En la Diada con la reina de las Diadas, Carme Forcadell: ¡°No tengo la ilusi¨®n de antes¡±
La mujer que lider¨® las convocatorias multitudinarias cada 11-S durante el ¡®proc¨¦s¡¯ admite el desgaste y recuerda la ¡°adrenalina¡± de aquellos d¨ªas
Pasear con Carme Forcadell por el centro de Barcelona durante la Diada es tener que detenerse a cada instante. La paran para preguntarle c¨®mo est¨¢, para felicitarle por haberse convertido (por tercera vez) en abuela, para tomarse una foto con ella y, sobre todo, para comentar las luchas intestinas en el seno de Esquerra Republicana, partido en el que milita. Aunque su popularidad ha deca¨ªdo en los ¨²ltimos a?os, la reina de las Diadas multitudinarias, la mujer que hace exactamente diez a?os dijo a Artur Mas aquello de ¡°president, ponga las urnas¡±, sigue acaparando miradas y conversaciones cada 11 de septiembre. Y ella no falta a la cita, tampoco a esta, una de las m¨¢s desangeladas para el independentismo desde hace muchos a?os. Es evidente, tambi¨¦n para Forcadell, que la Diada ¡°no es lo que era¡±.
Activista y pol¨ªtica, Forcadell participa dos veces en la ofrenda floral al monumento a Rafael Casanova, a primera hora de la ma?ana: como miembro de la Plataforma per la Llengua y, minutos m¨¢s tarde, como militante de ERC. Como se ha incorporado en el ¨²ltimo momento para situarse a la diestra del expresidente Pere Aragon¨¨s, no ha escuchado los gritos de botiflers (traidores) que una minor¨ªa ha lanzado a la comitiva. ¡°Sabes qu¨¦ pasa, que a [los expresidentes de la Generalitat] Maci¨¤ y Companys tambi¨¦n los llamaban as¨ª¡±, dice a una c¨¢mara de La Sexta, que le pide en vano una valoraci¨®n de la jornada. ¡°?Si solo son las 9 de la ma?ana!¡±
Asume la expresidenta del Parlament, sin embargo, que la participaci¨®n ser¨¢ moderada, p¨¢lido reflejo de las Diadas que, como presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) organiz¨® con enorme ¨¦xito, y que fueron las m¨¢s masivas de la democracia. Recordar aquellos a?os vertiginosos, en los que parec¨ªa que su anhelo de lograr la independencia para Catalu?a estaba al alcance de la mano, le hace estremecer. ¡°?Ufff! Solo cuando lo has dicho ya me he puesto a pensar. Aquello s¨ª que era¡ Era adrenalina a tope, pero tambi¨¦n sufrimiento para que no hubiese ning¨²n incidente¡±.
Forcadell rememora los a?os de apogeo: la Diada de 2012, la primera que organiz¨® la ANC y que desbord¨® todas las previsiones de asistencia; la de 2013, cuando una cadena humana (la ¡°V¨ªa Catalana¡±) recorri¨® la comunidad de punta a punta; y sobre todo la de 2014, cuando los asistentes formaron una senyera gigante en forma de V de victoria. Fue entonces, preludio de la consulta del 9-N, cuando Forcadell, empujada por la multitud a la que hab¨ªa congregado, pidi¨® a Mas (que intent¨® sin ¨¦xito negociar una mejor financiaci¨®n con el presidente Mariano Rajoy) que hiciera lo necesario para que los ciudadanos votasen.
¡°Creo que pasar¨¦ a la historia por esa frase y no por haber sido presidenta del Parlament¡±, bromea entre los suyos, que siguen requiriendo su conversaci¨®n y su presencia. Explica que este martes, en el acto institucional en el que el Parlament entreg¨® la medalla de oro al Monasterio de Montserrat por su milenario, el expresident Jordi Pujol, sentado delante de ella, se gir¨® y le dijo: ¡°Usted es la que dijo president, posi les urnes?¡± Sea como sea, Forcadell cree que fue ¡°una frase importante, que cuaj¨®¡±, y lo hizo porque la pronunci¨® ¡°en el momento y con las circunstancias oportunas¡±.
Tras el refer¨¦ndum del 1-O de 2017 y el fiasco de la secesi¨®n, el independentismo, desgarrado por luchas internas, perdi¨® fuelle. Ese desgaste tambi¨¦n lo nota Forcadell, porque ya no es lo mismo. ¡°No tengo aquella ilusi¨®n de antes, estoy menos animada¡ Es humano. Y entiendo que la gente tambi¨¦n est¨¦ decepcionada, desorientada, desmovilizada, y piense que prefiere irse a la playa, porque los partidos estamos dando un espect¨¢culo...¡±
¡°Sin la calle no hay independencia¡±
Pero Forcadell es ¡°optimista¡±. Ni se plantea dejar de acudir a la Diada. Lo lleva haciendo desde la universidad, y si alguna vez fall¨®, en el pasado, fue porque ten¨ªa que ir a visitar a su madre al pueblo, en Xerta (Tarragona). ¡°Vengo precisamente porque hay que recuperar el esp¨ªritu de antes. Sin las calles no conseguiremos la independencia¡±, dice la activista, que afronta esta jornada festiva de forma mucho m¨¢s relajada: ha podido unirse tranquilamente a la manifestaci¨®n en Barcelona, junto a su marido, sin necesidad de estar en primera fila o dejarse ver demasiado.
Condenada en el juicio del proc¨¦s, Forcadell pas¨® m¨¢s de tres a?os entre rejas. Se perdi¨® la infancia m¨¢s tierna de sus dos primeros nietos, pero tambi¨¦n extrajo cosas positivas de aquella experiencia, como una preocupaci¨®n por la situaci¨®n de las mujeres presas que ha convertido en activismo. Asegura que no se arrepiente. ¡°El precio ha sido alto, pero otros pagaron un precio m¨¢s alto a¨²n. Defender la libertad siempre vale la pena¡±. Tampoco se siente decepcionada con los suyos, por m¨¢s que en alguna ocasi¨®n ¡ªsolo una vez, dice, en una de las conmemoraciones del 1 de octubre¡ª la hayan silbado. ¡°Mucha gente sigue interes¨¢ndose por m¨ª, me da las gracias... No dejar¨¦ de venir porque me silben¡±.
Forcadell s¨ª ha fallado este 2024 a una de las citas de la Diada por primera vez en a?os: el acto institucional de esta noche en la fuente de Montju?c de Barcelona, encabezado por Salvador Illa. ?La ausencia es una forma de protesta frente al primer president no independentista en 14 a?os? En absoluto, se apresura a aclarar. A la ma?ana siguiente debe tomar un vuelo a Suecia y despu¨¦s seguir hasta la localidad de Kiruna, en el c¨ªrculo polar ¨¢rtico. ¡°Voy a ver auroras boreales. Dicen que en esta ¨¦poca llueve poco y que hay posibilidades. Me hace ilusi¨®n¡±.
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