La expansi¨®n del puerto de Barcelona condiciona la ampliaci¨®n del aeropuerto

Enaire, la agencia espa?ola encargada del control del tr¨¢nsito a¨¦reo, est¨¢ analizando la afectaci¨®n que puede tener la ampliaci¨®n pendiente del puerto de Barcelona sobre sus planes de mejora del aeropuerto de El Prat. Esos trabajos certifican c¨®mo la modificaci¨®n de una de esas infraestructuras pueden condicionar a la otra. De momento, el organismo p¨²blico ya ha optado por reubicar en el sur del aeropuerto un radar para alejarlo del puerto. La relocalizaci¨®n se explica por las previsibles interferencias que puedan provocar las nuevas gr¨²as que el operador portuario Hutchison prev¨¦ montar en su muelle BEST, m¨¢s altas que las que actualmente tiene en servicio, informan desde la agencia.

¡°Estos estudios analizar¨¢n distintas opciones de desarrollo del puerto para la compatibilidad de la operaci¨®n de ambas infraestructuras¡±, se?ala en un correo electr¨®nico Enaire, que asegura que se ha trabajado con la Agencia Estatal de Seguridad A¨¦rea en la aprobaci¨®n del actual muelle BEST, para que garantice la operaci¨®n del aeropuerto. Ese an¨¢lisis se est¨¢ elaborando tres a?os despu¨¦s de que Aena lanzara su propuesta de ampliaci¨®n del aeropuerto y a pocos d¨ªas de que el Gobierno y la Generalitat reemprendan la negociaci¨®n para acordar su propuesta definitiva.

La comisi¨®n t¨¦cnica volver¨¢ a reunirse el 8 de octubre con la intenci¨®n de cerrar su acuerdo a principios de 2025. El anterior Ejecutivo catal¨¢n, entonces gobernado por ERC, se?alaba que las conclusiones de ese grupo de trabajo ser¨ªan el origen de las negociaciones pol¨ªticas definitivas para alcanzar un acuerdo definitivo. La cuesti¨®n es llegar a tiempo para que Aena, esta vez s¨ª, sea capaz de incluir la propuesta y la inversi¨®n necesaria en su pr¨®ximo Documento de Regulaci¨®n Aeroportuaria (m¨¢s conocido por sus siglas DORA), que ha de estar cerrado en 2026.

La preservaci¨®n de los humedales que rodean el aeropuerto y la paz ac¨²stica para los vecinos de los municipios de Viladecans, Gav¨¤ y Castelldefels han sido los ¨²ltimos tres a?os los mayores obst¨¢culos pol¨ªticos para consensuar la ampliaci¨®n del aeropuerto, que espera una decisi¨®n que active las inversiones necesarias para ganar capacidad operativa. La principal opci¨®n es ampliar la tercera pista, la m¨¢s pr¨®xima al mar, para facilitar los despegues de aeronaves de gran carga y largo recorrido.

Sin embargo, un informe de Foment del Treball con posibles propuestas de modernizaci¨®n aflor¨® un tercer problema: El puerto de Barcelona, que todav¨ªa debe concluir su ampliaci¨®n hacia el sur, alz¨® la voz para denunciar que determinadas ampliaciones pod¨ªan afectar su ampliaci¨®n en la zona m¨¢s pr¨®xima al aeropuerto. All¨ª se prev¨¦n destinar m¨¢s de 2.000 millones de euros y la obra quedar¨ªa afectada por la zona de servidumbre a¨¦rea ¡ªcondiciones de seguridad para las aeronaves en maniobras de despegue o aterrizaje¡ª de una tercera pista ampliada. Una portavoz de la Autoridad Portuaria de Barcelona se?al¨® a EL PA?S que todav¨ªa se est¨¢n realizando estudios internos. Su presidente, Llu¨ªs Salvad¨®, ha indicado reiteradamente que las instalaciones no pueden verse afectadas por el aeropuerto de El Prat.

Tanto el aeropuerto como el puerto de Barcelona son ciudades en s¨ª mismos y aut¨¦nticos catalizadores econ¨®micos de la econom¨ªa catalana. El tr¨¢fico marino de la Autoridad Portuaria de Barcelona genera dos de cada cien euros del PIB catal¨¢n y el que depende de los aviones que aterrizan y despegan de las instalaciones del Barcelona-Josep Tarradellas, otros siete euros. Uno representa el transporte de mercanc¨ªas y el otro de personas, b¨¢sicos para una econom¨ªa internacionalizada y dependiente tambi¨¦n del turismo.

Su convivencia ¡ªambas instalaciones est¨¢n ¨²nicamente separadas por el cauce del r¨ªo Llobregat¡ª nunca ha sido del todo sencilla. Ya a principios de esta d¨¦cada, cuando se construy¨® la tercera pista que ahora se debate ampliar, se condicion¨® la altura de las gr¨²as que opera Hutchison, m¨¢s bajas de lo que estaban previstas, para no interferir en el tr¨¢fico a¨¦reo del aeropuerto. En un principio, y a¨²n sucede con algunas configuraciones de pista, los aviones despegaban desde la tercera pista en direcci¨®n al puerto y ten¨ªan que sobrevolar esas gr¨²as, que cuando su brazo est¨¢ levantado alcanzan los 88 metros de altura. Las nuevas, que se construir¨¢n m¨¢s al norte, ser¨¢n 20 metros m¨¢s altas. Cualquier nueva ampliaci¨®n de la pista hacia la zona de La Ricarda afectar¨¢ hacia esa zona. Aena plante¨® inicialmente alargar 500 metros la pista y Foment del Treball ha planteado incluso 830 metros m¨¢s de pista, con una zona de pilones sobre los humedales.

Ampliaci¨®n portuaria pendiente

Enaire tendr¨¢ que decidir qu¨¦ afectaci¨®n supone la ampliaci¨®n sobre esas gr¨²as. El cono de aterrizaje de la pista mar, que delimita la zona de seguridad de los aviones en operaciones de aterrizaje y despegue de los aviones (y que condiciona la construcci¨®n de las pistas), pasa por encima de toda la terminal Hutchison, que se debe acabar de desarrollar, del muelle Fondo de D¨¢rsena y de la terminal de contenedores del futuro muelle Catalu?a, estos dos ¨²ltimos a¨²n por construir. La cuesti¨®n que deber¨¢ aclarar a Enaire es c¨®mo afecta cada zona: a menor distancia de la pista menor debe ser la altura de los posibles obst¨¢culos que pueda haber en la trayectoria de las aeronaves. As¨ª, si se asumiera una de las propuestas de Foment de prolongar 840 metros hacia el puerto la pista mar, quedar¨ªa afectada m¨¢s zona del puerto.

¡°Ese estudio que est¨¢ haciendo Enaire es imprescindible y, en mi opini¨®n, se tienen que respetar las servidumbres aprobadas cuando se puso en marcha la pista¡±, se?ala Llu¨ªs Sala, vicepresidente de la Asociaci¨®n de Ingenieros Aeron¨¢uticos y responsable de Aena durante las dos ampliaciones que ha vivido el aeropuerto de Barcelona. Esa servidumbre es la que oblig¨® a recortar en altura las gr¨²as. Sala insiste siempre en que la ampliaci¨®n que se apruebe ahora ser¨¢ ¡°la ¨²ltima¡± que protagonice el aeropuerto barcelon¨¦s, limitado tanto por su limitado espacio como la excepcionalidad ambiental de sus alrededores, protegidos en parte por la zona de protecci¨®n europea Xarxa 2000.

Illa ha intentado desenredar el problema medioambiental a trav¨¦s del fichaje del ornit¨®logo y expresidente del parque natural dels Aiguamolls Jordi Sargatal, un reconocido ambientalista que no considera cr¨ªtico afectar la zona de La Ricarda. Sargatal ser¨¢ el secretario de Acci¨®n Clim¨¢tica de la Generalitat, lo que dota un perfil pragm¨¢tico ante el desaf¨ªo de El Prat.

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