ERC se juega su futuro pol¨ªtico y la legislatura en la consulta sobre la investidura de Illa
Unos 8.500 militantes, muy divididos ante la propuesta socialista, pueden votar entre las 9 de la ma?ana y las 7 de la tarde de este viernes
Unos 8.500 militantes de Esquerra Republicana est¨¢n llamados este viernes a tomar una de las decisiones m¨¢s trascendentes en los 98 a?os de historia del partido. Las bases de la formaci¨®n independentista tienen en sus manos avalar el acuerdo que permitir¨ªa investir al socialista Salvador Illa como presidente de la Generalitat, a cambio de una larga lista de contrapartidas que incluyen alcanzar un modelo de autonom¨ªa fiscal similar al concierto vasco, que le permitir¨ªa recaudar y gestionar impuestos estatales. Se trata de una reforma que depende de inciertas mayor¨ªas en el Congreso y que ya ha chocado con el rechazo de barones territoriales tanto del PSOE como del PP y de Junts per Catalunya. La elecci¨®n de Illa no solo implica el regreso del PSC a la presidencia del Govern tras 14 a?os en la oposici¨®n; significa enterrar de manera definitiva la divisi¨®n en bloques que marc¨® la pol¨ªtica durante el proc¨¦s. Mientras el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, defiende un paso atrevido hacia una Espa?a federal, la l¨ªder de ERC, Marta Rovira, ve un escal¨®n m¨¢s para la independencia. La moneda est¨¢ en el aire. A las 13.00 casi la mitad de las bases de los republicanos hab¨ªa votado ya en la consulta.
¡°Nos jugamos el futuro de ERC, es una encrucijada entre darle la estocada final a que la lucha por la independencia sea la prioridad y concretar el viraje de la actual direcci¨®n a ubicarnos en el eje derecha-izquierda¡±, asegura Xavier Mart¨ªnez ¡ªen contra de apoyar el pacto¡ª, militante de base y portavoz de la plataforma cr¨ªtica 1 de Octubre. Ivan Faccia, militante de Cunit (Tarragona), es defensor del acuerdo: ¡°Esto no va de la confianza en que los socialistas cumplan, sino de nuestra autoconfianza en que tenemos la fuerza para condicionar y arrastrar [a los socialistas] a que cumplan con un pacto que es bueno para el pa¨ªs, m¨¢s all¨¢ de las simpat¨ªas pol¨ªticas¡±, apunta.
La consulta terminar¨¢ a las siete de la tarde y corona una semana de infarto. Hace tan solo ocho d¨ªas, las negociaciones entre ambas partes pend¨ªan de un hilo por el desacuerdo sobre las ¡°garant¨ªas de cumplimiento¡±. El pasado lunes, la Ejecutiva de ERC, tras una marat¨®nica jornada de casi 12 horas, dio su bendici¨®n a las 25 p¨¢ginas de acuerdo y se lanz¨® a explicar su contenido a unas bases muy exaltadas. A su tradicional alergia a pactar con los socialistas, la direcci¨®n republicana se enfrenta ahora a contrarrestar la desconfianza hacia s¨ª misma, generada tras la gesti¨®n que ha hecho la c¨²pula en la pugna interna por el liderazgo y del esc¨¢ndalo por ataques a los hermanos Maragall.
Fuentes de la direcci¨®n aceptan que, a diferencia de las ¨²ltimas votaciones, creen que la opci¨®n m¨¢s realista es que se imponga el s¨ª por la m¨ªnima, con el voto en contra y el blanco dividiendo la oposici¨®n al acuerdo. Mart¨ªnez asegura que en las asambleas territoriales de los ¨²ltimos d¨ªas se ha podido ver c¨®mo, mientras que hay zonas donde todo est¨¢ m¨¢s polarizado (Barcelona y sus alrededores), en Lleida o Tarragona se impone el no al pacto. La propia Rovira se ha pasado los ¨²ltimos d¨ªas tratando de separar esta votaci¨®n clave del ruido ambiental de lo que sucede en la formaci¨®n y derivar eso al Congreso Nacional del 30 de noviembre. La actual l¨ªder de la formaci¨®n ha seguido este jueves defendiendo el acuerdo alcanzado con el PSC y ha desvelado que su partido y el PSOE tienen listo un ¡°plan b¡± para garantizar que el pacto para dotar a Catalu?a de un modelo de financiaci¨®n diferente al del resto de comunidades y sacarla, por tanto, del r¨¦gimen com¨²n, se llevar¨¢ a cabo a¨²n en el caso de que el Congreso no apruebe la modificaci¨®n de la ley correspondiente, la LOFCA. ¡°Lo que tenemos acordado con el PSOE son las modificaciones legales, pero no somos ingenuos, porque es una ley org¨¢nica y requiere unas mayor¨ªas que nos tocar¨¢ trabajar. Y, si no, hay alternativas legales, porque nos preocupa el cumplimiento del acuerdo¡±, ha afirmado Rovira en una entrevista en Catalunya R¨¤dio.
El acuerdo anunciado el lunes muestra un compromiso de conseguir a largo plazo el desarrollo de un sistema fiscal en el que la Generalitat controle la gesti¨®n, la recaudaci¨®n y la inspecci¨®n de todos los impuestos que se pagan en Catalu?a. Pero m¨¢s a corto y medio plazo se fija sobre todo dos objetivos. Estrenarse en ese camino con el control del impuesto de la renta a partir de 2026 y asegurarse lo antes posible lo que los t¨¦cnicos denominan el principio de ordinalidad, o lo que es lo mismo, que ninguna autonom¨ªa pueda superar a otra en recursos per capita una vez se aplican los mecanismos de solidaridad. La Generalitat no ha cuantificado la mejora que supondr¨¢ ese cambio de escenario, pero los ¨²ltimos datos ofrecidos por su consejer¨ªa de Econom¨ªa sobre el actual modelo de financiaci¨®n permiten calcular que se podr¨ªan ingresar hasta 6.000 millones de euros adicionales, seg¨²n las fuentes consultadas.
La cifra surge de comparar los ingresos per capita de Extremadura, que en la liquidaci¨®n de 2022 se convirti¨® en la tercera comunidad en recursos despu¨¦s de la nivelaci¨®n (4.108 euros per capita), con Catalu?a, que fue la tercera mayor aportadora al sistema y que tras el sistema de nivelaci¨®n acab¨® con 3.264 euros por habitante. As¨ª las cosas, deber¨ªa ganar como m¨ªnimo 844 euros por cada uno de sus 7,89 millones de habitantes (datos de 2022). Esa cifra podr¨ªa suponer una mejora de 6.600 millones de euros con los datos actuales. Madrid y Baleares obtendr¨ªan mejoras incluso superiores si se respetara ese principio de ordinalidad, pero la mejora supondr¨ªa recortar m¨¢s de una cuarta parte del d¨¦ficit fiscal que los independentistas denuncian que Catalu?a sufre cada a?o, y que cifran en 22.000 millones de euros.
La pregunta que se someter¨¢ a la consulta h¨ªbrida de las bases ¨D¡±?est¨¢s de acuerdo con que ERC vote a favor de la investidura del candidato socialista a cambio de la soberan¨ªa fiscal, la promoci¨®n y protecci¨®n de la lengua catalana, la Convenci¨®n Nacional para la resoluci¨®n del conflicto pol¨ªtico y el resto de medidas acordadas?¡±¨D es bastante reveladora de la situaci¨®n interna de la formaci¨®n ya que han decidido omitir de forma deliberada el nombre de Salvador Illa y del PSC. ERC aspira, en una Catalu?a independiente, reemplazar a los socialistas como formaci¨®n de referencia de la izquierda. Su hoja de ruta pol¨ªtica ha tenido en los ¨²ltimos a?os como uno de sus principales objetivos ganarle la batalla en el llamado cintur¨®n rojo de Barcelona. Durante los a?os duros del proc¨¦s, los republicanos lograron efectivamente rascar poder en esa zona, llegando incluso a ganar las elecciones municipales en la ciudad de Barcelona. Los socialistas, de hecho, estuvieron en el centro de la operaci¨®n que llev¨® a Ada Colau a la alcald¨ªa, gracias al apoyo del exprimer ministro franc¨¦s Manuel Valls. En los pasados comicios municipales, sin embargo, ERC experiment¨® una hemorragia tal de votos ¨Dperdi¨® uno de cada tres apoyos¨D y comenz¨® un ciclo de claro repliegue. Una de las ideas compartidas en las bases republicanas es que ello responde a que el votante penaliza sus acuerdos con los socialistas.
El pacto que ahora se pone sobre la mesa y que implica pactar con un Illa que se ve muy cercano a las tesis menos catalanistas del PSC genera muchos reparos. Eso explica por qu¨¦ la direcci¨®n de los republicanos ha optado por no mencionar ni a Illa ni al PSC en la pregunta que tendr¨¢n que responder las bases. En 2019, cuando se consult¨® sobre la investidura del jefe del Gobierno socialista, el nombre de Pedro S¨¢nchez se dej¨® blanco sobre negro. Particip¨® entonces el 70% de la militancia y un 94,6% acept¨® la propuesta que formulaba la direcci¨®n que entonces s¨ª compart¨ªan Oriol Junqueras y Marta Rovira.
El expresidente del partido, que quiere intentar volver a hacerse con el tim¨®n en el Congreso de noviembre, ha optado por una equidistancia respecto al acuerdo. Mientras que en el PSC se mantiene el hermetismo ante todo el proceso, el presidente Pedro S¨¢nchez quiso el pasado mi¨¦rcoles vestir todo el acuerdo de investidura, clave en un momento pol¨ªtico complicado para ¨¦l y necesitado de un acto de reivindicaci¨®n como ser¨ªa la presidencia de Illa, de ¡°paso en la federalizaci¨®n de nuestro Estado auton¨®mico¡±.
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