?ngel Ll¨¤cer: ¡°Para hacer de Hitler has de buscar su parte rid¨ªcula¡±
El actor encarna al l¨ªder nazi en clave par¨®dica en el musical ¡®The producers¡¯ que arranca el viernes en el T¨ªvoli
¡°Aqu¨ª est¨¢ el malote del bigote¡±, cantan un oficial de las SS, un grupo de miembros de las Juventudes Hitlerianas y una corista caracterizada como el ¨¢guila del aeropuerto de Tempelhof. Y, efectivamente, aparece Hitler: el t¨ªpico uniforme militar pero virado al rosa, el brazalete con la esv¨¢stica en purpurina, y encarnado por¡ ?ngel Ll¨¤cer.
Es un pase de The producers, el nuevo musical del equipo formado por Ll¨¤cer, Manu Guix y la productora Nostromo Live (creadores de ¨¦xitos como La jaula de las locas y Cantando bajo la lluvia) que arranca el viernes sus funciones con p¨²blico en el Teatre T¨ªvoli de Barcelona (estreno oficial el d¨ªa 28). Se trata de una versi¨®n del famoso musical de Mel Brooks estrenado en Broadway en 2001, ganador de 12 premios Tony y basado en la m¨ªtica pel¨ªcula de mismo t¨ªtulo del propio Brooks de 1967 con Gene Wilder, Zero Mostel y Christopher Hewett. Tiene un presupuesto de 2,7 millones de euros.
La obra es la historia de un productor arruinado de Broadway, Max Bialystock, y un contable, Leo Bloom, que se unen para realizar una estafa fracasando a prop¨®sito con un musical sobre Hitler y huyendo con el dinero de los inversores. Ll¨¤cer, que firma la direcci¨®n art¨ªstica con Enric Cambray (Guix se encarga de la musical con Gerardo Alonso), se ha quedado el caramelo del personaje del director que los timadores productores (interpretados por Armando Pita y Ricky Mata) eligen para asegurar que el espect¨¢culo sea un gran desastre, Roger de Bris (Roger Debacle), que adem¨¢s acaba haciendo de Hitler en escena al accidentarse el actor elegido en un casting desopilante.
En uno de los momentos culminantes del espect¨¢culo ¡ªun n¨²mero que dura 14 minutos¡ª se representa el esperp¨¦ntico musical creado para fracasar, Flores para Hitler. ¡°Ya es primavera en Berl¨ªn, el mundo es nuestro al fin¡±, cantan un grupo de nazis, incluida una bailarina con una salchicha en la cabeza. Y entonces aparece Ll¨¤cer como un Hitler que ha cambiado el pardo por el rosa y que interpreta tambi¨¦n el tema Yo fui un pintor de brocha gorda, con estrofas como ¡°Nuestra naci¨®n iba de baj¨®n y yo fui la soluci¨®n¡± y ¡°no m¨¢s hay misterio: invierte en una buena puesta en escena¡±. Ante la posibilidad que haya pol¨¦mica por el uso de la iconograf¨ªa nazi (habr¨¢ que ver qu¨¦ cara pondr¨¢ Woody Allen, que act¨²a en el mismo teatro el pr¨®ximo lunes con su banda de jazz, cuando vea toda la parafernalia nazi en el backstage: igual le entran ganas de invadir Polonia), los responsables del montaje consideran que la mejor forma de luchar contra el fascismo y el pensamiento un¨ªvoco es el humor y que ¡°re¨ªrnos del mal nos libera¡±.
Acabado el pase, sentado en una butaca del T¨ªvoli y quit¨¢ndose el maquillaje (ya sin bigote ni flequillo), Ll¨¤cer abunda: ¡°Los personajes son un grupo de inconscientes que hacen esto, esa es la premisa. Y como dec¨ªa Mel Brooks: ¡®Mi victoria es que todo el mundo se r¨ªa de Hitler¡¯¡±. Para el actor, hacer de Hitler requiere ¡°buscar la parte rid¨ªcula¡± del personaje y para ello se ha inspirado especialmente en el Chaplin de El gran dictador, al que ha querido homenajear, sin olvidar el tratamiento de los nazis en To be or not to be. La interpretaci¨®n bufa de Hitler le ha sido m¨¢s f¨¢cil, apunta, que cuando hizo de Himmler en el Mein Kampf de George Tabori dirigido por Carme Portaceli en 1999 y donde encarnaba al jefe de las SS cocinando un pollo.
Respecto a su concepto de teatro, Ll¨¤cer afirma que su prioridad es ¡°la espectacularidad¡± y que le gusta ¡°el m¨¢s es m¨¢s¡±. Tambi¨¦n, la idea de romper lenguajes y traspasar la platea. Reflexiona que con Guix y los dem¨¢s acompa?antes, ¡°hemos creado una factor¨ªa, un estilo, una forma de hacer, una l¨ªnea, y la gente responde: se han vendido ya 20.000 entradas de este espect¨¢culo en preventa¡±. Crear ¨¦xitos, a?ade, ¡°no es f¨¢cil, todo el mundo lo quiere, nadie est¨¢ en esto para fracasar¡±. Menos los productores de The producers. ¡°?Excepto ellos!¡±, r¨ªe
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