a las empresas, a las que se podr¨ªa incentivar para buscar soluciones m¨¢s sostenibles¡±.
La plataforma Aigua ¨¦s vida apunta a que en el futuro el estr¨¦s h¨ªdrico causado por el turismo ir¨¢ en aumento. Quim P¨¦rez, miembro de la plataforma, se?ala que seg¨²n el ¨²ltimo plan hidrol¨®gico del ACA, el consumo de agua del sector (una aproximaci¨®n, ya que se mezcla con el agua consumida para otros usos) represent¨® 14,1 hect¨®metros c¨²bicos en 2018, casi el doble de lo que hab¨ªa calculado la instituci¨®n en su plan de 2007. Entre las previsiones del pr¨®ximo Plan (2022-2027), la m¨¢s optimista es que ascienda un hect¨®metro en 2039. La peor, tres. ¡°Como pa¨ªs tenemos que hacer una reflexi¨®n sobre el modelo. Hay poblaciones donde el turismo es claramente depredador de agua, y los municipios tienen que poder fiscalizar el consumo y poner medidas¡±, dice Dante Maschio, portavoz de la plataforma. ¡°Hay mucho margen de mejora en el consumo de agua en el turismo, empezando con la concienciaci¨®n del turista y de los establecimientos: hay muy pocos hoteles que tengan sistemas de reaprovechamiento de aguas grises (de ducha y lavabos), y tambi¨¦n podr¨ªan mejorar en el uso de las piscinas: el agua puede durar, si est¨¢ bien tratada, siete a?os¡±, a?ade.
El Gremio de Hoteles defendi¨® en una entrevista en Catalunya R¨¤dio que los establecimientos puedan llenar sus piscinas, aunque la entidad ha declinado hacer comentarios sobre el consumo de agua del sector. Sobre el impacto de los cruceros, una de las bestias negras para los detractores del turismo de masas, el Puerto de Barcelona se?al¨® hace unos d¨ªas que el 80% de los buques que hicieron escala en la ciudad el a?o pasado consumieron su propia agua, mediante desalinizadoras y potabilizadoras. ¡°Considerar como refugio clim¨¢tico en verano las piscinas de los hoteles est¨¢ un poco cogido por los pelos. Si est¨¢s en una situaci¨®n de falta de recursos, lo normal es que raciones por donde sea m¨¢s f¨¢cil, ?no?¡±, se pregunta Albert Recio, vicepresidente de la FAVB, que augura que el problema del agua ir¨¢ en aumento: ¡°La crisis ecol¨®gica es un tema central, pero a la gente le cuesta de entender. Ahora bien, si hay restricciones de agua y los hoteles siguen consumiendo, esto puede ser una fuente de conflicto brutal¡±.
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