Los Mossos se preparan para una remodelaci¨®n profunda con la llegada de Illa

Si se hace caso al dicho de que a la gente se la conoce m¨¢s por c¨®mo se va que por c¨®mo llega, un sabor amargo impregnar¨¢ para siempre los tres a?os de gesti¨®n de Esquerra Republicana de Catalunya al frente del Departamento de Interior. Su jefe pol¨ªtico, Joan Ignasi Elena, y su responsable policial, el comisario Eduard Sallent, protagonizaron la ¨²ltima rueda de prensa del gobierno de Aragon¨¨s acusando al un¨ªsono al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de no haber podido detenerle cuando lo tuvieron delante. Sallent lleg¨® a compararlo con Jimmy Jump ¨Del popular personaje catal¨¢n que saltaba a los campos de f¨²tbol¨D e incluso aludi¨® a los Jodor¨®vich, una amplia familia, algunos de ellos investigados por tr¨¢fico de drogas. Sin apenas autocr¨ªtica, el televisado y fallido arresto de Puigdemont, el jueves, y la despechada rueda de prensa posterior despide una etapa en Mossos y presagia otra nueva en la que el nuevo Gobierno de Salvador Illa pretende impulsar cambios de calado para atajar la crisis.

Sallent verbaliz¨® en su comparecencia la intenci¨®n de seguir al frente de los Mossos. ¡°El cuerpo necesita estabilidad, y conf¨ªo que la tendremos y que seguiremos en la l¨ªnea de transformaci¨®n¡±, manifest¨®, mientras en grupos de WhatsApp de cargos de pol¨ªticos, tanto independentistas ¨Dque han empujado su ascenso en el cuerpo¨D como no independentistas asist¨ªan perplejos al tono de la intervenci¨®n. Pero los aires de cambio que se respiran en el seno de la polic¨ªa catalana son previos a que Puigdemont se escapase ante la mirada de miles de personas. Empezaron hace meses, cuando en pleno debate electoral, el entonces candidato del PSC, y ahora ya presidente, Salvador Illa, anunci¨® dos ¨²nicos nombramientos en el caso de ser elegido: N¨²ria Parl¨®n como consejera de Interior, y Josep Llu¨ªs Trapero como director general de la Polic¨ªa, un cargo de designaci¨®n pol¨ªtica.

Trapero es un mosso que no necesita presentaci¨®n. El convulso 2017 en Catalu?a, con unos atentados terroristas y un refer¨¦ndum ilegalizado, convirti¨® al mayor en un personaje p¨²blico, del que incluso se hicieron camisetas y chocolatinas. Pero antes de eso, se labr¨® una s¨®lida carrera, desde la base, con fieles defensores y tambi¨¦n firmes detractores, entre ellos el propio comisario Sallent. Los ¨²ltimos a?os, los dos mandos se han alternado la direcci¨®n policial de los Mossos: como en un baile de sillas, Sallent fue destituido para restituir a Trapero en 2020, y luego Trapero lo fue para colocar una supuesta jefatura coral que se rompi¨® y acab¨® de nuevo como Sallent de jefe del cuerpo. Si Trapero es director de la polic¨ªa, la convivencia de ambos es imposible, admiten quienes conocen de los planes de remodelaci¨®n.

Sobre todo, indican fuentes policiales, porque las diferencias trascienden la esfera personal e impactan de lleno en la profesional. Trapero es cr¨ªtico con la direcci¨®n actual, que ejerce Sallent, a quienes sus censores acusan de servilismo con el poder pol¨ªtico. Ponen como ejemplo el fallido dispositivo de detenci¨®n de Puigdemont gracias, en parte, a una escolta oficiosa formada por agentes de la polic¨ªa catalana que le protegen en horas libres. Ninguna direcci¨®n ha acabado con ese tipo de pr¨¢cticas. Sallent arremeti¨® este viernes duramente contra ellos en la rueda de prensa: ¡°No merecen vestir el uniforme de Mossos¡±. Y record¨® que en 2019 ataj¨® la f¨®rmula de sumar d¨ªas libres para proteger a Puigdemont en B¨¦lgica, despu¨¦s del enojo del Ministerio del Interior. Pero la misma jefatura policial que ahora los se?ala evit¨® expedientarlos cuando se los detect¨® de nuevo ejerciendo tareas de seguridad en Francia, durante la campa?a electoral del l¨ªder de Junts. ¡°Si penalmente no prospera, administrativamente no se puede actuar¡±, se defendi¨® este viernes el director de Mossos en funciones, Pere Ferrer. Aunque en otras ocasiones la polic¨ªa catalana ha tomado medidas disciplinarias, sin consecuencias penales.

Se da por descontado que si Trapero es finalmente designado director general, algo que no puede alargarse muchas semanas ¨Del lunes se prev¨¦ el nombramiento de los nuevos consejeros¨D, el siguiente paso ser¨¢ el cambio del jefe policial. Entre los nombres en liza est¨¢ el del comisario Josep Maria Estela, que ya fue jefe de Mossos precisamente con Sallent como segundo. Pero el t¨¢ndem no funcion¨®: Estela acus¨® a Sallent de desleal, llev¨® a cabo un pulso que cre¨ªa ganado, pero finalmente fue destituido por Joan Ignasi Elena. Los siguientes cambios ser¨ªan m¨¢s escalonados, indican fuentes policiales. ¡°No entrar¨¢ con la guada?a¡±, conf¨ªan los m¨¢s atemperados, aunque admiten que a Trapero no le temblar¨¢ el pulso para redefinir la estructura policial, y para ser exigente.

Nadie duda tampoco de que Trapero recuperar¨¢ al intendente Toni Rodr¨ªguez, relevado como m¨¢ximo jefe de investigaci¨®n, y aparcado en la comisar¨ªa de Rub¨ª. Rodr¨ªguez es uno de los mandos m¨¢s cr¨ªticos con el comisario Sallent, al que ha acusado de entrometerse precisamente en la investigaci¨®n que lider¨® contra el entonces escolta de los Mossos d¡¯Esquadra Llu¨ªs Escol¨¤ ¨Dque ayud¨® a huir a Puigdemont a B¨¦lgica en 2017¡ª y contra el exconsejero del Interior Miquel Buch por enmascarar su trabajo en B¨¦lgica con un falso contrato como asesor del Departamento de Interior. Escol¨¤, que ya no es mosso, es amigo personal del expresidente y sigue ejerciendo tareas de seguridad para ¨¦l. Algunos mandos lo se?alan, junto a otros mossos, como quien ha ideado el dispositivo de huida del pasado jueves, y como la persona que dio a entender a la polic¨ªa catalana que Puigdemont ir¨ªa a la investidura y all¨ª podr¨ªan detenerlo sin problemas. Sallent neg¨® categ¨®ricamente en la rueda de prensa que la jefatura supiese de ning¨²n contacto con Escol¨¤ para pactar la detenci¨®n.

La nueva etapa que se abre en los Mossos d¡¯Esquadra preocupa a algunos de sus actuales mandos. ¡°Se necesita continuidad, volver a empezar de nuevo es un desastre¡±, reflexionan, sobre el baile constante de jefes. Otros responsables, en cambio, est¨¢n deseosos de un nuevo rumbo para un cuerpo que consideran desilusionado, desconectado, sin una direcci¨®n s¨®lida, en la que muchos de sus comisarios se abstienen de opinar y de implicarse m¨¢s all¨¢ de lo estrictamente necesario. Y, de nuevo, el ejemplo que se cita es el dispositivo fallido para detener a Puigdemont. En esos entornos, Trapero es visto como una posible soluci¨®n, pero como esta vez ejercer¨ªa de director de la polic¨ªa y no de jefe operativo, tambi¨¦n se vive con cierta incertidumbre el encaje del mayor.

¡°Estamos haciendo un trabajo incre¨ªble a todos los niveles¡±, ha defendido el comisario Sallent, sobre su cuestionada direcci¨®n al frente de los Mossos. ¡°Me encanta mi trabajo. No me veo fuera. Soy comisario¡±, ha repetido, mientras los sindicatos ped¨ªan su cese. A la vez, el juez Llarena ordenaba en un auto a los Mossos que le explicasen qui¨¦n hab¨ªa ¡°dise?ado¡± el dispositivo de detenci¨®n de Puigdemont, qui¨¦n lo hab¨ªa ¡°aprobado¡± y qui¨¦n lo deb¨ªa ¡°ejecutar¡±. Una petici¨®n delicada, que para algunas fuentes policiales explica tambi¨¦n el tono empleado por Sallent en la rueda de prensa: ¡°Se est¨¢ blindado¡±. El lunes, dijo el comisario, pasar¨¢ ya novedades al nuevo presidente de la Generalitat, Salvador Illa, quien, por el momento, guarda silencio.

Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal