Se avecina oto?o movido
El congreso de noviembre de Esquerra se prev¨¦ agitado y visto el historial de escisiones del partido en los ¨²ltimos 35 a?os no es descartable ning¨²n resultado
Hace 28 d¨ªas que Salvador Illa fue investido presidente de la Generalitat por el Parlamento de Catalu?a, 26 d¨ªas que tom¨® solemne posesi¨®n del cargo y 23 que celebr¨® la primera reuni¨®n del Consell Executiu. Este jueves comparece ante el Pleno del Parlamento para explicar la configuraci¨®n del nuevo gobierno de la Generalitat.
Sin duda, es demasiado pronto para valorar la acci¨®n pol¨ªtica de Illa. Tiempo habr¨¢ cuando su gobierno alcance los preceptivos 100 d¨ªas y, sobre todo, cuando empiece a desarrollar su acuerdo de investidura con ERC. No obstante, viendo el talante del presidente y sus movimientos durante los primeros pasos de la legislatura, se nos ocurre un primer pron¨®stico: si lo del sistema de financiaci¨®n singular sale bien, tenemos Salvador Illa para rato. (¡°Salir bien¡± no significa obtener un concierto a la vasca ni alcanzar la plena soberan¨ªa fiscal, sino aumentar de manera significativa los recursos de la Generalitat sin hundir a Pedro S¨¢nchez, que es el ¨²nico garante del compromiso contra¨ªdo por los socialistas catalanes con sus circunstanciales aliados republicanos).
Entre los partidos independentistas la situaci¨®n es diferente. Aparte de asimilar que han perdido la mayor¨ªa parlamentaria, su reto m¨¢s inmediato es (re)definir sus liderazgos y, con ellos, su estrategia pol¨ªtica. Tomemos el caso de Esquerra Republicana. Oriol Junqueras no entiende por qu¨¦, siendo el l¨ªder independentista m¨¢s valorado (por delante de Pere Aragon¨¨s, M¨ªriam Nogueras, Laia Estrada y Carles Puigdemont en los sondeos del Centre d¡¯Estudis d¡¯Opini¨®), sus propios correligionarios le piden que d¨¦ un paso al lado. El congreso de Esquerra se prev¨¦ agitado y visto el historial del partido no es descartable ning¨²n resultado: desde Esquerra Catalana (1989) hasta Reagrupament (2009), pasando por el inefable PI (1996), Esquerra es la formaci¨®n pol¨ªtica catalana que atesora m¨¢s escisiones.
En el caso de Junts sucede un poco al rev¨¦s. Lo que no se entiende es que, siendo Puigdemont el l¨ªder independentista peor valorado (por detr¨¢s incluso de la ignota Laia Estrada en los sondeos), sus correligionarios no le pidan que d¨¦ el paso al lado, y todav¨ªa se entiende menos cuando fue el mismo Puigdemont quien prometi¨® p¨²blicamente que se retirar¨ªa si no era presidente de la Generalitat. Junts, como partido heredero de CDC, es poco dado a las escisiones, pero tampoco es descartable que en alg¨²n momento el sector pragm¨¢tico de la formaci¨®n acabe dando un golpe sobre la mesa, como el que dio a su manera el hist¨®rico Andreu Mas-Colell al anunciar su intenci¨®n de optar por ERC en las elecciones del 12-M. (La escisi¨®n no es imposible: tambi¨¦n Uni¨® era un partido de orden y resulta que su sector independentista se autoescindi¨® en 2015 tras perder la consulta interna sobre la implicaci¨®n del partido en el proc¨¦s).
En resumen: nos espera un oto?o movido, no tanto por la financiaci¨®n singular, que tardar¨¢, sino por la adaptaci¨®n de los partidos independentistas a una nueva situaci¨®n pol¨ªtica ¨Ccon la bandera espa?ola anclada en el despacho de Salvador Illa¨C que puede durar bastante m¨¢s de lo que desear¨ªan.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.