Turismo de Barcelona se reivindica, pero asume que el sector debe tener l¨ªmites

Nueva etapa y giro de 180 grados en Turismo de Barcelona, el consorcio mixto p¨²blico privado de promoci¨®n de la ciudad. Tras los dos mandatos de los comunes en el Ayuntamiento, en los que se busc¨® un perfil bajo al organismo, Turismo de Barcelona sac¨® este lunes pecho, bajo la direcci¨®n general de Mateu Hern¨¢ndez y con el PSC en el gobierno de la ciudad: convenci¨®n anual abierta a la prensa, 700 asistentes y el hotel Meli¨¤ Torre Melina (el antiguo Juan Carlos I, reabierto hace unos meses) como escenario. Un relanzamiento en toda regla y m¨¢xima sinton¨ªa con el Gobierno municipal. Tanto la entidad como las administraciones y el sector se reivindicaron, pero todos asumieron que el turismo debe gestionarse y que tiene l¨ªmites. Incluso hubo voces, como la de la directora general de la Fundaci¨® Catalunya La Pedrera, que alert¨® de las desigualdades que existen en la ciudad y llam¨® a minimizar el impacto de los visitantes en el espacio p¨²blico y ¡°cumplir estrictamente con los aforos permitidos y los convenios colectivos¡± del sector.

Mateu Hern¨¢ndez llam¨® a ¡°estar orgullosos del turismo y de la ciudad¡± y asumi¨® la necesidad de poner l¨ªmites y mejorar la calidad ¡°mirando hacia dentro y promoviendo que los visitantes vengan con un prop¨®sito concreto, poniendo en valor la oferta de la ciudad¡±. Y lanz¨® una doble exigencia: ¡°A los empresarios para mejorar las condiciones de trabajo y a los trabajadores, mejores competencias: la calidad se paga y se remunera, necesitas estar orgulloso de donde trabajas¡±. Sobre las protestas que ha habido recientemente en Barcelona (contra el desfile de Louis Vuitton o la manifestaci¨®n del pasado s¨¢bado), Hern¨¢ndez asegur¨® que no le preocupan, ¡°porque son parte de una sociedad libre¡±. S¨ª le preocupa ¡°que se ponga m¨¢s ¨¦nfasis en la protesta contra el evento que en el beneficio que tiene¡±. El director general tambi¨¦n lament¨® que ¡°al turismo se le culpe de todo¡±, como de la subida del precio de la vivienda y consider¨®: ¡°El turista ni compra ni alquila pisos, duerme en hoteles y apartamentos que est¨¢n regulados¡±.

En los discursos de apertura, el ministro de Turismo, Jordi Hereu, se?al¨® que los viajes son ¡°un fen¨®meno al alza, con 1.300 millones de personas movi¨¦ndose el a?o pasado, que no parar¨¢ y es absolutamente positivo para el mundo, aunque no puede ser un monocultivo, sino un instrumento para generar actividad en otros sectores¡±. Y sentenci¨®: ¡°Hay que gobernarlo, administrar este crecimiento, es complicado, pero las pol¨ªticas p¨²blicas son una gran herramienta para modular y limitar cuando sea necesario¡±. Antes que Hereu, hab¨ªa tomado la palabra el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, que presumi¨® de que la ciudad va ¡°tres calles por delante en la gesti¨®n del turismo, porque no es el momento de crecer sino de reconvertir, reenfocar la estrategia de la ciudad en favor de la calidad y no la cantidad, evitando los riesgos de la masificaci¨®n¡±. Collboni puso en valor que el consistorio ha actuado sobre la oferta tur¨ªstica (limitando hoteles y pisos tur¨ªsticos en el mandato pasado), intervendr¨¢ sobre los espacios de alta densidad tur¨ªstica y utiliza la fiscalidad tur¨ªstica para financiar la climatizaci¨®n de 170 escuelas p¨²blicas.

El teniente de alcalde de Econom¨ªa, Jordi Valls, de quien tambi¨¦n depende la cartera de Turismo, apost¨® por medir el ¨¦xito de la ciudad con m¨¢s par¨¢metros que el puramente cuantitativo y velar por el ¡°equilibrio entre el turista y el ciudadano de Barcelona¡±. ¡°Si el barcelon¨¦s no est¨¢ a gusto con su ciudad, Barcelona pierde como destino tur¨ªstico, ese es el reto¡±. afirm¨®. ¡°El ¨¦xito social, que es el equilibrio entre el turismo y los barceleoneses, qu¨¦ talento queremos captar, o c¨®mo afrontar la crisis clim¨¢tica¡±, dijo. Y puso como ejemplo concreto que se pueden aplaudir las pernoctaciones (14 millones) pero tambi¨¦n es necesario ¡°dar respuesta al problema de la vivienda¡±; o que es bueno que haya muchos visitantes, pero tambi¨¦n ¡°gestionar la masificaci¨®n del espacio p¨²blico¡±.

Los hoteleros, a su turno, celebraron el buen momento de la ciudad en ocupaci¨®n y en facturaci¨®n. El presidente de Turisme de Barcelona (y tambi¨¦n hotelero) Jordi Clos y el presidente de Meli¨¤ Hotels, Gabriel Escarr¨¦, celebraron los informes del sector que indican que la ciudad donde m¨¢s crecer¨¢ la facturaci¨®n de los establecimientos (el RevPar), ser¨¢ en Barcelona. ¡°Estamos recogiendo frutos¡±, convinieron. Sobre el futuro del turismo urbano, Escarr¨¦ se?al¨® al ¡°bleasure¡±: un mix de negocios y ocio (business and leisure, en ingl¨¦s).

Las voces m¨¢s variadas se escucharon durante la mesa redonda ?Ad¨®nde queremos ir, Barcelona?. Marta Lacambra de la Fundaci¨®n Catalunya La Pedrera explic¨® el caso del edificio de Gaud¨ª como fuente de ingresos gracias al turismo que sirven para mantener proyectos sociales: desde las 2.000 personas mayores o con demencias que participan en el programa de refuerzo de la memoria, la Fundaci¨® Alicia, promoci¨®n de vocaciones cient¨ªficas o la gesti¨®n forestal. Lacambra puso as¨ª en valor la receta: ¡°Es en la gesti¨®n donde hay que poner el foco, con una buena gesti¨®n el impacto social del turismo puede ser muy grande¡±. Desde el Centro de Cultura Contempor¨¤nia de Barcelona (CCCB), su directora, Judit Carrera, presumi¨® de un equipamiento que tiene un 70% de p¨²blico local pero vocaci¨®n internacional y ha reivindicado los centros culturales como ¡°espacios p¨²blicos urbanos, f¨ªsicos e inmateriales cargados de valor, que son espejo y motor¡± y reivindic¨® ¡°un salto de escala¡± en materia presupuestaria.

Y por parte de Fira de Barcelona, su presidente, Pau Relat, puso en valor el turismo de negocios (¡±triple gasto, desestacionalizar e influye en decisiones de las compa?¨ªas de los visitantes¡±), llam¨® a evitar la ¡°desconfianza en el sector privado, que es responsable y hace bien las cosas¡± y pidi¨® a las administraciones ¡°gestionar la riqueza y redistribuir para evitar las desigualdades¡±.

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