La singularidad catalana era esto
Para algunos, parece que la lucha pol¨ªtica se centra en que nos den m¨¢s dinero y en que los menores inmigrantes se vayan a otro lado
Dice la RAE en su primera acepci¨®n que singularidad es la cualidad de singular, y da unos cuantos sin¨®nimos: excepcionalidad, particularidad, peculiaridad, rareza, extra?eza, extravagancia, excelencia; y en la segunda nos habla de ¡°distinci¨®n o separaci¨®n de lo com¨²n¡±.
Visto lo visto estas ¨²ltimas semanas en el discurso pol¨ªtico catal¨¢n, yo dir¨ªa (casi sin miedo a equivocarme) que, de todos los sin¨®nimos, al que se acoge Junts per Catalunya es sin duda al de ¡°excelencia¡±.
No me voy a poner aqu¨ª a repasar las mil y unas veces en los que ¡ªmuy cercanos a S¨ªlvia Orriols¡ª presumen de que los catalanes somos una ¡°raza¡± superior que vivir¨ªa mucho m¨¢s ¡°feliz¡± sin injerencias de sus vecinos, castellanohablantes los m¨¢s, originarios de pa¨ªses con otras lenguas los menos. As¨ª, l¨¦ase aqu¨ª como vecino todo aquel que no forma parte de lo que ellos denominan ¡°Pa?sos Catalans¡±.
Lo cierto es que, en honor a la verdad, hace legislaturas que Espa?a parece abocada, presupuestos mediante, a convivir con ese discurso. S¨ª, argumentan que es en aras de una mejor gobernabilidad, pero a nadie se le escapa como supremacista, aun legitimado desde el gobierno.
Pero una cosa son los pol¨ªticos y otra, espero, los ciudadanos de a pie, a muchos de los cuales ya no nos cuelan, ni queremos participar de sus poses ¡°diferenciales¡±.
El ¨²ltimo arranque supremacista ha sido el uso aplicado a todo del sustantivo ¡°singularidad¡±. Y como no podr¨ªa ser de otro modo, la primera piedra de toque ha sido el dinero ¡ªevitar¨¦ el chiste, porque hace a?os que la peseta no existe. Somos tan singulares que reclamamos un reparto excepcional en lo econ¨®mico, que nos den m¨¢s, por resumirlo de forma r¨¢pida.
La siguiente singularidad ha sido la inmigraci¨®n. Hemos pasado de homenajear la labor de acogimiento en la Maternidad de Elna, a pedir que se considere la ¡°singularidad catalana¡± en el acogimiento de menores, que se los queden otros, por resumir la idea. Coincidiendo con el argumento de la l¨ªder de Alian?a Catalana, S¨ªlvia Orriols que en su discurso del Parlament el pasado 25 se quejaba de que la inmigraci¨®n ¡°nos ha desdibujado y desmenuzado el pa¨ªs¡±. Y con Vox, que tambi¨¦n ha rechazado la reforma de la Ley de Extranjer¨ªa para el reparto de menores inmigrantes no acompa?ados. No se sorprendan de la coincidencia, los tres grupos coinciden bastante m¨¢s de lo que nos imaginamos. M¨ªriam Nogueras ha apuntado, por ser fiel a la verdad, que podr¨ªan hablar de acogidas si hubiera financiaci¨®n adecuada. La singularidad econ¨®mica de nuevo.
No estar¨ªa mal que Junts recordara que la Catalu?a ¡°dels sis milions¡± es ahora una Catalu?a de ocho millones, y no lo es porque los catalanes nos hayamos puesto a tener hijos como locos, tenemos una de las tasas de natalidad m¨¢s bajas del planeta, sino gracias a que han llegado personas de fuera de la comunidad que no solo han ayudado a aumentar el n¨²mero poblacional, y mucho, sino tambi¨¦n la prosperidad de Catalu?a, gracias a los que hemos crecido con m¨¢s fuerza que el resto del pa¨ªs y que la media de la zona euro. Dicho de otro modo, si a Catalu?a no llega nueva poblaci¨®n, no prosperamos.
Por concluir, parece que singularidad es que nos den m¨¢s dinero y que los menores inmigrantes se vaya a otro lado. Pues igual deber¨ªamos revisar esa ¡°singularidad¡± en aras de una universalidad.
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