La laguna de la discordia de El Prat: un pulm¨®n verde enclaustrado entre aviones y el mar
Expertos defienden el valor ambiental de La Ricarda, a escasos 20 minutos del centro Barcelona y que cobija aves protegidas pese a su elevada contaminaci¨®n ac¨²stica
![La laguna de La Ricarda, situada en la zona propuesta para la ampliaci¨®n del aeropuerto de El Prat, en junio.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/4YQMMDPJ4ZDVBBPPTCQ3LCFABY.jpg?auth=b44539de72065253c409cf243bf1f2cd4acdf3c6951a63ff6cabdd2ccc56f76e&width=414)
![Carlos Garfella](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Febe2e145-31b6-41cd-a8b0-84767b253c07.png?auth=2ce089c53319582f166b958ada558380c39b7986b7524daa0979b0470f185623&width=100&height=100&smart=true)
La laguna de La Ricarda se ha convertido en el paraje de la discordia que ha paralizado la multimillonaria inversi¨®n del Gobierno para la ampliaci¨®n del aeropuerto de Barcelona-El Prat. Situada cerca del mar y del Puerto de Barcelona, en terrenos del municipio de El Prat de Llobregat, su ubicaci¨®n provoca que constantemente sea sobrevolado por los aviones que despegan y aterrizan en el aer¨®dromo. Es inaccesible al p¨²blico, ya que pertenece a los descendientes del hist¨®rico empresario textil Manuel Bertrand. Pese a ello, los expertos destacan el valor de este peque?o humedal por la enorme biodiversidad que concentra. El catedr¨¢tico en biolog¨ªa y director del Centro de Investigaci¨®n Ecol¨®gica y Aplicaciones Forestales (CREAF), Joan Pino, subraya su ¡°servicio ambiental¡± a las especies: la laguna y su entorno dan cobijo a aves protegidas como flamencos o gaviotas corsas que cada a?o migran desde ?frica a un paraje con el sello de la Red Natura 2000, la m¨¢xima protecci¨®n ambiental que otorga la Uni¨®n Europea.
¡°Es un lugar insustituible y su afectaci¨®n [por el alargamiento de la tercera pista, que invadir¨ªa en torno a 50 hect¨¢reas] no se podr¨ªa compensar¡±, dice Pino. Aena, empresa controlada por el Estado, ofreci¨® a cambio de ocupar parte de la laguna compensar con 280 nuevas hect¨¢reas de protecci¨®n al sur del aeropuerto. Pero a Pino no le convence la idea y defiende que, aunque se hiciese, ese terreno no podr¨ªa sustituir nunca el espacio natural de pinares y humedales habitado por 43 especies incluidas en la directiva de aves protegidas, adem¨¢s de orqu¨ªdeas (hasta 23 tipos diferentes), peces y reptiles. ¡°No es solo un estanque de patos¡±, afirma el bi¨®logo.
![Un flamenco blanco a escasos metros del aeropuerto.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/DS2RUB5EHJA5BIZUXVXQRIS4NQ.jpg?auth=d064c001977f18e7509afa605c7edec7913e0bddb6728b27dffe75761a2c5472&width=414)
El profesor em¨¦rito y catedr¨¢tico en Ecolog¨ªa de la Universidad de Barcelona Narc¨ªs Prat, incide en la idea de que el lugar ¡°es insustituible¡± desde un punto de vista cient¨ªfico. Este experto destaca el equilibrio del agua dulce ¨Dde la lluvia¨D y la salada que entra desde el mar de este paraje a escasos 15 minutos en coche de Barcelona, formado en los humedales de la desembocadura del r¨ªo Llobregat. Se trata del principal r¨ªo que termina en la conurbaci¨®n de Barcelona y su salida al mar ya fue desviada por otra ampliaci¨®n, la del Puerto de Barcelona en 2004. Antes de las elecciones auton¨®micas, el anterior Govern se comprometi¨® a llevar agua a los humedales y acelerar el plan especial de protecci¨®n del delta, pendiente desde 1994 y reclamado por entidades y municipios para declarar mejor los usos en un espacio verde rodeado por el ¨¢rea con mayor densidad poblacional de Catalu?a.
Sea como sea, La Ricarda no ha sido, hasta ahora, un humedal reconocido por la mayor¨ªa de los catalanes (aparte de ser inaccesible, en extensi¨®n es incomparable a otros parajes como Els Aiguamolls de l¡¯Empord¨¤, en Girona), y la realidad es que la laguna ha sido descubierta por muchos barceloneses en los ¨²ltimos meses tras saltar a las portadas de los peri¨®dicos por la pol¨¦mica ampliaci¨®n. El movimiento ecologista ha visto tambi¨¦n en ella un s¨ªmbolo para demostrar la sobrexplotaci¨®n urban¨ªstica que a su juicio se est¨¢ produciendo por la construcci¨®n de un nuevo barrio en Gav¨¤ (Barcelona), municipio cercanos al aeropuerto. Muchas de las protestas de los ¨²ltimos meses de entidades locales y conservacionistas han sido convocadas de hecho bajo manifiestos que aglutinaban todas ¡°las agresiones¡± en la zona.
La denuncia de la extensi¨®n del hormig¨®n es m¨¢s ampl¨ªa en una paraje hist¨®ricamente afectado por la contaminaci¨®n de la industria textil, y que lleg¨® a convertirse en un r¨ªo muerto en sus ¨²ltimos tramos. Con todo, en los ¨²ltimos a?os ha mejorado enormemente la calidad de sus aguas y la playa de El Prat de Llobregat, cuyo arenal se extiende desde la desembocadura del r¨ªo unos tres kil¨®metros frente a juncales y pinares, ha pasado de estar pr¨¢cticamente vac¨ªa en los ochenta a llenarse de ba?istas ahora los fines de semana.
Con todo, los parajes salvajes han visto perder, de nuevo, muchas hect¨¢reas: 300 en zonas h¨²medas, seg¨²n Depana, la organizaci¨®n que present¨® el informe por el que el 19 de febrero la Comisi¨®n Europea abri¨® un procedimiento sobre lo que considera dejadez ambiental. Precisamente uno de los principales argumentos del movimiento conservacionista es que se trata de volver a ampliar el aeropuerto cuando la Comisi¨®n todav¨ªa estudia si las compensaciones de 2008 fueron correctas en un territorio donde en pocos kil¨®metros convergen dos universos aparentemente antag¨®nicos. Y que dejan sorprendentes im¨¢genes, como la de un flamenco aliment¨¢ndose a escasos metros de la verja que separa un humedal del segundo aeropuerto con m¨¢s tr¨¢fico de Espa?a.
La laguna entierra el hacha de guerra entre agricultores y ecologistas
La protecci¨®n de la laguna de La Ricarda frente a la ampliaci¨®n de El Prat ha logrado que enemigos aparentemente irreconciliables entierren el hacha de guerra. El sector ecologista y el agr¨ªcola, en constante pulsi¨®n a lo largo del territorio por su posiciones antag¨®nicas sobre pol¨ªticas ambientales como la reintroducci¨®n de especies protegidas, se han puesto de acuerdo para conformar un frente com¨²n contra la ampliaci¨®n. El delta de Llobregat es tambi¨¦n conocido como el ¡°huerto de Barcelona¡± por ser hist¨®ricamente un lugar de cultivo en la zona. Pero durante las ¨²ltimos d¨¦cadas, la actividad primaria ha ido en regresi¨®n en la zona. En 2005, ante el progresivo crecimiento urban¨ªstico por la extensi¨®n de la Barcelona metropolitana, la Diputaci¨®n de Barcelona cre¨® un parque agrario para clasificar cerca de 3.000 hect¨¢reas. El pasado abril, agricultores de la zona y fuentes del mayoritario sindicato Uni¨® de Pagesos mostraban su preocupaci¨®n a este diario porque la ampliaci¨®n por La Ricarda acabara afectando de manera indirecta a los terrenos agr¨ªcolas. El sector era consciente de que Aena tendr¨ªa que compensar las hect¨¢reas ocupadas en el espacio natural, y que probablemente entre ellas habr¨ªa hect¨¢reas agr¨ªcolas. En mayo, Aena hizo p¨²blico que ofrec¨ªa proteger 280 nuevas de hect¨¢reas, la mayor¨ªa de ellas dentro del parque agrario. El anuncio aceler¨® la uni¨®n entre entidades como Ecologistas en Acci¨®n y Uni¨® de Pagesos para pactar una estrategia com¨²n y convocar protestas conjuntas.
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