Manuel Jabois y Najat el Hachmi conversan con los suscriptores de EL PA?S: ¡°La desinformaci¨®n es peligrosa para la salud¡±
Los dos columnistas han participado en un encuentro con lectores en Barcelona
¡°Estoy muy preocupada por las fake news, lo contaminan todo y afectan a la opini¨®n pol¨ªtica¡±, reconoce Rosario una de las suscriptoras de EL PA?S que este jueves ha tenido la oportunidad de acudir al encuentro exclusivo con los columnistas Manuel Jabois y Najat El Hachmi en el estudio Toresky de R¨¤dio Barcelona (sede de EL PA?S Catalu?a). El debate, moderado por Miquel Noguer, director de la edici¨®n catalana, ha abordado las principales preocupaciones de los suscriptores: la manipulaci¨®n medi¨¢tica y la divulgaci¨®n de bulos en las redes sociales. Rosario espera del peri¨®dico informaci¨®n veraz ¡°con una visi¨®n del mundo que otros diarios no tienen¡±, adem¨¢s de m¨¢s eventos en Barcelona.
EL PA?S ha alcanzado los 350.000 suscriptores, una cifra que no solo premia la labor de sus periodistas, sino que refleja ¡°el ¨¦xito de todas las personas que hacen posible el trabajo de cada d¨ªa, los suscriptores¡±, ha subrayado Noguer. El encuentro, que forma parte del programa de actividades exclusivas de EL PA?S+, ha puesto la popularidad de los dos escritores y columnistas al servicio de los suscriptores, los verdaderos protagonistas del acto.
El a?o en que m¨¢s de la mitad de la humanidad tendr¨¢ la oportunidad de poner un voto en la urna¨Den 2024 47 pa¨ªses que celebran elecciones¨D la necesidad de contar con informaci¨®n de calidad se hace m¨¢s patente que nunca. ¡°Cuando hablamos del peligro de los bulos, que dan lugar a una ciudadan¨ªa aborregada y crispada, reconocemos impl¨ªcitamente lo fundamental de la informaci¨®n de calidad para una buena convivencia ciudadana¡±, ha se?alado Jabois. Los dos interlocutores han coincidido en la importancia de los medios para huir de la polarizaci¨®n social. ¡°No es comparable al oficio de salvar una vida, pero, como lectora, cuando tengo la cabeza llena de ruido sobre un tema y encuentro un art¨ªculo bien escrito y con fundamentaci¨®n, hasta me encuentro mejor¡±, reconoce El Hachmi, y a?ade, ¡°la desinformaci¨®n no solo es peligrosa para la democracia, tambi¨¦n para la salud¡±.
Los rumores no son novedad pero su impacto en la sociedad ha cambiado con la llegada de las redes sociales, existe un antes de Twitter y despu¨¦s de Twitter (ahora X). Los dos columnistas est¨¢n vinculados de manera distinta a las redes. La escritora solo usa Instagram, y por poco tiempo, porque donde le prometieron un oasis de paz se ha convertido en un hervidero de comentarios machistas, que perjudican gravemente la salud mental de los j¨®venes. Twitter ni se lo plantea, ¡°es un bar solo de hombres a las cuatro de la ma?ana¡±, subraya. Jabois ha usado esta red social como escaparate de sus art¨ªculos y para promocionar ¡°descaradamente¡± sus libros, y su relaci¨®n con Instagram est¨¢ centrada en el visionado de videos de hormigas que le recomienda su algoritmo.
Para El Hachmi ¡°el anonimato y la distancia de lo virtual¡± permite a muchas personas expresarse de una forma radicalmente distinta a como lo har¨ªa en un espacio real, frente a una persona de carne y hueso. ¡°Las redes sociales han procurado no conocer el sujeto de odio¡±, secunda el periodista. El imperio del anonimato agria las reacciones y opiniones, ¡°las redes transforman la persona en colectivo¡±, y eso conlleva el peligro de generalizar, la primera piedra para construir un discurso de odio. ¡°Cuando un inmigrante comete un delito, se propaga el odio y el rechazo, pero no hablamos de expulsar a los gallegos si yo cometo un crimen¡±, ha opinado el escritor y periodista.
Las inquietudes de los suscriptores tambi¨¦n pasan por la manipulaci¨®n medi¨¢tica. Los dos columnistas han coincidido en que los columnistas no deben ser ¡°la avanzadilla ideol¨®gica de la opini¨®n del diario¡±. Jabois ha comentado que muchas de las columnas de opini¨®n que eran aplaudidas cuando las escrib¨ªa para otros medios ahora las rechazan solo por la firma del peri¨®dico que est¨¢ detr¨¢s. Otras cuestiones a debatir han sido el poder del lenguaje, la responsabilidad de los periodistas en la difusi¨®n de las mentiras del panorama pol¨ªtico, y la de los propios lectores de contrastar la informaci¨®n e indagar sobre el significado de los t¨¦rminos populares. Estos son algunos de los temas que este jueves han resonado en el Toresky, el que los suscriptores esperan que sea el primero de otros muchos encuentros.
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