Sant Jordi 2024: cuando la cola es para las cr¨®nicas del descontento
No solo de medi¨¢ticos vive la fiesta del libro, los lectores se agolpan por la firma de novelas o ensayos que problematizan la cultura laboral, la turistificaci¨®n o nuestra relaci¨®n con el deseo
¡°Si no viene en cinco minutos, tengo que volver al teletrabajo, que me he escaqueado y me van a pillar¡±, dice impaciente mientras mira su reloj Bego?a, una lectora que espera en la cola de Beatriz Serrano en Gran de Gr¨¤cia. Son las 11.20 de la ma?ana y se retrasa en su segunda firma del d¨ªa la autora de la novela El desconento (Temas de Hoy, 2023), el fen¨®meno espa?ol de la ¨²ltima feria de Londres. Su traducci¨®n al ingl¨¦s se vendi¨® por seis cifras y se acord¨® expandirse a nueve mercados internacionales m¨¢s. Bego?a se ha autorregalado ese libro porque su compa?era de trabajo le dijo que era ¡°clavadita¡± a Marisa, la protagonista, una joven asqueada del trabajo y de las rutinas in¨²tiles de su empresa.
La cola de la valenciana la lidera Pedro, un trabajador de marketing en paro que afirma sentirse muy ¡°identificado¡± con esa ficci¨®n porque ¡°quien m¨¢s y quien menos est¨¢ jodido hoy en d¨ªa¡±. Cuando llega la autoraa, cinco minutos despu¨¦s, porque su taxi estaba atrapado en la riada de paseantes del centro, Bego?a se ha marchado. El resto sigue ah¨ª. ¡°Todav¨ªa no me he tomado ni un caf¨¦, pero no pasa nada, emociona esta gran fiesta del consumo cultural¡±, cuenta la tambi¨¦n periodista, que se estrena en Sant Jordi y se ha cruzado con Sonsoles ?nega o subido en el mismo ascensor que ?ngel Mart¨ªn en esa ma?ana. Se ve ¡°abrumada¡± por el recorrido de su debut, ya por la quinta edici¨®n. ¡°Supongo que si est¨¢ funcionando es porque los lectores hacen clic con ese malestar frente a la cultura laboral. Al leerlo, comprenden que no son los ¨²nicos¡±, apunta entre dedicatoria y selfie.
M¨¢s all¨¢ de las aglomeraciones por los medi¨¢ticos habituales, en Barcelona tambi¨¦n han brillado las colas por otras cr¨®nicas del descontento. Lectores identificados con novelas y ensayos que problematizan las derivas y angustias contempor¨¢neas. Como lo que pasa por nuestro cuerpo y cerebro despu¨¦s de un parto. ¡°Es un fen¨®meno imparable, aunque provoquemos recelos entre cuatro tuiteros provocadores que solo buscan ruido, las mujeres que estamos repensando nuestros roles hemos conectado con todo tipo de p¨²blico. A mi firma no solo vienen madres, tambi¨¦n hay hombres o mujeres sin hijos¡±, explica la ensayista Mar Garc¨ªa Puig en su firma en paseo de Gr¨¢cia, ya en su segundo Sant Jordi con La historia de los vertebrados (Random House/ La Magrana), un ensayo sobre la historia de la locura asociada al parto femenino que le ha llevado al premio autora revelaci¨®n de Vanity Fair.
Espera por identificaci¨®n
¡°He esperado media hora de cola para Sara Torres [autora del fen¨®meno editorial que repiensa el deseo femenino, La seducci¨®n (Reservoir Books)], donde he conocido a una lesbiana malague?a maravillosa; unos 25 minutos para Henar ?lvarez [autora de Ansia (Planeta)] y ahora estoy aqu¨ª, esperando a Anna Pacheco para despu¨¦s buscar la firma de Pol Guasch¡±, contaba poco despu¨¦s en la parada de la Central en calle Mallorca el tambi¨¦n escritor Rub¨¦n Serrano, autor de No estamos tan bien (Temas de hoy, traducido recientemente al griego) y que firmar¨ªa pocas horas despu¨¦s como coautor de [H] Amor 9: Amigas (Continta me tienes, 2024), una antolog¨ªa de textos para reivindicar ese v¨ªnculo en m¨²ltiples formas. Pasado el mediod¨ªa, en ese punto del Eixample se concentraban centenares de personas para conseguir firmas de Irene Sol¨¤, Pol Guasch, Mar¨ªa S¨¢nchez ¡ªque firmaba por primera vez con su poemario Fuego, la sed¡ª, Mario Obrero ¡ªcon sus cl¨¢sicas acuarelas para ilustrar cada firma¡ª, Laura Fern¨¢ndez, Miqui Otero ¡ªya por su sexto Sant Jordi con su novela Orquesta (Alfaguara), que afirmaba estar esperando a que llegase Gabriela, una prima lejana de Buenos Aires que no conoc¨ªa, ¡°que misteriosamente me contact¨® ayer anunciando su llegada y ahora cada mujer que me pide una firma imagino que es ella¡±¡ª, Hern¨¢n D¨ªaz o Sergi P¨¤mies.
Serrano conseguir¨ªa al poco la firma de Pacheco, que acaba de publicar Estuve aqu¨ª y me acord¨¦ de nosotros (Nuevos Cuadernos Anagrama), un ensayo sobre los efectos de la turistificaci¨®n en Barcelona que est¨¢ entre los m¨¢s vendidos en no ficci¨®n por el Gremi de Llibreters. La autora, que no pudo firmar cuando public¨® su novela Listas, Guapas, Limpias (Caballo de Troya) porque cay¨® en pandemia, se mostraba agradecida por el impacto de su ensayo, entre los m¨¢s vendidos seg¨²n los datos del gremio de libreros catalanes. ¡°Creo que la gente se ha identificado con una visi¨®n que nos muestra al turismo de otra forma, no como una fuente limpia de riqueza, hay cierto descontento que est¨¢ empezando a cristalizar¡±, dice.
Pacheco present¨® el domingo Circuito cerrado de vigilancia (Cielo Santo, 2024), el ¨²ltimo poemario de la andaluza Mayte G¨®mez Molina, que tambi¨¦n se estrenaba en Sant Jordi y hab¨ªa viajado desde Alemana, donde reside, para firmar en una parada en la Rambla. Si el p¨²blico conecta con sus textos, donde se explora la ansiedad que genera la intersecci¨®n de nuestra presencia digital en la vida anal¨®gica, ¡°pero sin tecnofobia¡±, cuenta G¨®mez Molina, es ¡°porque la escritura desde la honestidad, donde se parte de lo ¨ªntimo sin buscar la universalidad, donde se exponen las ilusiones y los miedos, remueve a la gente¡±.
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