Los otros catalanes de hoy

A¨²n sin abrir sus peque?os ojos para contemplar el mundo que les esperaba, los primeros beb¨¦s del a?o eran v¨ªctimas de racismo y xenofobia. Con la inmigraci¨®n de nuevo en el centro del hurac¨¢n medi¨¢tico y amplificada por la trituradora social de las redes sociales, las culpas se volv¨ªan a dirigir injustamente sobre las personas migradas, consideradas responsables de todos los males de la sociedad catalana. Pero lo que parec¨ªa una an¨¦cdota de inicio de a?o se ha consolidado como una tendencia.

El debate sobre la inmigraci¨®n se ha ido impregnando en los ¨²ltimos a?os en Catalu?a por una instrumentalizaci¨®n pol¨ªtica y partidista. En lugar de abrir una reflexi¨®n rigurosa sobre algo tan trascendental como es la gesti¨®n de la diversidad nos hemos enquistado en lo puramente superficial y apelando a los instintos m¨¢s b¨¢sicos. Las negociaciones por el traspaso de las competencias en inmigraci¨®n es un ejemplo reciente. No por reclamarlas de forma leg¨ªtima sino por su vinculaci¨®n con la expulsi¨®n de los migrados reincidentes poniendo ¨¦nfasis en el origen de las personas y no en el delito. El planteamiento de base no centra la problem¨¢tica en lo que sino en qui¨¦n. Y se apela al miedo y se?alamiento.

La llamada ¡°guerra cultural¡± de la extrema derecha que ya empieza a notarse a nivel municipal ha tomado como reh¨¦n la pol¨ªtica ¨²til de los grandes partidos y marca la agenda. En los ¨²ltimos tiempos ha ido ganando terreno el debate que amplifica la distancia entre ellos y nosotros y se opone a la idea de la Catalu?a orgullosa de su diversidad. De hecho, este es el gran problema de fondo: Catalu?a ha vivido grandes transformaciones demogr¨¢ficas, culturales y sociales a lo largo de esta ¨²ltima d¨¦cada, pero no hemos sido capaces de hacer una reflexi¨®n tranquila y honesta. No tenemos un proyecto catal¨¢n sobre la inmigraci¨®n. ?Qu¨¦ significa ser catal¨¢n en la Catalu?a de hoy?

Para encontrar certezas no podemos hacerlo desde el electoralismo que nos lleva hacia el abismo ideol¨®gico extremista, en parte aprovech¨¢ndose del silencio y la falta de proyecto de la izquierda. Solo desde una pol¨ªtica que ponga el acento en el fortalecimiento del compromiso c¨ªvico podremos elaborar un contrato social sobre la gesti¨®n de la diversidad. Repensar la acogida como un proceso transversal, trabajar por una nueva ley de extranjer¨ªa, promover la lengua catalana como eje vertebrador, luchar contra la segregaci¨®n, garantizar el acceso al trabajo, facilitar la participaci¨®n pol¨ªtica o hacer frente al racismo institucional.

Paco Candel dej¨® escrito en Els altres catalans: ¡°Si est¨¢s aqu¨ª, eres catal¨¢n¡± y a?ad¨ªa que la sociedad de acogida y de llegada est¨¢n condenadas a entenderse. Candel quer¨ªa entender la inmigraci¨®n y su encaje con la realidad de los a?os sesenta desde un an¨¢lisis humanista sobre ¡°los nuevos catalanes y los viejos¡±. En el debate p¨²blico de hoy se echan de menos voces l¨²cidas como las de Candel que saltaban los muros de la confrontaci¨®n para construir una catalanidad que gane el pulso a la desesperaci¨®n de unos tiempos extra?os.

Mohamed El Amrani es comunicador y emprendedor social

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