La pobreza deja de ser invisible en el Palau Robert
Los jardines del centro acogen un espacio de di¨¢logo y debate sobre la pobreza, la desigualdad y la precariedad laboral de las Entidades Catalanas de Acci¨®n Social


En la pared de la sala de estar hay un reloj blanco con grandes manecillas negras. Ser¨ªa un reloj de cocina t¨ªpico, si la realidad no lo hubiera partido por la mitad: el tiempo no es el mismo para todos, en Barcelona hay una diferencia de nueve a?os de esperanza de vida entre el barrio m¨¢s rico y el m¨¢s pobre. El reloj forma parte de la muestra ¡°Visualizando la pobreza: el hogar de las ausencias¡±, organizada por la federaci¨®n de Entidades Catalanas de Acci¨®n Social (ECAS). Por su 20 aniversario, han creado un espacio para el di¨¢logo y la reflexi¨®n entorno a los datos de pobreza y la desigualdad, la vivienda o la precariedad laboral. Desde este martes y hasta el viernes, los jardines del Palau Robert en el Paseo de Gr¨¤cia, pondr¨¢n cara de la pobreza. Despu¨¦s la instalaci¨®n se mostrar¨¢ en otros espacios por toda Catalu?a.
El estudio creativo Domestic Data Streamers ha apostado por ense?ar la pobreza a partir de las ausencias del hogar. Con este espacio, ECAS quiere que la sociedad vea qu¨¦ significa la pobreza y comprenda mejor los datos arrojados por los indicadores sociales de falta de recursos, hambre o exclusi¨®n social, a trav¨¦s de la ausencia de objetos cotidianos de uso diario. ¡°La pobreza son situaciones de falta, las ausencias materiales del d¨ªa a d¨ªa¡±, explica la directora de ECAS, Mariona Puigdell¨ªvol. Adem¨¢s, la muestra quiere acabar con la tendencia a ¡°esconder la pobreza¡±, especialmente la menos llamativa.
Puigdell¨ªvol afirma que las personas aceptan m¨¢s f¨¢cilmente las situaciones de pobreza extrema que el hecho de que el 25% de los catalanes vivan en riesgo de pobreza. ¡°La gente no encaja este dato, se niegan a pensar que viven en un pa¨ªs con estructuras que permiten que una de cada cuatro personas en Catalu?a est¨¦n en riesgo de pobreza¡±, cuenta.
Los objetos de una casa muestran los gustos y aficiones de quienes la habitan pero tambi¨¦n son indicios del nivel econ¨®mico o educativo de sus due?os. Sin embargo, ¡°Visualizando la pobreza: el hogar de las ausencias¡± no se fija en lo que hay en una casa, sino en lo que falta. La muestra responde visualmente a la pregunta ?Qu¨¦ falta en casa de una persona en situaci¨®n de pobreza?
El recorrido empieza en una sala de estar, en el centro una mesa blanca sobre la que hay un plato cortado. Su interior vac¨ªo representa a los m¨¢s de 250.000 personas que han pasado hambre en los ¨²ltimos diez a?os en Catalu?a, la comunidad aut¨®noma en la que es m¨¢s caro hacer la compra, seg¨²n C¨¢ritas. La cifra es equiparable a toda la poblaci¨®n de L¡¯Hospitalet de Llobregat.
La mesa familiar no sirve para comer, ah¨ª tambi¨¦n se sientan los ni?os por la tarde a hacer los deberes. Una libreta rajada al otro lado de la mesa central recuerda que Catalu?a sigue a la cabeza del abandono escolar prematuro en Espa?a y Europa con un ¨ªndice del 16,9%; y las personas sin estudios o que solo han completado la primaria tienen tres veces m¨¢s probabilidades de sufrir pobreza que las que tienen estudios superiores, seg¨²n Idescat 2022.
El espacio tambi¨¦n expone otros objetos que a priori pueden ser calificados de privilegio pero que actualmente son b¨¢sicos para una vida digna: una maleta que explica que menos del 31% de las personas en Catalu?a pueden permitirse al menos una semana de vacaciones al a?o, la calefacci¨®n que casi el 20% de la poblaci¨®n no se puede permitir, o los dispositivos inform¨¢ticos b¨¢sicos o la conexi¨®n a internet a los que no pueden acceder el 42,4% de los hogares en situaci¨®n de exclusi¨®n severa y sin los cuales disminuyen las posibilidades para acceder a un buen trabajo.
Puigdell¨ªvol cuenta que durante mucho tiempo en Espa?a, especialmente desde la d¨¦cada de los ochenta, ha existido un discurso pol¨ªtico que culpabiliza a las personas que viven en riesgo de pobreza, ¡°varias generaciones han estado convencidas de que el que es pobre es porque quiere o porque no hace las cosas como deber¨ªa¡±, explica. Ese discurso es el que intentan rebatir los paneles interactivos, la segunda parte de la exposici¨®n.
Tres grandes tableros de madera plantean a los asistentes un debate sobre los mitos de la desigualdad. El p¨²blico podr¨¢ reflexionar sobre tres cuestiones: las caracter¨ªsticas de la situaci¨®n laboral - c¨®mo influye en las condiciones dignas de vida la contrataci¨®n temporal, los salarios bajos o las jornadas laborales abusivas -, las prestaciones econ¨®micas y los servicios p¨²blicos como un derecho de todos los ciudadanos y, por ¨²ltimo, la vivienda. Este ¨²ltimo es uno de los temas que m¨¢s afectan a la poblaci¨®n de Catalu?a, donde 915.000 personas viven en situaciones de infravivienda y otras 18.000 est¨¢n a la intemperie o en alojamientos de emergencia. Y los que disponen de vivienda, deben endeudarse para mantenerla: las familias catalanas destinan de media el 58% de sus ingresos al alquiler.
Por ¨²ltimo, el espacio incluye una actividad interactiva que plantea a los visitantes cu¨¢l ser¨ªa su prioridad, si dirigieran el ministerio de bienestar. Hasta el 3 de noviembre y despu¨¦s en otros establecimientos de la comunidad, ECAS ofrece la oportunidad de mirar de frente una de las caras m¨¢s inc¨®modas de la sociedad y redefinir el concepto de bienestar social.
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