Esquerra, en el siglo de la marmota

Esquerra Republicana se ha dado un plazo para recuperar la mayor¨ªa independentista. Ser¨¢ en 2031 cuando el partido fundado por Francesc Maci¨¤ cumplir¨¢ cien a?os. Cuenta por tanto que dif¨ªcilmente la obtendr¨¢ durante el pr¨®ximo ciclo electoral, municipales, catalanas, europeas y generales, y solo podr¨¢ aspirar en las siguientes municipales dentro de seis a?os.

La fecha tiene asegurada su relevancia porque tambi¨¦n se cumplir¨¢n cien a?os de la Rep¨²blica Catalana, proclamada el 14 de abril, y canjeada a los tres d¨ªas por el reconocimiento de la Generalitat como instituci¨®n del autogobierno. Ser¨¢ una gran efem¨¦rides y aperitivo de otra mayor, la de 2036, centenario del golpe militar, seguido por tres a?os de guerra incivil y una dictadura de 40 a?os.

Todav¨ªa hoy la aportaci¨®n m¨¢s destacada del partido republicano es aquella victoria inesperada y arrolladora en unas municipales que fueron convocadas con car¨¢cter plebiscitario, bajo el impulso unitario de las izquierdas republicanos y catalanistas contra el r¨¦gimen mon¨¢rquico y gracias a la figura ¨²nica y carism¨¢tica de Francesc Maci¨¤. Sin Esquerra, tal como ha se?alado Joan B. Culla en su imprescindible libro ¡®Esquerra Republicana de Catalunya, 1931-2012. Una historia pol¨ªtica¡¯ (La Campana, 2014), no se entienden la ca¨ªda de la monarqu¨ªa, la Segunda Rep¨²blica y el reconocimiento de la autonom¨ªa catalana.

Si consiguiera la mayor¨ªa electoral en las municipales de 1931, aspira adem¨¢s en convertir la efem¨¦rides en una repetici¨®n un siglo m¨¢s tarde de la gesta fundacional. La ponencia estrat¨¦gica del Congreso actualmente en curso se expresa en favor de ¡°un refer¨¦ndum inevitable (sic) y de unos 1 y 3 de octubre¡± (las jornadas de 2017 en que se vot¨® y luego se organiz¨® una llamada ¡®huelga de pa¨ªs¡¯) que lleven ¡°a la proclamaci¨®n de la Rep¨²blica Catalana, objetivo irrenunciable para el cual no puede descartarse de antemano ninguna v¨ªa democr¨¢tica¡±.

Los escarmentados dirigentes de Esquerra no ponen fecha a la independencia ni al refer¨¦ndum, sino a la repetici¨®n o reanudaci¨®n del ¡®proc¨¦s¡¯. Fue idea de Carod Rovira, cuando se hallaba al frente del partido, la fijaci¨®n de la cita con la historia en 2014, en el tricentenario de la ca¨ªda de Barcelona en la guerra de Sucesi¨®n. Coincidi¨® con el inesperado contraejemplo para el gobierno de Rajoy de la convocatoria pactada del refer¨¦ndum de independencia de Escocia. Y adem¨¢s con el cambio de fronteras por la fuerza, aunque sigilosa, de los soldados de Putin disfrazados de hombrecillos verdes que sustrajeron a Crimea de la soberan¨ªa ucrania y se la dieron a Rusia.

As¨ª es como la estrategia del centenario se define como sortilegio y mitograf¨ªa, bajo el s¨ªndrome de la historia c¨ªclica, tan genialmente descrito por Karl Marx, que transforma en farsantes a quienes pretende encarnar los personajes tr¨¢gicos del pasado. Al menos dos veces, en 1934 y en 2017, le ha sucedido a Esquerra, y con la de 2031 ser¨ªa la cuarta, atrapada en el siglo de la marmota y en el ¡®procesismo¡¯ de nunca acabar.