Las fuerzas independentistas deciden su futuro y el del Gobierno de S¨¢nchez
Junts, Esquerra y la CUP convocan a sus fieles para perfilar la nueva estrategia pol¨ªtica y se lleva a debate la pr¨®rroga del liderazgo de los ide¨®logos del ¡®proc¨¦s¡¯
Los indicadores meteorol¨®gicos se?alan que el calor se ha atornillado a Catalu?a este verano y que ha habido zonas donde se han registrado temperaturas de 40 grados durante siete d¨ªas seguidos. Los sofocos tambi¨¦n han llegado al Parlament. El d¨ªa de la investidura de Salvador Illa, y del regreso ef¨ªmero de Carles Puigdemont a Barcelona, un expresidente de la Generalitat destac¨® que hab¨ªa vivido la jornada con ¡°bochorno¡±. El verano pasar¨¢ y los term¨®metros tendr¨¢n una tregua, pero el oto?o pol¨ªtico catal¨¢n se prev¨¦ igualmente caliente. El PSC ha recuperado el Govern de la Generalitat 14 a?os despu¨¦s y el independentismo se ha quedado apeado del poder, lo que lleva a las dos principales fuerzas, Junts per Catalunya y Esquerra Republicana, a convocar a sus filas para celebrar sendos congresos pol¨ªticos en octubre, Junts; y en noviembre, ERC. Tambi¨¦n la CUP tiene pendiente una reorganizaci¨®n interna. En la mano de las bases independentistas est¨¢ decidir si procede otra pr¨®rroga para unos l¨ªderes que mandan desde los d¨ªas del proc¨¦s o si ha llegado la hora del relevo. El dictamen se toma en Catalu?a, pero tiene capacidad para marcar el paso del Gobierno de Espa?a, toda vez que tanto Junts como ERC pueden zancadillear la mayor¨ªa de Pedro S¨¢nchez en el Congreso.
El pacto de Esquerra con el PSC para hacer president a Salvador Illa ha hecho a?icos los pocos retales que quedaban enteros de la unidad independentista en Catalu?a. Junts y Esquerra se llevan tan mal desde hace tanto tiempo que el disimulo en p¨²blico ha cedido el paso a las cr¨ªticas desaforadas para buscar el sonrojo rival. Mientras el l¨ªder del PSC ultimaba su discurso de investidura, Carles Puigdemont se?al¨® que el gesto de Esquerra facilitaba su detenci¨®n; ERC tild¨® de inadmisible la ¡°ofensa¡± y reclam¨® disculpas, pero apareci¨® Jordi Turull, secretario general de Junts, a subrayar que en la c¨²pula del partido republicano hay un problema de ¡°comprensi¨®n lectora¡±.
El choque entre Junts y Esquerra es una prolongaci¨®n de la pugna entre Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, dos antiguos compa?eros de trabajo (Junqueras fue vicepresidente del Govern de Puigdemont) que llevan a?os rivalizando por la plaza de jefe del independentismo. En sus respectivos partidos ambos han mandado mucho y, pese a que ninguno de los dos ocupa cargo oficial alguno, siguen conservando una destacable cuota de poder. Junqueras dimiti¨® de la presidencia de ERC el 10 de junio, pero presenta como un fracaso que le es ajeno el trastazo electoral de Esquerra el 12 de mayo en las elecciones auton¨®micas. De hecho, ha logrado salir con apenas alg¨²n rasgu?o del lastimoso esc¨¢ndalo que ha vivido el partido por el caso de los carteles de Alzh¨¦imer contra los hermanos Maragall. Puigdemont, por su parte, maneja los hilos de Junts sin oposici¨®n tras su nueva escapada a B¨¦lgica y pese a haber incumplido sus compromisos electorales: estar en el debate de investidura en el Parlament y dejar la ¡°pol¨ªtica activa¡± si no era elegido president.
El 15 de mayo, Esquerra reconoci¨® la conveniencia de un congreso para ¡°fijar la nueva estrategia de la formaci¨®n¡± y lo convoc¨® para el 30 de noviembre. Junts ha aplicado la idea de que los ¨²ltimos ser¨¢n los primeros y, el pasado lunes, anunci¨® igualmente la convocatoria de un congreso para el oto?o, un mes antes que el de sus contrincantes. La premisa es responder ¡°a la ruptura del bloque independentista y la configuraci¨®n de un gobierno espa?olista encabezado por Salvador Illa¡±. Junts abunda en el imaginario que ya trat¨® de exprimir Carles Puigdemont durante su campa?a fallida para ser president: solo hay un faro que sigue iluminando al independentismo. ¡°No se trata de recomponer el partido, sino de recomponer y relanzar la estrategia independentista desde el liderazgo de Junts¡±, se?ala la carta que ha recibido la militancia de JxCat.
Oriol Junqueras ha dado se?ales p¨²blicas de querer recuperar las riendas de Esquerra en noviembre. Por su parte, Puigdemont no ha aclarado qu¨¦ planes tiene, m¨¢s all¨¢ de reclamar que se le aplique la ley de amnist¨ªa. Jordi Turull s¨ª que ha se?alado que ¡°no es imaginable un relanzamiento de la estrategia independentista sin la participaci¨®n activa del president Puigdemont¡±.
Decidir en manos de qui¨¦n recae el tim¨®n de las dos principales facciones del independentismo da pistas para predecir qu¨¦ porvenir le espera a la pol¨ªtica catalana y condiciona qu¨¦ tipo de oposici¨®n tendr¨¢ que afrontar el Govern de Salvador Illa. Adem¨¢s, el eco de los congresos retumbar¨¢ en Madrid, dada la dependencia que tiene el Gobierno de Pedro S¨¢nchez tanto de Esquerra como de Junts.
La relaci¨®n con los republicanos es llevadera, y a ambos bandos les interesa evitar los sobresaltos. S¨¢nchez se ahorra sustos en el Congreso y Esquerra puede presentar avances en temas pactados con el PSOE, como el nuevo modelo de financiaci¨®n catal¨¢n o el traspaso de los trenes de Rodalies. Con Junts, es una moneda al aire. Si no hay amnist¨ªa para Puigdemont y el partido no luce de manera inminente ning¨²n r¨¦dito de sus tratos con el PSOE, el apoyo a S¨¢nchez puede tener los d¨ªas contados. Portavoces de Junts ya han advertido m¨¢s de una vez que ¡°lo mismo da el PSOE que el PP¡±. Y Puigdemont ha afirmado en alguna ocasi¨®n que su confianza en el presidente es escasa: ¡°No le comprar¨ªa un coche de segunda mano¡±.
El papel de los actores secundarios
La CUP y los Comuns tambi¨¦n tienen a la vista un proceso de reestructuraci¨®n interna. Los dos partidos sufrieron trasquilones en las ¨²ltimas elecciones catalanas, pero conservan la capacidad de alterar la din¨¢mica de bloques en el Parlament. Los Comuns forzaron la convocatoria anticipada de elecciones tras rechazar apoyar los presupuestos de Pere Aragon¨¨s, y atisban la nueva etapa de gobierno de Salvador Illa con la premisa de evitar que los socialistas canibalicen su espacio electoral. J¨¦ssica Albiach a¨²n no ha anunciado si seguir¨¢ al frente de los Comuns. La presidenta del grupo parlamentario de la formaci¨®n ha dejado la puerta abierta a dejar de ser una de las caras visibles del partido, que celebrar¨¢ el 16 y 17 de noviembre su asamblea nacional para renovar sus liderazgos. ¡°Necesitamos personas nuevas, energ¨ªa nueva, oxigenar¡±, declar¨® hace un mes y medio. Albiach forma parte del ¨®rgano de direcci¨®n del partido junto a la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau y la diputada en el Congreso Candela L¨®pez.
La CUP, por su parte, ha convocado una asamblea nacional para el 21 de septiembre para culminar su refundaci¨®n. Con ¨²nicamente cuatro diputados en el Parlament, la formaci¨®n explora la manera de marcar perfil propio dentro de un espectro independentista que se ha encogido y que busca referentes. Los anticapitalistas han acusado a Carles Puigdemont de ¡°fantasear¡± y a Esquerra de haber ¡°aparcado¡± la independencia.
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