Pere Aragon¨¨s se queda solo con su propuesta de ¡°financiaci¨®n singular¡± para Catalu?a
El contexto preelectoral resta fuerza a la iniciativa, que recibe el no rotundo del Gobierno central
El presidente catal¨¢n, Pere Aragon¨¨s, quiso poner este mi¨¦rcoles una pica en Flandes: viaj¨® a Madrid para explicar con solemnidad su propuesta de financiaci¨®n singular para Catalu?a, un modelo a la vasca pero que incluye una cuota de solidaridad interterritorial. El jefe del Govern calific¨® la necesaria mejora de la situaci¨®n de las arcas catalanas como un ¡°hito¡± en la resoluci¨®n del conflicto pero esa intencionalidad se vio empa?ada por la soledad con que la defendi¨®. Despu¨¦s de que hace 15 d¨ªas el mundo econ¨®mico catal¨¢n en bloque apoyara mediante un manifiesto la necesidad de acabar con el infrafinanciaci¨®n de la Generalitat, ninguna cara visible de ese grupo hizo acto de presencia en el acto organizado por Europa Press. En el entorno del president, sin embargo, creen que han logrado el objetivo de que todo el mundo, hasta la l¨ªder madrile?a Isabel D¨ªaz Ayuso, hable del tema.
¡°Para hablar de econom¨ªa siempre estamos. Pero para hacerlo de pol¨ªtica, no. Y ya estamos en precampa?a electoral¡±, advierte una voz autorizada dentro del mundo empresarial catal¨¢n para justificar que no se escenifique ahora m¨¢s apoyo. Ni el C¨ªrculo de Econom¨ªa ni la patronal Foment del Treball, que el pasado 5 de marzo firmaron el manifiesto, han querido dar su opini¨®n sobre la propuesta de financiaci¨®n singular dise?ada por el Departamento de Econom¨ªa tras el encargo del mes de noviembre hecho oficial el pasado martes, en la reuni¨®n semanal del Ejecutivo catal¨¢n.
En el foro madrile?o, el l¨ªder republicano desgran¨® una propuesta a la que, como se buscaba, respondieron casi todos los barones auton¨®micos del PP y del PSOE. Se trata de un modelo avanzado del cupo vasco ¡ªrecaudar todos los impuestos y transferir al Estado una parte correspondiente a los servicios que recibe¡ª que incluye adem¨¢s la contribuci¨®n a un fondo de solidaridad interterritorial para ayudar a las zonas con menos capacidad fiscal, condicionado en el tiempo a que se cumplan objetivos de cohesi¨®n territorial. Todo eso, asegurando que, como ahora, no haya una brecha abismal entre las aportaciones y las transferencias finales: Catalu?a es la tercera en el env¨ªo de fondos resultantes de la recaudaci¨®n y la n¨²mero 14 en la lista de recepci¨®n de recursos desde el Gobierno central. Implicar¨ªa, de entrada, poner en juego una quinta parte de los recursos con que se nutre el sistema.
La apuesta de Aragon¨¨s era agotar la legislatura, convocar elecciones en febrero del pr¨®ximo a?o y as¨ª tener todo 2024 para presionar con esta propuesta tanto desde el Ejecutivo que preside como desde la influencia de los siete diputados de Esquerra Republicana en el Congreso. Pero esa senda salt¨® por los aires hace una semana, con el adelanto electoral derivado del fracaso de las cuentas de la Generalitat, despu¨¦s de que los comunes impidieran que avanzara el tr¨¢mite en el Parlament. La financiaci¨®n singular dej¨® de ser una herramienta de presi¨®n ¡ªERC y PSOE pactaron para la investidura de Pedro S¨¢nchez estudiar una ¡°financiaci¨®n adecuada¡± para Catalu?a que garantizara ¡°la suficiencia financiera de los servicios p¨²blicos¡±¡ª para convertirse en una bandera de precampa?a.
En el entorno de Aragon¨¨s son conscientes de que cualquier iniciativa de este tipo siempre ser¨¢ le¨ªda en clave de privilegio hacia Catalu?a, de ah¨ª que desde un principio estuviera en la agenda el explicarla a viva voz en el mismo ojo del hurac¨¢n. La convocatoria no la movi¨® el adelanto electoral y en el Palau se mantiene la idea de que hay que gobernar y liderar los temas importantes hasta el final. El president hab¨ªa aterrizado en la capital con dos noes sonoros a su propuesta: el de la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, y el del ministro de Econom¨ªa, Carlos Cuerpo. Ayer cosech¨® nuevas voces contrarias. ¡°Es necesaria y urgente la reforma del sistema de financiaci¨®n, pero no porque Catalu?a est¨¦ infrafinanciada¡±, dijo la titular de Econom¨ªa de la Junta de Andaluc¨ªa, Carolina Espa?a. ¡°Madrid es la m¨¢s solidaria con la financiaci¨®n del resto de CC AA¡±, respondi¨® por su parte Ayuso, v¨ªa X.
Montero asegur¨® el mismo martes que en este tema La Moncloa apuesta por ¡°impulsar una reforma del sistema en su globalidad¡±. ¡°Y, por tanto, para todas las comunidades aut¨®nomas del r¨¦gimen com¨²n, incluida Catalu?a¡±, asegur¨®. Pero el president recurri¨® este mi¨¦rcoles al que se est¨¢ convirtiendo en su mantra: se puede hacer posible lo imposible, como ya pas¨® con la amnist¨ªa, la reforma del C¨®digo Penal y, cree, suceder¨¢ con el refer¨¦ndum de independencia.
El president se explic¨® ante la portavoz del Gobierno, la socialista Pilar Alegr¨ªa; el l¨ªder de UGT, Pepe ?lvarez; diplom¨¢ticos y muchos representantes del Govern y ERC. No hab¨ªa nadie de Junts per Catalunya, pues el encuentro coincidi¨® con la sesi¨®n de control en el Congreso. ¡°En las encuestas de opini¨®n, los votantes de todos los partidos, desde la CUP hasta Vox, defienden un modelo similar cuando se les pregunta por sus preferencias¡±, argument¨® Aragon¨¨s, bas¨¢ndose en los ¨²ltimos bar¨®metros del CIS catal¨¢n. Pero desde las formaciones ven de manera diferente la cuesti¨®n. Fuentes del PSOE y del PSC insisten en que el republicano ha decidido seguir con la propuesta dentro de su estrategia de enfrentarse con ellos.
Tambi¨¦n llegan reproches desde otros sitios. Desde los comunes, su jefa de filas, J¨¦ssica Albiach, ha lamentado el electoralismo de un punto clave que cree que ¡°no debe ser de partido, sino de pa¨ªs¡±. ¡±Si el PSOE cree que Junts colaborar¨¢ en el caf¨¦ para todos para fortalecerlo, que se olvide de nuestros votos, porque el esp¨ªritu del acuerdo de Bruselas no era este¡±, se?al¨® el pasado martes Jordi Turull, secretario general de Junts. Los exconvergentes se han cuidado mucho de cargar las tintas contra el contenido de una propuesta muy similar a la que en su d¨ªa llevaron tanto Artur Mas como Carles Puigdemont a Mariano Rajoy y que costar¨ªa entender que se rechazara.
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