Juan Carlos, el impune
Cuando abdic¨® en 2014 faltaban cinco a?os para que prescribiera el delito de malversaci¨®n de los pagos a B¨¢rbara. Podr¨ªan haber sido investigados, pero desde 2019 ya est¨¢n prescritos
Juan Carlos de Borb¨®n abdic¨® a rega?adientes cuando ya hab¨ªa dilapidado hasta la saciedad su prestigio democr¨¢tico, basado en su actuaci¨®n en la madrugada del 23-F. Sus esc¨¢ndalos privados y financieros eran notorios, a pesar del hermetismo autoimpuesto entre los medios, y del silencio de sus colaboradores m¨¢s pr¨®ximos. Prado y Col¨®n de Carvajal, administrador financiero de Juan Carlos, en su libro de memorias Una lealtad real, habla de los impagables servicios del silencio. Y el propio Juan Carlos, en una escena de lenguaraz indiscreci¨®n extraconyugal, alud¨ªa despectivamente al silencio de su m¨¢s fiel asesor militar, el golpista Armada. Podemos suponer qu¨¦ turbios negocios tuvo que callar el leal administrador, y cu¨¢l fue la verdadera historia de aquella madrugada del 23-F que call¨® para siempre su fiel general. Con esta alusi¨®n consigui¨® que se esfumara definitivamente el fundamento de su prestigio democr¨¢tico del 23-F.
A partir de datos de la Agencia Tributaria, la fiscal¨ªa inici¨® en 2020 dos investigaciones que se archivaron sin acusaci¨®n en 2022. Motivo: los delitos que cometi¨® siendo rey estaban amparados por su inviolabilidad constitucional. Los que cometi¨® tras su abdicaci¨®n estaban perdonados por regularizaciones fiscales absolutorias muy ben¨¦volamente apreciadas por la fiscal¨ªa anticorrupci¨®n. Y los dem¨¢s delitos que tambi¨¦n cometi¨®, ya no eran perseguibles, porque estaban prescritos.
El chantaje de B¨¢rbara Rey, y sus antecedentes, no eran conocido oficialmente por la fiscal¨ªa en 2022. Fue en 2024 cuando supimos todos que, por orden de Juan Carlos, el CNI, espionaje oficial espa?ol, hab¨ªa comprado a B¨¢rbara, en 1997, unos datos sonoros y gr¨¢ficos comprometedores que conservaba, por una suma extraordinaria de millones de euros, parte entregada entonces, y parte en anualidades posteriores, que cesaron al llegar Zapatero al gobierno. Al parecer, esto lo corrobora el general Manglano, que fue director del CNI, aunque el siguiente director, disculpando el an¨®malo dispendio, ha dicho que se pag¨® con dinero de los amigos de Juan Carlos. Da igual. Si se pag¨® a B¨¢rbara con fondos reservados del CNI, podr¨ªamos estar ante otro nuevo delito, de malversaci¨®n, cometido por Juan Carlos, por el director del CNI y por su superior, Aznar, que necesariamente debi¨® autorizar o consentir esos pagos. Y si el CNI pag¨® disponiendo de la donaci¨®n amistosa, ¡°hizo innecesario la aportaci¨®n de dinero propio¡±, de su presupuesto, si seguimos la sorprendente y rocambolesca interpretaci¨®n que suger¨ªa el Tribunal Supremo cuando deneg¨® la amnist¨ªa a los del proc¨¦s. El CNI, al disponer de la irregular donaci¨®n como de fondos propios, habr¨ªa dispuesto de sus recursos, ahorr¨¢ndolos. Tambi¨¦n ser¨ªa malversaci¨®n.
Cuando Juan Carlos abdic¨® en 2014 todav¨ªa faltaban cinco a?os para que prescribiera el delito de malversaci¨®n de los pagos a B¨¢rbara. Podr¨ªan haber sido investigados ante el Tribunal Supremo ¨¦l, el director del CNI y Aznar, pero desde 2019 esos hechos ya est¨¢n prescritos, y Juan Carlos elud¨ªa el c¨®digo penal. Por eso, si los reyes antiguos son recordados por sus m¨¦ritos, como Fernando el cat¨®lico, Alfonso el sabio o Jaime el conquistador, Juan Carlos ser¨¢ recordado como el impune.
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