Cuando tu hijo y tu nieto pilotan el avi¨®n
Esta es la historia de un vuelo familiar de Barcelona a Boston para hacer realidad el sue?o de los abuelos
Sentado en el avi¨®n a punto de despegar, se acomoda y comenta satisfecho: ¡°Nunca nadie hubiera dicho que de un matrimonio de charcuteros saliera algo as¨ª. Para m¨ª es un sue?o el hecho de que pueda disfrutar de mi nieto y de mi hijo volando juntos¡±. Llu¨ªs tiene 89 a?os y es el patriarca de los Llanas. Este es el viaje de su vida. Orgullo total de tener al hijo y al nieto al mando. A las 19.30 horas de un d¨ªa de oto?o, el Airbus A330 alcanza los 170 nudos, unos 315 kil¨®metros por hora, para atravesar la tormenta que se cierne sobre territorio catal¨¢n. El despegue sacude la aeronave bruscamente hasta alcanzar los 36.000 pies de altitud. Una vez han abandonado la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica sobrevolando las r¨ªas gallegas, el vuelo se convierte en una pl¨¢cida traves¨ªa por el Atl¨¢ntico Norte hasta la costa este de Estados Unidos. En el interior de la aeronave, un mont¨®n de historias, tantas como pasajeros, pero una muy especial, la de familia Llanas: Llu¨ªs y Gerard, el comandante y copiloto de esta nave, padre e hijo y entre el pasaje, el resto de la familia.
Entrenado en Phoenix (Arizona) y Bremen (Alemania), el comandante Llu¨ªs Llanas, con 30 a?os de experiencia y 60 de edad, ha invitado a sus padres, de 83 y 89 a?os, en este vuelo con destino a Boston para pasar cuatro d¨ªas de vacaciones en la ciudad y recorrer por carretera los estados de Massachusetts y New Hampshire. ¡°Hac¨ªa tanto tiempo que me lo dec¨ªa, que me insist¨ªa: ya soy mayor, si podemos coincidir todos ser¨ªa fant¨¢stico. As¨ª que decid¨ª llevar a mis padres en este vuelo¡±, cuenta. Un planazo familiar en el que tambi¨¦n entra su mujer y su otro hijo, m¨¢s peque?o, periodista de profesi¨®n. ¡°Me lo he pensado mucho, era una movida, entre otras cosas, por el cambio horario, pero le deb¨ªa este esfuerzo. Y pedimos pilotar padre e hijo e incluir en el pasaje al resto de la familia, incluidos los abuelos¡±, explica el comandante Llanas.
El nieto de este viaje se llama Gerard, de 30 a?os. Piloto de profesi¨®n, Gerard no ped¨ªa balones cuando era peque?o sino aviones para jugar y acab¨® estudiando derecho para preparase despu¨¦s para entrar en una compa?¨ªa a¨¦rea. Convertirse en piloto de aviaci¨®n puede llevar hasta dos a?os (los que puede una persona tardar en obtener la licencia de piloto de Transporte de L¨ªnea A¨¦rea (ATPL) en una escuela privada) hasta los cuatro a?os y medio, si se opta por un grado universitario. La de su hijo, cuenta Llu¨ªs, fue todo vocaci¨®n. Y ¨¦l se ofreci¨® a todo para que la llevara adelante form¨¢ndose en una escuela de aviaci¨®n en Jerez de la Frontera. Gerard cuenta: ¡°Este es un viaje muy muy especial para m¨ª porque mis abuelos no hab¨ªan viajado con nosotros dos formando una tripulaci¨®n, cosa que llevaban mucho tiempo diciendo que les har¨ªa mucha ilusi¨®n¡±. En este tipo de vuelos no hace falta un tercer piloto. As¨ª que Llu¨ªs y Gerard se han puesto al frente de esta nave juntos, aunque no es la primera vez que forman t¨¢ndem. Gerard pas¨® a ser la mano derecha de su padre en un vuelo de Barcelona a Miami el 4 de diciembre de 2023. Y desde entonces, muchos viajes compartidos. ¡°Siempre que tenemos opci¨®n, pedimos programar alguna l¨ªnea. Pero el trabajo es lo primero, una vez sentados nuestro cometido es tan espec¨ªfico que el que est¨¢ a tu lado es uno m¨¢s con las mismas responsabilidades¡±, cuenta Llu¨ªs.
Como comandante subraya que no le gusta tener el protagonismo, sobre todo a trav¨¦s del micr¨®fono: ¡°En los mensajes se suele hablar de la ruta, la meteorolog¨ªa y durante el vuelo se va informando de turbulencias y damos indicaciones de seguridad si las circunstancias as¨ª lo requieren. Antes a la gente le hac¨ªa gracia, pero ahora volar ya no es un acontecimiento, muchos pasajeros aprovechan para descansar. Adem¨¢s, ya disponen los mensajes de la tripulaci¨®n de cabina¡±. Y esta vez no es diferente, pese a la emoci¨®n familiar. ¡°Buenas tardes, les habla el comandante Lu¨ªs Llanas, en nombre m¨ªo y de la tripulaci¨®n les deseamos un feliz vuelo. La duraci¨®n del vuelo es de ocho horas, esperamos algo de turbulencias hasta que abandonemos la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica por Galicia. Despu¨¦s pasaremos a 500 millas al norte del archipi¨¦lago de las Azores y ya rumbo al aeropuerto de Boston Logan. El vuelo ser¨¢ pl¨¢cido y no esperamos complicaciones. Muchas gracias y feliz vuelo¡±. Horas despu¨¦s, Llu¨ªs cede los mandos a su hijo para que aterrice en Boston. Son las 21.00 hora local.
Los abuelos, Llu¨ªs y Justa, los grandes protagonistas de esta historia, han trabajado toda la vida en el mercado Virrei Amat, en Barcelona, y ahora est¨¢n jubilados. Enseguida vieron claro el viaje a los Estados Unidos. De vuelta a Barcelona, el patriarca de los Llanas est¨¢ contento. ¡°Ahora ya lo he visto todo¡±.
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