Sobre los congresos socialistas
Las conclusiones del Congreso del PSOE servir¨¢n de gu¨ªa para los socialistas valencianos, ajenos a cualquier iniciativa que pueda generar chirridos en un partido comprometido en trasladar al exterior una imagen de unidad, cohesi¨®n y templanza interna
Quienes sumamos trienios siendo testigos de los devenires congresuales de los partidos pol¨ªticos, aprendimos pronto que lo m¨¢s sabroso de dichos c¨®nclaves suele cocerse a fuego lento y fuera de las tablas donde se levanta la final puesta en escena, alimento para incondicionales y cadenas de televisi¨®n. Todo el pescado est¨¢ vendido y los grandes acuerdos atados antes de que se descorra el tel¨®n.
El PSOE clausura hoy, domingo, en Valencia, su 40? congreso federal, actuando la organizaci¨®n madre de telonera del PSPV-PSOE, cuyas huestes calientan motores para celebrar su propio c¨®nclave en Benidorm (Alicante) dentro de unas semanas.
Las hechuras y conclusiones del Congreso del PSOE que ha reelegido a Pedro S¨¢nchez como secretario general servir¨¢n de gu¨ªa para los socialistas valencianos, ajenos a cualquier iniciativa sorprendente que pueda generar chirridos en un partido comprometido en trasladar al exterior una imagen de unidad, cohesi¨®n y templanza interna.
Los esfuerzos de Ximo Puig, presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV-PSOE, por hacerse perdonar la frivolidad de haber apoyado a Susana D¨ªaz en 2017 frente al entonces defenestrado S¨¢nchez, no han sido bald¨ªos, aunque menos fruct¨ªferos de lo esperado.
Puig ha reinado este fin de semana en el congreso federal de su partido. No solo por actuar como anfitri¨®n territorial de la fiesta y ejercer la presidencia del evento, detalle que s¨ª, refuerza su perfil de bar¨®n socialista en un ¨¢mbito plagado de primas donnas. Lo m¨¢s destacable es concluir que Puig ha colocado en la agenda del Congreso de su partido las posiciones que ¨¦l viene defendiendo con solvencia frente a los enfoques tradicionales del PSOE; posiciones que cursan con la propuesta de avanzar hacia un Estado federal, descentralizado, donde reine la armonizaci¨®n fiscal y el relato de las llamadas ¡°periferias¡± se abra hueco frente a los discursos omnipresentes de vascos y catalanes.
Opina Michael Kazin, escritor y profesor estadounidense, que los presidentes ¡°con imagen de moderados tienen m¨¢s f¨¢cil hacer o intentar hacer cosas m¨¢s radicales¡±. Moderaci¨®n como sin¨®nimo de liderazgos pol¨ªticos que generan m¨¢s confianza que ilusi¨®n, poco dados a grandes promesas y, por tanto, menos susceptibles de decepcionar.
No se me ocurre un presidente de perfil m¨¢s moderado que Ximo Puig, ap¨®stol del entendimiento, el di¨¢logo y el acuerdo, en contraposici¨®n a quienes hacen proselitismo del enfrentamiento y la bronca tabernaria en el ¨¢mbito pol¨ªtico. Ese af¨¢n suyo por limar asperezas y acercar posiciones es lo que le llev¨® d¨ªas atr¨¢s a compartir mesa y mantel con el tambi¨¦n valenciano Jos¨¦ Luis ?balos, relevado ministro de Infraestructuras y ex secretario de Organizaci¨®n del PSOE. Recordemos que hasta su cese estival, el nombre de ?balos era un guadiana que emerg¨ªa de tanto en tanto como potencial promotor y/o l¨ªder de una candidatura alternativa a Puig para la secretar¨ªa general del PSPV-PSOE. Insistimos: la palabra clave en el socialismo es ahora ¡°unidad¡±.
Quienes se precian de conocerle bien aseguran que Puig, al frente de la segunda federaci¨®n socialista en n¨²mero de afiliados y del m¨¢s importante gobierno auton¨®mico bajo batuta socialista, no tiene mayores aspiraciones que acabar esta legislatura y, si las pr¨®ximas urnas auton¨®micas le son favorables, enlazar un nuevo periodo de cuatro a?os al frente del gobierno del Consell. Nada que ver, pongamos por caso, con el presidente castellano-manchego, Garc¨ªa Page, l¨ªder de referencia para los socialistas ¡°de siempre¡± que ven en ¨¦l -y ¨¦l se deja querer- las trazas de un futuro secretario general del PSOE cuando S¨¢nchez emigre a otras responsabilidades o latitudes.
Lo cierto es que Ximo Puig sale fortalecido de este Congreso que hoy culmina, aunque con matices. Una esperaba que Puig viese recompensada su lealtad hacia S¨¢nchez con alguna responsabilidad destacada en el nuevo organigrama socialista. No ha sido as¨ª. Los nombramientos de Juan Espada (Andaluc¨ªa) al frente del Consejo de Pol¨ªtica Federal, y de Fern¨¢ndez Vara (Extremadura) como nuevo secretario de Pol¨ªtica Auton¨®mica nos han sorprendido. Para cualquiera de las dos responsabilidades parec¨ªa m¨¢s indicado el nombre de Puig que el de los agraciados. El discurso federalista del Presidente valenciano, su tono reivindicativo en materia de financiaci¨®n, y su apoyo a una v¨ªa de di¨¢logo con el soberanismo catal¨¢n le hac¨ªan candidato id¨®neo a uno de los dos puestos.
Con todo, la cita de Benidorm del pr¨®ximo mes de noviembre ser¨¢ un paseo en barca para un Puig que hace cuatro a?os tuvo que lidiar con un candidato alternativo promovido por ?balos a instancias del propio Pedro S¨¢nchez. ?El futuro? John Carlin citaba en uno de sus recientes art¨ªculos en La Vanguardia a un veterano jugador de beisbol: ¡°Es duro hacer predicciones, especialmente sobre el futuro¡±, dec¨ªa el genial beisbolista.
Finalizados los grandes eventos org¨¢nicos, el futuro de los socialistas en Espa?a y en la Comunidad Valenciana pasa por afrontar el rosario de miedos e inquietudes que afligen a los ciudadanos, y darles respuesta satisfactoria. S¨®lo as¨ª conjurar¨¢n las tendencias mostradas por las encuestas. Por muy foto fijas que sean del momento en que se realizan, tambi¨¦n son term¨®metros que indican tendencias. No hay gobierno que pueda soportar en el tiempo la mayor tasa de desempleo juvenil (el 40%) de la Uni¨®n Europea.
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