El exdirector econ¨®mico del IVAM descarga en C¨ªscar y los conservadores la compra de las obras de Rueda
Juan Carlos Lled¨® declara como acusado en el juicio por el supuesto fraude en la adquisici¨®n por 3,4 millones de euros de piezas del artista por parte del museo valenciano
El exdirector econ¨®mico administrativo del Institut Valenci¨¤ d¡¯Art Modern (IVAM), Juan Carlos Lled¨®, ha descargado este mi¨¦rcoles en Consuelo Ciscar, que dirigi¨® el museo entre 2004 y 2014, y en el departamento art¨ªstico la operaci¨®n de adquisici¨®n de obras del escultor fallecido Gerardo Rueda. En su declaraci¨®n en la Audiencia de Valencia como acusado por la supuesta compra fraudulenta y reproducci¨®n por 3,4 millones de euros, Lled¨® se ha desvinculado pr¨¢cticamente de todo el procedimiento de compra y donaci¨®n excepto de la tarea que era de competencia, seg¨²n ha reiterado, la lectura del contrato cuando se pasaba a la firma de la directora. Tambi¨¦n se encargaba de concretar si hab¨ªa presupuesto y cr¨¦dito disponible.
El que fuera la mano derecha de C¨ªscar en el IVAM y previamente en la Consejer¨ªa de Cultura se enfrenta a una pena de cinco a?os y seis meses de c¨¢rcel y una multa de 63.000 euros, seg¨²n la petici¨®n provisional de la Fiscal¨ªa. Ha incidido en que no participaba ¡°absolutamente¡± en ninguna fase de la gesti¨®n de la contrataci¨®n ni en las propuestas de adquisici¨®n de obras. En concreto, respecto a Gerardo Rueda, ha se?alado que no sab¨ªa ni qui¨¦n era y ha dicho que la primera noticia que tuvo respecto a la compra de obras del artista fue en diciembre de 2004, cuando se le convoc¨® a una reuni¨®n de la comisi¨®n de adquisiciones. La siguiente compra fue en 2006. En total, el museo valenciano adquiri¨® ocho originales por 2,9 millones de euros y recibi¨® 90 obras donadas. Unas 53 obras fueron reproducidas a?os despu¨¦s de la muerte del artista por la Fundici¨®n Capa por un importe de 512.524 euros.
Lled¨® ha respondido a su abogado y a la fiscal¨ªa, pero no al resto de acusaciones (la Abogac¨ªa de la Generalitat y la popular de Acci¨®n C¨ªvica contra la Corrupci¨®n) y ha seguido un camino muy similar al que marc¨® C¨ªscar el primer d¨ªa, el martes, incidiendo sobre todo en que las decisiones contaban con el visto bueno de los conservadores del museo y que nunca pusieron ning¨²n pero a la operaci¨®n. Ante la insistencia de la fiscal, ha reconocido la obviedad de que la directora tomaba cartas en el asunto.
En las reuniones de la comisi¨®n de adquisici¨®n que se celebraban ¡°en el despacho de la directora¡± su ¨²nica funci¨®n era la de decir si hab¨ªa presupuesto, ha insistido. Tras la reuni¨®n, la documentaci¨®n pasaba al departamento art¨ªstico, donde se hac¨ªa la propuesta de gasto y figuraban los datos de la obra a adquirir. En general, la norma a seguir en estos casos era recibir propuestas de adquisici¨®n y posteriormente se despachaban de forma ¡°oral¡± con Consuelo Ciscar. ¡°Era la directora y la comisi¨®n de adquisici¨®n los que hac¨ªan las propuestas para comprar las obras¡±, ha detallado.
Preguntado por qui¨¦n decidi¨® pagar la obra antes de recibirla, ha respondido: ¡°Cuando yo veo una factura, entiendo que la obra est¨¢ en posesi¨®n del museo. Y es as¨ª porque me lo dice la firma. Yo trabajo sobre papel, yo no veo las obras. Con la factura firmada y conformada, se adelanta el pago¡±.
Sobre el motivo por el que se firm¨® antes el contrato de adquisici¨®n que la emisi¨®n del informe preceptivo, ha dicho: ¡°Cuando se ped¨ªa un borrador de contrato, se hac¨ªa y se pon¨ªa una fecha. Luego iba a la directora, volv¨ªa a administraci¨®n y se manten¨ªa la firma inicial cuando se remit¨ªa al vendedor. Hab¨ªa un desfase, un error, porque hab¨ªa que dejar la fecha en blanco. Pero esto no ten¨ªa la m¨¢s m¨ªnima trascendencia. Es un error de gesti¨®n¡±, ha dicho.
Lled¨® ha reiterado que ¨¦l no se encargaba de negociar las condiciones de adquisici¨®n de las obras: ¡°Los precios de las obras de arte los fija el vendedor. Desconozco las posibles negociaciones que puede haber tenido la directora con Rueda respecto al precio. A m¨ª el precio me da igual porque yo lo desconozco¡±, ha aseverado.
Certificado de autenticidad
Adem¨¢s, ha afirmado que no se requiri¨® un certificado de autenticidad de las obras de Rueda porque no era lo habitual. ¡°Cuando se adquiere una obra de arte a una galer¨ªa o a un artista nunca se pide el certificado de autenticidad. En este caso, si el vendedor es el hijo del artista y vende sus obras, la presunci¨®n de legalidad es completa salvo que haya un elemento que rompa esa presunci¨®n. Y en este caso no pas¨®¡±.
Preguntado en este punto si las obras de Rueda podr¨ªan ser falsas, ha dicho: ¡°No lo s¨¦. Eso no es una cuesti¨®n m¨ªa. Para eso estaba el departamento de conservaci¨®n¡±.
Por ¨²ltimo, en relaci¨®n con los precios y pasos para la fundici¨®n de las obras, ha indicado que esto no lo fij¨® Jos¨¦ Luis Rueda, sino el departamento art¨ªstico. Ha indicado que podr¨ªan haber correos del hijo del artista interes¨¢ndose por el procedimiento pero no dando ¨®rdenes ni negociando en nombre del IVAM.
Los trabajadores mencionados por Lled¨® este mi¨¦rcoles y Ciscar, el pasado martes, no est¨¢n procesados. Declarar¨¢n en calidad de testigos a partir del pr¨®ximo martes. Ma?ana, jueves, est¨¢ prevista la declaraci¨®n del tercer acusado, Jos¨¦ Luis Rueda, el hijo adoptivo de Gerardo Rueda, que muri¨® en 1996 a los 70 a?os. La Fiscal¨ªa pide cinco a?os de prisi¨®n para ¨¦l como cooperador necesario (al igual que Lled¨®) por los mismos presuntos delitos: malversaci¨®n, prevaricaci¨®n y falsedad documental.
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