Las fundaciones de partidos buscan financiaci¨®n alternativa tras 13 a?os sin ayudas de la Generalitat
Rafael Campalans (PSC) y Josep Irla (ERC) dominan el panorama surgido tras los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n como el de CatDem y los cambios en siglas pol¨ªticas
La d¨¦cada del 2010 fue muy complicada para las fundaciones vinculadas a partidos pol¨ªticos en Catalu?a. La explosi¨®n de casos de corrupci¨®n como el Palau, que involucr¨® a la convergente CatDem, deriv¨® en la sensaci¨®n generalizada de que esos centros de pensamiento eran simples ¡°chiringuitos¡± captadores de recursos. Desde 2016, el Departamento de Justicia cort¨® el grifo a las ayudas anuales con que las sol¨ªa regar. Solo en esos diez a?os, casi una decena de entidades entonces activas recibieron 1,7 millones de euros de las arcas p¨²blicas por esa v¨ªa. Ahora, Fundaci¨®n Rafael Campalans (PSC) y Josep Irla (que ya no depende, al menos sobre el papel, de ERC) dominan un panorama en que, otras m¨¢s peque?as, como Nous Horitzons (ex ICV), se centran en publicaciones. A¨²n se buscan subvenciones, pero se intenta primar cada vez m¨¢s otras v¨ªas de ingresos.
El punto de partida de la nueva fotograf¨ªa lo esboza una respuesta parlamentaria del pasado marzo, con la que los socialistas quer¨ªan conocer cu¨¢nto dinero, desde 2010 hasta ahora, se hab¨ªa dado a esas entidades. En ese primer a?o, nueve fundaciones se repartieron los m¨¢s de 792.000 euros entregados por Justicia: Ramon Trias Fargas (CDC), Campalans, Irla, Miquel Coll i Alentorn (Uni¨®), Faes (PP), Nous Horitzons (ICV), Ciutadants pel Canvi, Egaras Civitas (Cs) y L¡¯Alternativa (EUiA). El principal baremo de una convocatoria orientada a ¡°la difusi¨®n del pensamiento pol¨ªtico y social del sistema democr¨¢tico¡± depend¨ªa del peso en esca?os en el Parlament.
En 2015, el entonces titular de Justicia, Germ¨¤ Gord¨® (CDC), adujo falta de presupuesto para no otorgarlas. Al a?o siguiente, su sucesor, Carles Mund¨® (ERC), directamente ni las convoc¨®. No hay planes de reactivarlas, agregan en el departamento. Entre 2010 y 2016, Justicia entreg¨® 1,7 millones de euros. Campalans recibi¨® casi 430.000 euros; CatDem (antes Trias Fargas), m¨¢s de 380.000 y la Irla, 267.000. A esas cantidades, adem¨¢s, habr¨ªa que sumarle las subvenciones entregadas por ministerios y entidades europeas, donaciones de particulares o militantes y trabajos acad¨¦micos. En 2021, las ¨²ltimas cuentas disponibles, la entidad del PSC report¨® 16.000 euros de ingresos por subvenciones. En Irla, fueron m¨¢s de 82.000 (con el ayuntamiento de Sant Feliu de Guixols, por ejemplo, gestiona el centro Casa Irla).
El cierre de ese grifo coincide con el momento ¨¢lgido del debate sobre la utilidad de las fundaciones, que deriv¨® en que se les viera como ¡°chiringuitos¡±. La corrupci¨®n hab¨ªa hecho su parte. CatDem estaba en el ojo del hurac¨¢n por triangular subvenciones y donaciones irregulares. En 2016, precisamente, ces¨® actividades aunque no ha podido bajar del todo la persiana: la liquidaci¨®n depende de que la justicia dirima sobre su responsabilidad civil en el caso 3%. Egaras Civitas mut¨® a otra asociaci¨®n, Catalunya Constitucional. En su informe de 2019, el Tribunal de Cuentas recomienda a esa ¨²ltima la liquidaci¨®n al acumularse varios ejercicios sin actividad alguna.
Tambi¨¦n influy¨® la reorganizaci¨®n del ecosistema de partidos. Ciutadans pel Canvi se extingui¨® tras la ruptura con el PSC en 2010. Uni¨® arrastr¨® a su fundaci¨®n tras colgar el cartel de cerrado. En 2016, los democristianos optaron por separarla org¨¢nicamente para evitar que saliera tocada de la liquidaci¨®n derivada del cisma interno pero fracasaron. La desaparici¨®n de Iniciativa no ha conllevado, sin embargo, al final de recorrido de Nous Horitzons, que sobrevive con los afiliados y ayudas de los verdes europeos. Marc Rius, su presidente, enfatiza que desde un principio se acord¨® preservarla de las vicisitudes pol¨ªticas al ser depositaria del legado del PSUC y de la bandera ecosocialista. Eso s¨ª, la hegemon¨ªa de los comunes en ese espacio alumbr¨®, el a?o pasado, a la fundaci¨®n Sentit Com¨² y eso podr¨ªa implicar competencias a la hora asegurar las cuotas derivadas de la simpat¨ªa ideol¨®gica.
Esa nueva entidad tendr¨¢ como bandera el municipalismo y su secretaria, T¨¤nia Corrons, conf¨ªa en que la experiencia de estos a?os se pueda monetizar. Hubo un debate en el interior de los comunes sobre si recurrir a la figura de la fundaci¨®n no era contraproducente, al ir en la l¨ªnea de la pol¨ªtica tradicional. ¡°Legalmente no hay otra forma de hacerlo¡±, insiste Corrons. Rius lamenta que, mientras en pa¨ªses como Alemania, la labor de las fundaciones de partidos est¨¦ normalizada y se considere relevante, en Catalu?a a¨²n pareciera satanizada. ¡°No hubo un castigo contra quienes hab¨ªan pervertido la funci¨®n del think tank sino que lo recibimos todas las fundaciones¡±, agrega Pau Solanilla, director de Campalans.
Esa fundaci¨®n, junto con la Irla, son a d¨ªa de hoy las que mantienen actividades que se pueden encajar en la idea de centros de pensamiento. Solanilla reconoce que de los 10 empleados que ten¨ªa la entidad socialista ahora quedan solo dos. Adem¨¢s de ayudas de ministerios como el de Educaci¨®n o el de Exteriores, logra financiar sus jornadas relacionadas con el federalismo con ayudas de la fundaci¨®n alemana Friedrich Ebert . ¡°Nunca nadie nos ha dicho por qu¨¦ Justicia dej¨® de convocar las subvenciones¡±, lamenta.
Quien vive un momento dulce en t¨¦rminos econ¨®micos es Irla. A diferencia de lo sucedido con Uni¨®, la entidad de la ¨®rbita republicana vive bien tras, en 2018, escindirse del partido. El ¨¦xito radica en que su financiaci¨®n est¨¢ asegurada por ser la casera de ERC: mensualmente recibe ingresos por alquileres de varios inmuebles y sus activos llegan a los 7,9 millones de euros. Tiene una plantilla de 10 personas. Centrada en la recuperaci¨®n de la memoria democr¨¢tica, los republicanos sellaron la separaci¨®n legal con un convenio de colaboraci¨®n en ese campo, de 10 a?os y por 452.604 euros. Sobre el papel los miembros del patronato no deben ser nombrados por el partido aunque en realidad lo sean casi todos. ¡°Hay decenas de biograf¨ªas y libros sobre Llu¨ªs Companys o sobre Josep Tarradellas pero casi nada sobre Natividad Yarza, la primera alcaldesa tras las elecciones de 1934, en Bellprat. Ese tipo de investigaciones o las apoyamos nosotros o no lo har¨¢ nadie¡±, defiende Josep Vall, director de Irla.
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