El mes negro de Pujol y Mas
Julio acumula dos aniversarios fat¨ªdicos para el nacionalismo conservador catal¨¢n: los 10 a?os de la confesi¨®n de Pujol y los 15 de entrada de los Mossos en el Palau de la M¨²sica
En el Palau de la M¨²sica sonaba la Toccata y fuga en re menor, BWV 565 de Bach, la misma composici¨®n que utiliz¨® Billy Wilder para mostrar en El crep¨²sculo de los dioses (Sunset Boulevard) egos infinitos y ganas de recuperar el esplendor perdido. Era el 23 de julio de hace 15 a?os cuando los mossos entraban en el edificio modernista de Dom¨¨nech i Montaner, de donde brotaba un manantial de corrupci¨®n. La banda sonora era indicada para el momento: Artur Mas hab¨ªa fracasado en el intento de suceder a Jordi Pujol desde 2003, pero el horizonte de 2010 se atisbaba como la gran esperanza de Converg¨¨ncia de volver al poder por la puerta grande, despu¨¦s de siete a?os barbechando en la oposici¨®n.
Nada deb¨ªa arruinar ese objetivo. En noviembre de 2010, Artur Mas aseguraba en la recta final electoral: ¡°Todo esto [del caso Palau] es una burbuja que quedar¨¢ en nada; cortadme el cuello si la Generalitat es una administraci¨®n corrupta bajo un Gobierno de CiU¡±. ¡°A tres semanas de las elecciones se les ve el plumero; hagan lo que hagan el cambio llegar¨¢ a Catalu?a porque el pueblo lo quiere¡±, concluy¨® Mas. Su mentor, Jordi Pujol, remach¨® el clavo, estableciendo similitudes ¨Ctodo un cl¨¢sico¨C entre el caso Banca Catalana y el caso Palau. ¡°En estas cosas yo ya tengo experiencia¡ Y al final nada de nada¡±. Efectivamente, en mayo de 1984, el entonces presidente de la Generalitat ya se presentaba como v¨ªctima del Gobierno central y de la fiscal¨ªa: ¡°Han hecho una jugada indigna; a partir de ahora de ¨¦tica y de moral hablaremos nosotros, no ellos¡±, proclam¨® ante sus seguidores en la plaza de Sant Jaume con motivo de la querella de Banca Catalana, finalmente archivada.
Pero esta vez no sucedi¨® lo mismo. Artur Mas lleg¨® al poder presidencial en diciembre de 2010. La ¡°burbuja¡± que pronosticaba, sin embargo, ha acabado siendo un remolino que ha engullido a Converg¨¨ncia, hasta hacerla desaparecer. Y todo empez¨® ese 23 de julio, despu¨¦s de que el Juzgado de Instrucci¨®n N¨²mero 30 de Barcelona hubiera aceptado la querella de la fiscal¨ªa contra F¨¨lix Millet ¨Cpresidente del patronato de la Fundaci¨® Orfe¨® Catal¨¤-Palau de la M¨²sica¨C por falsedad y apropiaci¨®n indebida. Tras unos sospechosos ingresos y la circulaci¨®n vertiginosa de billetes de 500 euros desde el Palau, apareci¨® la trama de corrupci¨®n que durante 10 a?os ¨Cde 1999 a 2009¨C aliment¨® a Converg¨¨ncia. El partido de Pujol y Mas cobr¨®, al menos, 6,6 millones de euros en comisiones ilegales. Ferrovial, la empresa constructora de obras fara¨®nicas como la Ciudad de la Justicia y la l¨ªnea 9 de metro, camuflaba las mordidas como donaciones altruistas al coliseo modernista. El importe de esas comisiones supon¨ªa el 4% de la obra adjudicada: 2,5% para Converg¨¨ncia Democr¨¤tica y 1,5% para Millet y su director financiero, Jordi Montull.
El fiscal del caso Palau, Emilio S¨¢nchez Ulled, recordaba en este diario ¨Cal cumplirse 10 a?os del registro policial en el Palau en conversaci¨®n con el periodista Jes¨²s Garc¨ªa¨C que mientras sonaba Bach al ¨®rgano y la polic¨ªa proced¨ªa al registro, el m¨®vil de Millet son¨®: era el futuro presidente de la Generalitat quien se interesaba por c¨®mo iba el registro. ¡°?Es que es Mas! ?Es Mas!¡±, se justificaba Millet ante el fiscal, que entonces desconoc¨ªa el alcance de esa simbiosis entre burgueses parasitarios y CDC.
A pesar de que las trituradoras funcionaron a pleno rendimiento durante muchos d¨ªas en el Palau para no dejar rastros comprometedores, hubo material suficiente para una dura condena. Artur Mas ya reconoci¨® en 2017 que Converg¨¨ncia se hab¨ªa financiado ¡°en la frontera de la moralidad¡±. La sentencia demostr¨® que el partido hab¨ªa cruzado la l¨ªnea de la legalidad. Y es que julio y sus calores ¨Centre el 15 aniversario del inicio del caso Palau y el 10 cumplea?os de la confesi¨®n de Jordi Pujol¨C se antoja un mes negro para el nacionalismo conservador catal¨¢n y su patrimonial concepto del poder.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.