El parque natural del Garraf, el epicentro de la sequ¨ªa en Catalu?a: ¡°Es una bestialidad¡±
La grave falta de lluvias que afecta desde hace tres a?os buena parte del litoral mediterr¨¢neo est¨¢ matando a varias zonas forestales de la comunidad
Sus voces no se escuchan, pero han dejado de ser invisibles. Los pinos halepensis, los pinos blancos mediterr¨¢neos que pueblan el Parque Natural del Garraf, se mueren por la sequ¨ªa. De nada sirve su alta resistencia a la carencia de agua. Aunque a primera vista pueda parecer un fen¨®meno propio del oto?o, el color marr¨®n se abre paso entre estos ¨¢rboles que se encuentran en los alrededores de las playas y junto a Port Ginesta, una de las marinas deportivas de Sitges (Barcelona). Pero no, no es marr¨®n oto?al. Esta especie de con¨ªfera de hoja perenne se est¨¢ secando a marchas forzadas. No en vano, el parque natural del Garraf, a escasos 15 minutos de Barcelona, es una de las zonas m¨¢s castigadas por la sequ¨ªa que ahoga a Catalu?a. En esta zona se acumula un d¨¦ficit h¨ªdrico de cerca de 900 mil¨ªmetros en tres a?os. O lo que es lo mismo: han dejado de caer hasta 900 litros de agua en una zona ya de por s¨ª poco dada a las lluvias. ¡°Es una bestialidad. Nunca hab¨ªamos visto algo parecido¡±, afirma Mireia Banqu¨¦, coordinadora del programa Alerta Forestal del Centro de Investigaci¨®n Ecol¨®gica y Aplicaciones Forestales (CREAF), sobre la falta de lluvias que sufre este entorno natural.
Desde la carretera que une las tres urbanizaciones de Les Botigues de Sitges, la mayor¨ªa con piscinas, se puede ver c¨®mo se propagan los esqueletos de los pinos. Tambi¨¦n desde el paseo mar¨ªtimo donde los vecinos, enzarzados en su lucha para no depender de Sitges, hacen deporte o salen a caminar. ¡°Para nosotros es normal, lo llevamos viendo desde hace meses. Nadie hace nada¡±, cuenta un matrimonio sexagenario que pasea por all¨ª. Otra vecina que va escuchando m¨²sica se encomienda a unas precipitaciones inesperadas: ¡°En cuanto llueva un poco, se pasa¡±, resalta.
Pero el suelo mediterr¨¢neo est¨¢ vac¨ªo, seco. No hay agua. Ni se espera que haya. Es un reflejo de lo que sucede en gran parte de Catalu?a. El terreno forestal funciona como una esponja que retiene todo el agua de las lluvias para que la vegetaci¨®n pueda soportar los per¨ªodos estivales de sequ¨ªa. Los estudios del CREAF concluyen que el 80% de esta agua ca¨ªda del cielo es interceptada por los bosques, mientras que el 20% va a parar a los r¨ªos y acu¨ªferos. Sin embargo, esa esponja est¨¢ seca a d¨ªa de hoy. Las cuatro gotas que han ca¨ªdo del cielo han sido capturadas por el suelo y no ha habido escorrent¨ªa que llegara a las reservas de agua, como demuestran el nivel de los embalses que nutren Barcelona y que se encuentran al 18% de su capacidad.
Los pinos son capaces de afrontar grandes per¨ªodos de escasez de agua, como los camellos en el desierto. A diferencia de los robles o encinas, adoptan una estrategia de ahorro m¨¢ximo y se desprenden de forma natural de sus hojas m¨¢s viejas para minimizar la succi¨®n de agua. ¡°Los pinos nunca pierden toda la copa, siempre est¨¢n verdes¡±, afirma Banqu¨¦. Sin embargo, la dureza de las temperaturas y la longevidad de esta crisis h¨ªdrica multiplican las ramas desnudas en el camino al Parque Natural del Garraf desde la urbanizaci¨®n del Rat Penat. ¡°La sequ¨ªa nos afecta a todos, incluso a estos ¨¢rboles que se supone que casi no necesitan agua¡±, dice Josep, residente de la localidad desde la ventanilla de su coche.
El colapso de los pinos puede darse meses o incluso a?os despu¨¦s de haber superado un episodio de sequ¨ªa, seg¨²n los expertos, que una vez entran en esa fase ya no hay marcha atr¨¢s. ¡°Cuando la copa de un pino se pone marr¨®n, ya est¨¢ muerto. Y no puede rebrotar como hacen los robles¡±, subraya Banqu¨¦, quien advierte que la escasez de lluvias de los ¨²ltimos 36 meses puede tener consecuencias hasta ahora desconocidas. Seg¨²n los ¨²ltimos datos de Deboscat (2022), una herramienta de seguimiento de los montes de Catalu?a, en 2022 hab¨ªa 33.072 hect¨¢reas de bosques afectadas por la crisis h¨ªdrica, de los que 5.993 eran con¨ªferas (pinos y abetos, entre otros). La coordinadora de Alerta Forestal lleva desde 2012 haciendo un seguimiento de la sequ¨ªa forestal y asegura que los datos de este a?o son muchos peores: ¡°Ya anticipo que van a ser muy superiores al a?o pasado¡±.
Las altas temperaturas tambi¨¦n juegan un papel fundamental en esta masacre forestal. Los 20 grados que registra a finales de noviembre Les Botigues de Sitges son ideales para los residentes que desayunan en las terrazas de los bares del paseo mar¨ªtimo. Pero letales para los pinos en esta ¨¦poca en la que captan agua. A mayor temperatura, m¨¢s agua se requiere y m¨¢s grande es la fuerza de succi¨®n de estos ¨¢rboles, como explica I?aki Gili, del Servei Metorol¨°gic de Catalunya. ¡°Nosotros funcionamos igual. ?Qu¨¦ hacemos cuando vivimos olas de calor? Beber m¨¢s y gastar m¨¢s agua¡±, cuenta por tel¨¦fono. A pesar de su resistencia al calor y la escasez h¨ªdrica, las anomal¨ªas de los term¨®metros agudizan la mortalidad de los pinos y potencia el riesgo de incendio. La localidad se encuentra en el nivel 2 de los cuatro del Plan Alfa del Cuerpo de Agentes Rurales, del procedimiento para prevenir fuegos que puedan producirse por la sequ¨ªa, el viento o el calor. Los vecinos temen que los pinos secos y la hojarasca amplifiquen este peligro y los montes se conviertan en un polvor¨ªn, incluso en pleno invierno. Banqu¨¦ asegura que la gesti¨®n forestal es pr¨¢cticamente inexistente. ¡°Necesitamos mejorar en las tareas de prevenci¨®n y gesti¨®n forestal. Hay que seleccionar qu¨¦ ¨¢rboles se cortan y cu¨¢les no. Es vital que en el ecosistema haya una diversidad entre las especies y las edades¡±, afirma Banqu¨¦.
En zonas pr¨®ximas a las costa mediterr¨¢nea como el Pened¨¨s, el Moian¨¨s, les Guilleries, les Alberes o l¡¯Empord¨¤ tambi¨¦n faltan alrededor de 900 litros por metro cuadrado. La actual sequ¨ªa es muy diferente a las de hace 30 a?os. ¡°Nos encontramos en un contexto de borrascas muy intensas y per¨ªodos de sequ¨ªa prolongada que destruyen el paisaje¡±, reitera el experto del SMC. La escasez de agua est¨¢ convirtiendo las masas forestales catalanas en grandes bosques fantasma. ¡°Apenas se habla de la gravedad que se vive en estas vertientes. Pero el paisaje es desmesurado y habla por s¨ª solo¡±, afirma Gili. El escenario en el que se adentra Catalu?a es desconocido y solo el tiempo dir¨¢ qu¨¦ efectos tendr¨¢ la actual sequ¨ªa, la m¨¢s grave e intensa de la historia de la comunidad, en los bosques catalanes.
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