El microcosmos de Sarri¨¤-Sant Gervasi
La derecha espa?olista y la independentista han convertido el distrito en un basti¨®n antialcaldesa
El distrito de Sarri¨¤-Sant Gervasi se ha convertido en un microcosmos antialcaldesa que la derecha y la ultraderecha ¡ªtanto independentista como espa?olista¡ª se recrean en intentar elevar a categor¨ªa para el conjunto de Barcelona. Recientemente, un 17,66% de los participantes en un cuestionario interactivo de un diario barcelon¨¦s afirmaban sin pesta?ear que Ada Colau ha convertido Barcelona en ¡°un parque tem¨¢tico bolivariano propagand¨ªstico¡± con sus superilles y sus carriles bici, entre otras cosas. Una opini¨®n que en el rotativo centenario atribu¨ªan en gran parte a los vecinos de Sarri¨¤-Sant Gervasi. Tambi¨¦n hace unos d¨ªas, Clara Blanchar relataba en estas p¨¢ginas la polvareda suscitada a ra¨ªz de la instalaci¨®n de un carril bici en Via Augusta. ¡°La payasa esta no hace nada bueno¡±, aseguraba ¡ªen referencia a la alcaldesa, Ada Colau¡ª el portero de una de las fincas de la zona, seguramente en comuni¨®n con una notable parte de sus empleadores. Otro vecino reivindicaba, blandiendo el impuesto de circulaci¨®n en la mano, el derecho a ir en su coche desde la zona alta de Barcelona hasta el Eixample. En contraste con esa explosi¨®n de libertad individual, la contaminaci¨®n provocada por los veh¨ªculos a combusti¨®n cuesta cada a?o casi un millar de vidas a la ciudad. Adem¨¢s, la mala calidad del aire le ha valido a Barcelona y a su ¨¢rea metropolitana reiteradas condenas del Tribunal de Justicia de la UE.
Igualmente en precampa?a, Xavier Trias ha sacado al tablado a los tresmileuristas que no llegan a fin de mes. Lo hizo antes de que trascendiera que los directivos del Banco Santander cobran 200 veces el salario medio de sus empleados. No se trata de comprar el marco mental de la precariedad cotidiana, pero tal como recordaban en estas p¨¢ginas Dani Cordero y Bernat Coll, solo el 15% de los habitantes de Barcelona tienen esas penurias relatadas por el candidato de Junts per Catalunya. El resto ¡ªcasi 1,4 millones de los 1,6 que viven en la ciudad¡ª est¨¢ por debajo o muy por debajo de ese dintel salarial. Y es que, tal como afirmaba Borja Barragu¨¦, profesor de teor¨ªa Pol¨ªtica de la UNED, alguien que rara vez se relaciona con personas con ingresos inferiores a 60.000 euros acaba pensando que ese es el salario medio en Catalu?a. Por cierto, de nuevo volvemos a Sarri¨¤ Sant-Gervasi, el ¨²nico distrito con una media salarial superior a los 3.000 euros mensuales.
El ¨²ltimo episodio de esa versi¨®n upper diagonal (t¨¦rmino felizmente acu?ado por Cristian Segura) de las elecciones municipales ha sido el sainete protagonizado en la plaza de la Bonanova entre okupas y desokupas. Vox y Ciudadanos han descubierto en campa?a que hace siete a?os dos edificios de la Sareb ¡ªEl Kubo y La Ru?na¡ª est¨¢n ¡°invadidos¡± y ahora piden orden y ley. Lo parad¨®jico del caso es que los vecinos de Sarri¨¤-Sant Gervasi no se quejan de los okupas, pero ello no impide que un grupo de autoproclamados defensores de la propiedad y empresas de ultraderecha se manifiesten, insulten a la alcaldesa y tensen la situaci¨®n con la complicidad de potentes focos medi¨¢ticos. Otros m¨¢s sibilinos intentan en la sombra recoger las nueces de quienes sacuden ruidosamente el ¨¢rbol, como dijo en su d¨ªa Xabier Arzalluz. Las conexiones en directo de televisiones de ¨¢mbito espa?ol propician que la sin¨¦cdoque Sarri¨¤- Sant Gervasi se eleve a categor¨ªa para intentar convertir la Barcelona de Ada Colau en capital del desorden mundial.
Con todas esas plagas de Egipto se olvida que si vives por encima de ese R¨ªo Grande que es la Diagonal tienes ¡ªrespecto a los vecinos de Torre Bar¨®, Trinitat Nova o Ciutat Meridiana¡ª una renta siete veces mayor; una esperanza de vida nueve a?os superior; una opci¨®n 10 veces m¨¢s alta de entrar en la universidad o una reducci¨®n a cero de una maternidad no deseada. No hay que relegarlo: la vida es mucho m¨¢s dura y m¨¢s fr¨ªa ah¨ª fuera.
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